La película dirigida por Cate Shortland está especialmente pensada para fans de Marvel y del mundo Vengadores
17 jul 2021 . Actualizado a las 10:07 h.Como es habitual en las películas de superhéroes de los estudios Marvel, al final del metraje, tras diez minutos de créditos de salida por los que desfilan miles de nombres, aparece la inevitable coda de dos minutos, situada en un cementerio, donde la «nueva viuda negra» recibe su próxima misión. Tras resistir heroicamente hasta ahí, uno solo puede pensar en el loco e inflado peso del negocio seriado del Imperio Americano.
Hemos llegado exhaustos, sí. Y es algo que nos duele, como veteranos cinéfilos que vivimos la adolescencia leyendo la primera edición española de los superhéroes Marvel -en blanco y negro, remontada-, publicada a comienzos de los setenta por ediciones Vértice.
En verdad, el agotamiento de este negocio americano es el crepúsculo de Hollywood que, a estas alturas, nos viene con un canto a la familia -por muy bastarda que sea- y al modelo americano frente a los malvados rusos. El personaje de Ray Winstone, diabólico general Dreykov, aspira a eliminar el libre albedrío y está tan trasnochado que lloras de risa. Los herederos del soviet han robado y entrenado unas decenas de niñas para que sean viuditas negras al servicio de un perverso futuro. Pero ahí llega Scarlett Johansson y su hermanita Florence Pugh -notable en la serie La chica del tambor- para rescatar a las abducidas.
Que conste que, a pesar del mensaje nauseabundo y del desperdicio de casting -William Hurt visto y no visto con cara de tres bypass, Olga Kurylenko escondida tras un traje de neorobot-, también hay razones para entretenerse. La directora de Lore da el salto desde el cine reflexivo a la irreflexión total, pero con cierta gracia y hasta algo de espíritu provocativo.
Vagando entre localizaciones en Marruecos, Bahamas, Noruega o Budapest y por los inevitables platós de Pinewood, la realizadora australiana intenta darle un giro femenino al mundo Marvel. Además, hay pequeñas perversiones, jugueteando con las constantes del género de superhéroes, con un comentario divertido a costa de la música del Bond de John Barry.
Y se frecuentan las situaciones incorrectas malintencionadas, como ese diálogo entre padre -David Harbour, genial con su look Rasputín- e hijas que le narran al progenitor como la organización Sala Roja les aplicó una histerectomía gratis.
En fin, y en cualquier caso: evítese ver la película si no se es fan de Marvel y del mundo Vengadores.
«BLACK WIDOW»
EE.UU.-Australia, 2021,
Directora: Cate Shortland.
Intérpretes: Scarlett Johansson, Florence Pugh, David Harbour, Ray Winstone, Rachel Weisz, William Hurt, Olga Kurylenko.
Acción. 134 minutos.