Reabre por fin tras el largo hiato de la pandemia la sede de la Fundación María Cristina Masaveu Paterson en Madrid. La familia asturiana exhibe en pleno centro capitalino todo su músculo artístico, una colección que sigue creciendo día a día, con 11 nuevas compras que se han incorporado a la exposición sobre la pintura española del siglo XIX que se puede ver a partir del 5 de octubre. Se trata de pinturas de autores como Raimundo de Madrazo, Eduardo Rosales, Darío de Regoyos o Pérez Villamil, algunas de ellas vinculadas a colecciones extranjeras, recuperadas para el patrimonio artístico español. Las 11 compras se unen al resto de la muestra, comisariada por Javier Barón, y que incluye obras de Goya, Fortuny, Sorolla (nada menos que 25 cuadros), Anglada-Camarasa, Zuloaga o Ramón Casas. La potencia de fuego artística de los Masaveu apenas tiene parangón en España y se sigue incrementando con nuevas adquisiciones, como marca la tradición de la saga: han abierto las puertas al Street art, con Banksy o Keith Haring.
La apertura de la sede madrileña, relativamente cerca del triángulo del arte (Prado, Reina Sofía, Thyssen, un trío de talla mundial) aleja el viejo sueño de algunos políticos asturianos de los años 90 que soñaron con atraer toda la colección Masaveu, paso a paso, al Museo de Bellas Artes para crear una pinacoteca de talla internacional. El sueño se ha esfumado de momento, aunque la posibilidad de exhibir temporalmente fondos debería estar en la mesa del Gobierno regional. Al fin y al cabo, daría menos dolores de cabeza que el patrimonio de los Selgas-Fagalde.