«Un espectador accidental o Las ocho de la tarde»: teatro desde el balcón en plena pandemia

E.G REDACCIÓN

CULTURA

 Escena de la obra «Un espectador accidental o Las ocho de la tarde»
Escena de la obra «Un espectador accidental o Las ocho de la tarde» Jorge Jimeno

La obra del actor Jorge Jimeno , que se representará en el CMI El Llano de Gijón, revive aquellos intensos días de confinamiento

26 abr 2022 . Actualizado a las 11:37 h.

El desconfinamiento trajo consigo el abandono del único evento social físico que la población podía disfrutar en compañía de personas no convivientes. Aquella cita de las ocho de la tarde en la que la población aplaudía en apoyo al personal que estaba en primera línea de la pandemia y que se convirtió en un símbolo de cohesión social en tiempos de Coronavirus. La obra teatral «Un espectador accidental o Las ocho de la tarde» revive este acto social (y también teatral) que puso de relieve la necesidad generalizada del contacto físico entre personas. Una obra que será representada el próximo jueves 28 de abril a las 19 horas en el CMI El Llano de Gijón.

Escrita por Jorge Jimeno y con dirección de Verónica Pérez, esta obra se centra en las situaciones excepcionales pero cotidianas de nuestra vida en pandemia. «La obra nació en plena pandemia. Llevábamos tiempo dándole vueltas a un tema del que nos gustaría hablar y en eso estábamos cuando llegó la pandemia y nos dimos cuenta de la teatralidad de los aplausos de las ocho de la tarde», cuenta Jorge Jimeno, actor y creador de la obra. 

«En la obra lo que pretendo hacer es un símil entre los vecinos y el público que está en las butacas. Cuando salíamos a los balcones, éramos actores aplaudiendo y espectadores de lo que veíamos y eso es lo que refleja la obra», explica Jimeno.

Sin embargo, a pesar de producirse el momento de creación en pleno confinamiento, «Un espectador accidental o las ocho de la tarde» no habla de la pandemia, sino de «la necesidad de los cuerpos, la necesidad de las personas de vernos, juntarnos, mirarnos a la cara o compartir un mismo momento», relata el autor. 

Una producción teatral que no pretende mandar un mensaje de desafío a las reglas, según indican desde la compañía. «Nuestra única pretensión es crear un espacio para que resuenen en el público asuntos como las reglas sociales, la hegemonía de la imagen, el lugar donde han quedado relegados los cuerpos», explica Jimeno.

La intención por tanto de esta obra es que cada espectador construya su propio mensaje, que le otorgue a la obra un sentido propio construido a partir de su mirada, lo que en opinión de Jimeno «es el mayor grado de participación que puede tomar el público, y que desde luego no requiere de ninguna tarea adicional más que la de su atención». Esta es una obra que nació en el abismo de la «nueva normalidad», con una clara intención: la apuesta irrenunciable al teatro en vivo y sin pantallas.

«Reír para pensar y pensar riendo». Este es el lema de la compañía Montajes en el Abismo, decidida a cumplir su máxima en su presentación ante el público asturiano, haciendo del humor el principal protagonista «intentando acercar el teatro a todos», incluidos aquellos que tienen menos hábito de ser espectadores y, por tanto, participes de la representación. Así, y apostando por el formato de comedia poética, a la que añaden además el componente de la música en directo a cargo del pianista Iván Sangüesa, serán dos los intérpretes, Ana de la Hoz y Jorge Jimeno, que traerán el jueves a Gijón esta producción sobre esos «curiosos» hábitos que obtenidos durante el inicio de la pandemia.