Julia Navarro «Esta es una novela que se ha escapado de la primera página de los periódicos»
CULTURA
«Intento explicar el recorrido vital de alguien que se convierte en terrorista», dice la escritora que presenta «De ninguna parte»
01 dic 2021 . Actualizado a las 09:21 h.Campo de refugiados en el sur del Líbano. Abir, un niño, ve como los soldados matan a sus padres y a su hermana. Entre los israelíes que lo hacen está Jacob, que cumple el servicio militar obligatorio. A pesar de sus reticencias empuña un arma. Esa noche Abir le amenaza con una piedra y jura venganza. Jacob, de padres franceses y educado en el Líbano, vive en Israel. A veces recuerda la voz de aquel niño. No sabe que ha huido a París con su hermano. Y con el ansia de venganza. Son los protagonistas de la octava novela de Julia Navarro, De ninguna parte (Plaza & Janés). Tras hablar de ella en Vigo, ayer lo hizo en la librería Bululú de A Coruña y hoy, miércoles, a las 18.30 horas, estará en la librería Cronopios de Santiago.
—¿Cómo se ha metido en la piel de un terrorista?
—Tengo esa pulsión por viajar siempre al abismo de la condición humana. Creo que no hay mayor abismo que el de alguien que se dedica a sembrar el horror y la muerte como es un terrorista. No ha sido fácil. Lo que hago es meterme en su piel para acompañarle, no para disculparle. Todo lo contrario: intento explicar cual es el recorrido vital de alguien que termina convirtiéndose en un terrorista.
—¿Es una novela de acción?
—Sí, pero que invita a la reflexión sobre algunas de las cosas que están pasando en nuestro mundo, hoy, ahora. Invito a los lectores a que reflexionen y saquen sus conclusiones porque no estoy aquí para dar lecciones de moral a nadie.
—¿Sobre qué deben reflexionar?
—En la novela hay tres reflexiones. La primera el enfrentamiento oriente-occidente. No somos capaces de que se reduzca esa brecha. La segunda, el desarraigo, la tragedia que supone para millones de personas tener que dejar su casa, su familia, su vida, sus valores... huyendo de la violencia, de la miseria de la guerra. A veces la civilizada Europa no está a la altura de las circunstancias. Lo estamos viendo estos días con lo que está sucediendo en Calais. ¡A mi me parece vergonzoso!...
—¿Tercera reflexión?
—El papel de los medios de comunicación en esta sociedad que es la del entretenimiento, sobre todo en los medios audiovisuales. Ahora nos cuentan las mayores tragedias entreteniéndonos. A mi eso me horroriza porque pienso que la información tiene que estar separada del entretenimiento. Veo lo del volcán de La Palma y hay momentos en que te lo están contando y parece que es una película. ¡Y es una tragedia!
—Un poema que conocerá, «Palabras para Julia», dice: «Tú no puedes volver atrás / porque la vida ya te empuja / con un aullido interminable,...». ¿Le pasa a los protagonistas de su novela?
—Creo en la libertad del hombre. Nadie está condenado de antemano a que su vida vaya en una dirección, pero a veces las circunstancias pesan, no somos capaces de encontrar la dirección que queremos. Mis dos protagonistas son como marineros en medio de un naufragio.
—El editor se habrá sorprendido de que sea un libro tan corto..
—[Risas]. Yo no pagino cuando escribo, con lo cual nunca sé si voy por la página 500 o por la 1.200. Cada historia necesita un espacio para ser contada y nunca me ha preocupado el volumen de mis novelas. Y es verdad que el editor se sorprendió. Los editores prefieren novelas de 300 páginas porque todo el mundo va muy deprisa, nadie tiene tiempo. La lectura es otra cosa: es un tiempo con uno mismo, no tiene por qué haber prisa en leer un libro.
—Habría que pararse un poco...
—Sí, a veces no tenemos tiempo ni para estar con nosotros mismos. Este año, por primera vez, he hecho el Camino de Santiago y para mi ha sido una de las experiencias más impactantes de mi vida. Fue una experiencia, un parar el reloj y encontrarte contigo misma. Es una experiencia apasionante y también dura. No tenemos tiempo de reflexionar quién somos o en qué nos hemos convertido o qué queremos o dónde vamos. Me he vuelto una entusiasta y una propagandista del camino. A todo el mundo le digo que tiene que hacer el camino, de hecho yo lo voy a volver a hacer en 2022.
—¿Añora el periodismo?
—En absoluto, aunque esta es una novela que se ha escapado de la primera página de los periódicos. Estamos acostumbrados a ver en las primeras páginas «Atentado en...». «Detenido un islamista...». Los periodistas creo que leemos los periódicos con otros ojos. ¿Que está pasando? ¿Por qué ese odio hacia occidente?. Estos días se celebra en París el juicio contra los autores del atentado contra la sala Bataclan. Estoy leyendo las crónicas y pensaba que alguno de los personajes del juicio parece que se ha escapado de mi novela.