La soprano ya preocupó a sus fans hace meses cuando fue vista en silla de ruedas
03 ago 2021 . Actualizado a las 18:22 h.Nuevo susto de salud para Ainhoa Arteta. La soprano se ha pasado diez días en la uci por un cólico nefrítico, según informa la revista ¡Hola!. Los últimos meses han sido especialmente duros para la artista y este es un nuevo bache personal que parece que ya ha superado. Ainhoa Arteta ya está en planta recuperándose de una dolencia que a priori no reviste gravedad, pero que en su caso se complicó por una infección y fue necesario su ingreso en uci.
Su ingreso hospitalario le ha obligado a cancelar varios de sus compromisos, en concreto uno en Soria y otro en Jerez de la Frontera, pero mantiene el del 14 de agosto en el auditorio Parque Torres, en Cartagena, y el del 18 de agosto en el Starlite Catalana Occidente en Marbella junto a Plácido Domingo. Pero aún no se sabe si finalmente podrá realizarlo.
En silla de ruedas por el covid-19
El año de Ainhoa Arteta, que compagina su carrera artística con incursiones en la televisión, como MasterChef Celebrity o su reciente aparición en Mask Singer, ha sido muy delicado en cuanto a salud.
El pasado mes de abril un vídeo en silla de ruedas que ella misma colgó en su cuenta de Instagram hizo saltar todas las alarmas. ¿Qué le había pasado a la soprano? Ella misma lo explicaba poco después. Arteta se contagió hace dos meses de covid-19 y aunque no tuvo que ser ingresada, lo pasó bastante mal. «No fui asintomática, me afectó a los bronquios y casi me baja a los pulmones. Y obviamente, con mi profesión, tuve bastante apuro», aseguró. Cuando parecía que estaba recuperada, la artista sufrió un nuevo revés. «Que no cunda el pánico, que estoy muy bien», intentaba tranquilizar a sus fans.
Ainhoa Arteta sufrió un edema como consecuencia del coronavirus y ahora debe ir en silla de ruedas. «Se me han inflamado las venas dentro de las rótulas de los huesos», aclaró y le han indicado que guarde todo el reposo que sea posible. «Confío en que podamos quitar la inflamación y que sean unos efectos secundarios de este bicho, que cuando parece que has pasado todo, de repente te quedas como me quedé yo el otro día, sin poder andar», explicaba esperanzada.
«Javier Carmena vale para todo, para tocar el piano y para llevarme en silla de ruedas. Ay Dios mío, qué vida, la vida del artista», añadía desde el aeropuerto.