Las gallegas protagonizaron un escándalo a principios del siglo XX al casarse por la iglesia
26 jun 2020 . Actualizado a las 08:58 h.El 8 de junio de 1901, más de un siglo antes de la legalización del matrimonio homosexual en España, Marcela Gracia Ibeas y Elisa Sánchez Loriga se casaron en A Coruña, haciéndose pasar por una pareja heterosexual. Su historia de amor y transgrsión, que en su día protagonizó la portada de La Voz de Galicia, ha sido objeto de diversas investigaciones, entre ellas la realizada por Narciso de Gabriel Fernández. Marcela y Elisa han sido además la inspiración de películas, exposiciones, obras de teatro, y ahora, también, un cómic.
En el marco de la Semana del Orgullo, El Consello da Cultura Galega (CCG) presentó «Elisa y Marcela», un cómic guionizado y dibujado por la artista Xulia Vicente. Esta iniciativa se suma a las propuestas con las que la institución conmemora, a través de su Sección de Pensamiento, el Día del Orgullo LGTBI+, que se celebra cada 28 de junio.
«Sentí una responsabilidad tremenda porque no estoy acostumbrada a hacer guiones y mucho menos a trabajar sobre historias reales y comencé a hacer una intensa labor de investigación» explica Xulia Vicente. En esa labor de documentación, Vicente realizó un recorrido por la historia de A Coruña de principios de siglo, por su atuendo, por el mundo de las disputas dialécticas improvisadas y por la forma de entender la sociedad de una época. El resultado es un trabajo de 32 páginas dibujadas en lápices que cuenta cómo estas dos mujeres pioneras consiguieron burlar a la iglesia y las normas de la época para convertirse en el primer precedente del matrimonio homosexual en España.
La publicación está disponible de manera gratuita en el sitio web del Concello da Cultura Galega y se presenta acompañada de un making of en el que la creadora explica el proceso de elaboración de este trabajo al tiempo que dibuja la portada del cómic.
« Elisa e Marcela non é a historia dun «casamento sem homem». Elisa e Marcela é unha historia de amor e de liberdade. Velaí a súa transgresión», escribe Vicente como epílogo al cómic.