A Branagh, en «Belfast», le ha salido una película almibarada, mientras que los misterios más irresolubles del aprendizaje infantil brillan por su ausencia. Los críticos de La Voz analizan además los filmes «El cuarto de Mona» y «El pacto»
28 ene 2022 . Actualizado a las 16:28 h.Tras los recuerdos de juventud de Paolo Sorrentino en Fue la mano de Dios, ahora nos llegan las evocaciones de la infancia del actor y cineasta irlandés Kenneth Branagh. Estamos en el verano de 1969, el niño protagonista pertenece a una familia de protestantes que tiene su hogar al norte de Belfast, en un barrio de unionistas y en el medio de una calle habitada por obreros católicos. «El medio es un mal sitio para estar», dice el abuelo del chaval para concluir advirtiendo: «Y no podemos irnos todos de Belfast, solo se quedarían los locos y se pondrían sentimentales cantando Danny Boy y bebiendo Guinness».
La película comienza con la invasión violenta de los protestantes, la quema de casas católicas y la llegada de las tropas británicas pacificadoras. Barrios cercados con controles, vecinos de toda la vida enfrentados de golpe. La mirada del niño reduce al absurdo las intolerancias adultas: una colega más mayor lo arrastra a asaltar un supermercado católico y se llevan para casa el tesoro de un paquete de detergente. A pesar de algunos grandes momentos como esos, a Branagh le ha salido una película almibarada de más, mientras que los misterios más irresolubles del aprendizaje infantil brillan por su ausencia. Afortunadamente, la ternura de los abuelos —maravillosos Ciarán Hinds y Judi Dench— y la expresiva fotogenia del actorcito debutante —Jude Hill— le otorgan verdad a un guion algo acartonado.
Para huir hay que buscar otros mundos; solución: en la tele echan Star Trek. Belfast está fotografiada en un blanco y negro preciosista —la vida allí era en blanco y negro, seguro, pero quizá no tan reluciente— que contrasta con la vida de los cines, donde todo —Raquel Welch en Hace un millón de años— era en color. Los niños de la España franquista también sabíamos eso. El color y la luz estaban dentro del cine, los grises esperaban fuera.
«BELFAST»
Reino Unido, 2021.
Director: Kenneth Branagh.
Intérpretes: Jude Hill, Caitriona Balfe, Jamie Dorman, Ciarán Hinds, Judi Dench, Lewis McAskie, Josie Walker, Freya Yates, Lara McDonnell, Colin Morgan.
Comedia dramática. 101 minutos.
«El cuarto de Mona», ganas de hacer cine
Por Sabela Pillado
Hay muchas formas de hacer cine, tantas como películas, pero hay dos vías que vienen marcadas por los medios de que se dispondrán. Están las que cuentan con ayudas y subvenciones, y unos presupuestos más o menos ajustados u holgados, y por otra parte las que se erigen, casi exclusivamente, sobre las ganas de hacer cine de sus creadores.
Estas últimas no son mayoritarias, pues exigen mucho esfuerzo y sacrificio (y capacidad del autor para embarcar a todo un equipo técnico y actoral en ello), y no siempre alcanzan a ver la luz, o, de ser así, suelen acabar en circuitos más alternativos y poco conocidos para el grueso del público. Por ello es un logro que, como ocurre en este caso, se cuelen milagrosamente en las salas comerciales.
El cuarto de Mona es cine hecho con muchas ganas y pocos medios, dando prioridad a la historia sobre la estética (descuidada, caótica, básica, gamberra). Darío Autrán (director, guionista, director de fotografía, productor…) nos muestra una semana en la vida de una mujer en la crisis de los cuarenta que decide aplazar su intento de suicidio ante la inminencia de su cumpleaños. Las situaciones disparatadas in crescendo y algunos gags afortunados (el café con la amiga odiada, el casting) acompañan a una protagonista muy entregada a la causa, actores gallegos conocidos y rincones reconocibles de la geografía galaica, conformando una película lúdica y un divertimento tragicómico con mimbres de cine amateur hecho con el corazón.
«EL CUARTO DE MONA»
España, 2020.
Director: Darío Autrán.
Intérpretes: Sabela Hermida, Isabel Blanco, Xosé Bonome, Mayka Braña, Rosalía Castro, Melania Cruz, Alberto da Sinda, Manuel Manquiña.
Comedia. 73 minutos.
«El pacto», Karen Blixen, qué personaje
Por Miguel Anxo Fernández
La veterana actriz danesa Birthe Neumann es la mímesis de Karen Blixen (1885-1962). Asombra su parecido y cómo se apodera de la escritora, de la que emerge en El pacto una personalidad compleja, sifilítica —contagiada por su marido en África—, traumatizada por la muerte de su amante —el cazador Denys Finch Hatton accidentado con su avioneta en Kenia—, y casi al límite de la psicopatía, en un dibujo que sorprenderá a los seguidores de la autora de Memorias de África (1937), aunque al tiempo el guion refuerza su condición de mujer lúcida y adelantada a la época. Basado en las memorias del también escritor danés Thorkild Bjørnvig (1918-2004), el académico y formalista Bille August, uno de los grandes del actual cine danés, doble ganador de la Palma de Oro en Cannes con Pelle, el conquistador (1988) —además del Óscar— y la bergmaniana Las buenas intenciones (1992), brinda un retrato que traspasa la pantalla gracias al magnetismo de Neumann.
El filme sitúa al espectador en 1948. Blixen regresó a su país dispuesta a prolongar su carrera literaria, a la vez que, en su residencia, ejerce de perfecta anfitriona entre la élite cultural de la época. Conoce a un joven poeta casado y con un hijo, el citado Bjørnvig, al que desea tutelar para introducirlo en los ambientes intelectuales y convertirlo en gran escritor. Para ello le propone un pacto por el que deberá residir con ella. Se trata de una relación profesional, sin otras connotaciones, que ella deja muy claras. A partir de ese momento, August ofrece un entramado de situaciones emocionales cuyo desenlace no se intuye —excepto para el espectador informado—, administrado en progresión pero sin el recurso al efectismo y la truculencia. Deja la película poso de elegancia formal, sin menosprecio de interesantes apuntes en torno al mundillo cultural de la época, y sin recargar. Finalmente, Karen Blixen, qué personaje.
«PAGTEN»
Dinamarca, Suecia, 2021.
Director: Bille August.
Intérpretes: Birthe Neumann, Simon Bennebjerg, Asta Kamma August, Nanna Skaarup Voss, Anders Heinrichsen, Marie Mondrup.
Drama biográfico. 115 minutos.