Carlos Ruiz Zafón fue recordado este jueves en un homenaje del mundo de la literatura, la edición y su ciudad natal, Barcelona, en el primer aniversario de su fallecimiento -que se cumple el sábado 19 de junio-, en el que todos han coincidido en definirlo ya como «un clásico». El mismo Salón de Ciento del Ayuntamiento en el que pronunció en el 2004 el pregón de las fiestas patronales (la Mercè) acogió el encuentro en el que han participado su viuda, Mari Carmen Bellver, el presidente del grupo Planeta, José Creuheras, y la alcaldesa, Ada Colau, así como sus amigos. En la sala sonaron algunas de las composiciones musicales creadas e interpretadas por el propio Zafón.
Además, se han proyectado dos piezas audiovisuales: un recorrido por la Barcelona literaria que inmortalizó en sus libros, y una selección de testimonios de algunos de sus lectores, que han deslizado el encargo a la alcaldesa de crear un cementerio de los libros olvidados. En otro vídeo, Zafón confiesa que «la Barcelona del cementerio de los libros olvidados más que un escenario es un personaje, al que quería darle una personalidad, una atmósfera, y al que quería escribir escenas para que se pudiera lucir».
Ruiz Zafón (Barcelona, 1964-Los Ángeles, 2020) sigue siendo el escritor español más leído en todo el mundo después de Cervantes y sus obras han sido traducidas a más de cincuenta idiomas.
Se dio a conocer en 1993 con El príncipe de la niebla, pero la mayor notoriedad le llegó cuando en el 2001 publicó La sombra del viento, primera novela de la que después fue saga de El cementerio de los libros olvidados, que completó en quince años.
Eduardo Mendoza, otro de los escritores fetiche de la Barcelona literaria, presente en el homenaje, recordó cómo enseguida conectaron por intereses comunes: «Mezcla de clásicos castellanos, los programas de televisión americanos, la experiencia de Hollywood y más tarde coincidimos en Londres, casi puerta con puerta, donde sentía que podía ser él mismo, que se podía expresar de manera espontánea, y donde nació una amistad de veraneo que acabó prematuramente».