Emma Suárez: «La interpretación es un medio de conocimiento del ser humano»
CULTURA
La medalla de oro al Mérito en las Bellas Artes distingue la carrera de la actriz
31 dic 2020 . Actualizado a las 08:52 h.Haberse iniciado muy joven en la profesión, su talento como actriz y saber elegir proyectos singulares le han permitido a Emma Suárez (Madrid, 1964) disfrutar de una dilatada y reconocida trayectoria como intérprete de cine y televisión. A los tres premios Goya con los que ya cuenta, se suman ahora la concesión de la medalla de oro al Mérito en las Bellas Artes y una nominación en los premios Iris como mejor actriz por su trabajo protagonista en Néboa, una producción de Voz Audiovisual para Televisión Española.
-¿Un reconocimiento a una carrera como esta medalla es un buen pretexto para hacer balance?
-Un galardón de esta categoría es muy significativo, sobre todo en este momento es una alegría a punto de acabar este 2020, que ha sido tan duro, tan difícil. Cualquier buena noticia nos alegra muchísimo. Y además, el hecho de compartirlo con personas a las que siempre he admirado y amigos, como Álvaro de Luna, que era alguien muy cercano, no solo en el aspecto profesional, también en el personal, alguien con quien trabajé muchas veces y un buen amigo al que quería mucho y sentí mucho su pérdida. También me pone muy contenta el premio a Adriana Ozores, mi compañera en la película de Gracia Querejeta Invisibles; a Rosario Flores, a quien conozco desde hace años, al compositor Hans Zimmer… Hay personas y profesionales muy importantes. Antonio Resines, Antonio Canales, Sara Baras…
-Entre las medallas hay una nutrida presencia de personas vinculadas al cine, una industria que lo está pasando mal en estos momentos pero que también se ha demostrado su valor, como otras creaciones culturales.
-Yo creo que es imprescindible. Para la formación de la educación de las personas, de un país. En ese sentido, creo que la cultura durante el confinamiento ha sido absolutamente necesaria, como la sanidad, ¿no? Y reconocer los méritos de estos departamentos debería ser normal, no algo extraordinario.
-¿Cómo llevó el confinamiento?
-Tranquila. Con mis hijos, en casa. La verdad es que fue un tiempo de silencio, de parar el tiempo, también. Aprovechar ese tiempo para meditar, estar en familia, hablar con las personas que lo necesitaban más, tratando de apoyar movimientos solidarios, porque fueron momentos muy difíciles, empatizar con la gente que más lo necesitaba y estar un poco alerta a las personas que podían necesitar ayuda. También es verdad que llevaba tiempo trabajando sin parar, acababa de terminar la serie Néboa, en Galicia, que había sido un rodaje muy intenso que había disfrutado muchísimo en vuestra tierra, que echo de menos y que estoy deseando volver. Es verdad que tiene algo salvaje y personal, es única. Echo de menos la luz, el mar, el viento, también amigos que hice ahí, ya para siempre. Necesitaba parar, creo que lo necesitábamos todos.
-Ha comentado que de no ser actriz se habría dedicado a la filosofía o el periodismo. ¿Concibe otra vida sin la interpretación?
-Hombre, yo era muy joven cuando empecé. Estaba, como ahora, porque uno nunca termina ese proceso de búsqueda, haciéndome preguntas sobre el sentido de la vida y la existencia: a qué hemos venido aquí. La interpretación es un medio de conocimiento del ser humano. Me ayuda a empatizar con el otro, no solo investigar en mí, en mi persona, sino también en el prójimo, en las emociones. Creo que si no hubiera sido actriz quizá por eso también me interesaba la filosofía y el periodismo, lo que tiene que ver con el conocimiento y la información, la psicología. Pero la vida me llevó a este lugar y creo que no nos hemos equivocado [risas].
«Me siento muy orgullosa de haber participado en una serie del nivel de ‘Néboa'»
Emma Suárez guarda muy buen recuerdo de su paso por Galicia para grabar Néboa, tanto en lo profesional como de su estancia en la casa rural Aldea Lamacido.
-¿Lo anota en el capítulo de cosas positivas del 2020?
-Sí. Sí, porque se estrenó en enero del 2020. Me han nominado también por ese trabajo para los premios Iris. Estoy muy orgullosa de haber participado en una serie de ese nivel. Creo que hicimos un buen trabajo. El equipo se entregó y eso al final se ve en el resultado.
-El bum de las series ha abierto nuevas posibilidades...
-Creo que se están haciendo grandes trabajos, series muy cuidadas. Acabo de empezar a ver, por ejemplo, otra serie que se ha grabado en Galicia, El desorden que dejas. Tenemos muy buenos profesionales, hay mucho talento en el medio audiovisual, a todos lo niveles, técnico y actoral. El hecho de poder desarrollarlo, de poder expresarlo en las plataformas, es un alivio. Antes había mucha gente sin trabajo y en las series hay cabida para mucha gente. Pero me asusta el hecho de que la gente deje de ir al cine, que perjudique a las salas y que cierren. Sí que es verdad que al haber tanta oferta en la televisión y las plataformas la gente se vuelve perezosa a la hora de ir a las salas. Hay plataformas que estrenan películas en televisión y las salas simultáneamente. Eso me asusta, porque creo que ir al cine es un ritual, el hecho de compartir en una sala, en la oscuridad, con una pantalla grande, con gente anónima a la que no conoces, me parece algo muy especial. Que eso se pierda es una pena. El otro día fui al cine a ver The Father. Es una experiencia. Anthony Hopkins es un festival de deleite, cómo trabaja. Y la chica que hace de su hija, Olivia Coleman, maravillosa, también. Un despliegue, increíble. Esa película, si la ves en televisión o el ordenador, no tiene nada que ver. Está muy bien que haya series, oferta, yo trabajo para todo esto, pero ¿la consecuencia será que se cierren las salas?