«Lightyear», prohibida ya en 14 países por su beso lésbico

M. V.

CULTURA

«Queremos estar presentes en el momento actual de la sociedad», defiende su director, Angus MacLane

16 jun 2022 . Actualizado a las 21:22 h.

Pixar regresa a la gran pantalla con Lightyear, tentáculo de la emblemática saga Toy Story que cuenta la historia del héroe que inspira al juguete astronauta, pero la película —que se adentra en el fracaso de una misión espacial y los esfuerzos de un Buzz con la voz de Chris Evans por salvar a los suyos— tendrá que conformarse con lucirse en menos pases de los esperados. Hacer historia siendo la primera producción de Pixar en incluir una escena abiertamente LGTBI le ha costado un precio alto: 14 países de Oriente Próximo y Asia la han vetado en salas y su proyección aún está en el aire en un mercado tan importante como el chino «Tenemos el respaldo pleno del estudio», defiende Angus MacLane, director de la cinta.

Lightyear ha sido prohibida en Emiratos Árabes Unidos, Baréin, Arabia Saudí, Egipto, Kuwait, Omán, Catar, Malasia, Indonesia, Singapur, Jordania, Líbano, Siria y Territorios Palestinos por mostrar un beso entre dos mujeres. China, por su parte, ha pedido suprimir la escena del metraje, a lo que Disney se ha negado rotundamente. «Insistieron en ello, pero la compañía resolvió que la película solo debía distribuirse de la manera en la que fue concebida», confirmó a Europa Press Galyn Susman, productora de la cinta, dejando claro que en ningún momento se contempló recortar escenas para abrir la puerta de los que pusiesen pegas. Sin embargo, empleados de Pixar revelaron en marzo que ejecutivos de su matriz —Disney— habían pedido hacer desaparecer estas imágenes, finalmente recuperadas por la presión interna de los trabajadores. Al parecer es una práctica común, siempre según lo denunciado en una carta respaldada por más de un centenar de personas: «Hemos sido testigos de cómo historias, llenas de personajes diversos, regresan de la verificación corporativa en una versión reducida a migajas». 

El conglomerado ya contaba con la negativa de países como Arabia Saudí, donde ni siquiera presentó Lightyear. La sorpresa llegó con el veto de los Emiratos, que en un primer momento dieron el visto bueno a la cinta. El organismo que regula los contenidos en este territorio se limitó a decir que no obtuvo la licencia para ser proyectada porque «viola los estándares del país». La polémica, admite el director del largometraje, era algo esperado. «Sí, tenemos un beso. La pareja formada por dos mujeres ha estado presente desde el principio en la película. Ser capaces de retratar el beso era importante para nosotros, es un momento conmovedor, ellas ayudan a Buzz a entender lo que significa una relación y siempre ha sido nuestra intención darle a la audiencia algo que realmente pueda disfrutar —explica Angus MacLane—. Queremos estar presentes en el momento actual de la sociedad». 

La producción esta concebida como la historia que dejó fascinado al niño Andy, protagonista de la primera Toy Story, en 1995, convirtiendo a Buzz Lightyear en su juguete favorito, sustituto de su inseparable vaquero Woody. La película del juguete de la película de juguetes de Pixar se ha convertido, sin embargo, en campo de batalla de la lucha por los derechos LGTBI, eclipsando su vocación nostálgica de recuperación de la ciencia ficción más clásica. El ingenio, la diversión y la ternura, marca de la casa Pixar, ocupan ahora un segundo lugar. 

Lightyear es el primer estreno comercial masivo en salas el estudio de animación desde Onward, que llegó a los cines el 6 de marzo del 2020, una semana antes de que toda España se encerrase en casa para protegerse del coronavirus. Supone el tercer título consecutivo producido por Pixar realizado por un debutante en la dirección de largometrajes tras Luca, de Enrico Casarosa, y Red, de Domee Shi.