Lorenzo Silva asegura haber esperado el «momento oportuno» para escribir sobre ETA

la voz REDACCIÓN

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El escritor madrileño Lorenzo Silva, en la Semana Negra de Gijón
El escritor madrileño Lorenzo Silva, en la Semana Negra de Gijón Alberto Morante

El escritor madrileño pesenta su último libro «El mar de Corcira» en la Semana Negra de Gijón

05 jul 2020 . Actualizado a las 18:09 h.

El escritor madrileño Lorenzo Silva ha esperado el «momento oportuno» para poder escribir sobre la ETA y la lucha antiterrorista «con la prudente distancia del tiempo» en su última novela negra, El mal de Corcira, que presentó en la Semana Negra de Gijón. El autor ha considerado que en términos generales la sociedad española está madura ahora para hablar de lo que ha significado la banda terrorista ETA y la lucha antiterrorista con un grado de comprensión equidistante.

Silva ha dicho que antes de la disolución de ETA no habría podido escribir una novela como El mal de Corcira, en la que el personaje del subteniente Rubén Bevilacqua empatiza con un antiguo colaborador de la banda terrorista víctima de un asesinato. El escritor ha admitido que obligó a su personaje a superar la «paradoja» de buscar justicia para un hombre que ha estado vinculado a la banda que había asesinado a cientos de sus compañeros guardias civiles.

En su última novela, Silva desvela algunos aspectos desconocidos de los comienzos de la carrera de Bevilacqua en el País Vasco que forjaron su personalidad y su forma de ser y lo deja sólo en la investigación del caso sin su habitual compañera Virginia Chamorro. Sus superiores le ordenan al subteniente trasladarse a Baleares para investigar un caso que aparentemente responde a las claves de un crimen pasional, aunque se abren otras opciones al identificar a la víctima con un vasco que había sido condenado por colaboración con ETA.

En la presentación del libro, Silva ha dicho que tardó tres años en escribirlo y que la disolución de la banda fue un factor que contribuyó a que pudiera hacerlo. Ha reconocido haber tenido que esperar a que «la historia sedimentara» y que se dieran las condiciones para que los protagonistas de los acontecimientos reales «se animaran a hablar sin temor». El autor ha asegurado que la historia es una ficción que responde en un 90% a hechos reales y está basada en los testimonios que obtuvo de guardias civiles e incluso de terroristas.

El mal de Corcira es la décima novela de la serie y está ambientada en Baleares porque el autor ha considerado que los territorios insulares son un poco enigmáticos y tienen sus propias claves. Ha asegurado haber elaborado la historia con «miles de detalles estrafalarios e increíbles que fueron acontecimientos absolutamente reales». Silva se ha manifestado convencido de que «toda la literatura nace de la tradición oral» y por eso sus mejores fuentes de documentación son los relatos de la gente que ha vivido esas experiencias, según informa Efe.