Adiós a Pepe Martín, rostro de «El conde de Montecristo»

La Voz REDACCIÓN / LA VOZ

CULTURA

XOAN CARLOS GIL

Hombre de teatro, su carrera estuvo siempre vinculada a su papel de Edmundo Dantés en la serie de TVE

09 jun 2020 . Actualizado a las 08:58 h.

El actor barcelonés Pepe Martín, el popular protagonista de la serie de TVE El conde de Montecristo y una de las voces emblemáticas de la escena española, falleció en Madrid a los 87 años a causa de una patología cardíaca, según informó a Efe la productora y distribuidora Concha Busto. El actor, que llevaba varios años retirado del teatro, se puso enfermo el pasado miércoles y fue atendido en el hospital, pero ante su mejoría fue enviado de nuevo a su domicilio, pese a que se encontraba muy cansado. El domingo sufrió una crisis de la que se pudo recuperar.

José Martín Balcells, Pepe Martín, nacido el 7 de septiembre de 1932, estudió Derecho, se licenció y cursó durante tres años Derecho Internacional en París, donde descubrió que quería ser actor. Comenzó con el Teatro Nacional Popular francés, con un papel en la comedia inglesa Ejercicio para cinco dedos y luego vinieron Largo viaje hacia la noche y El rey leal.

Regresó a España y se incorporó a Televisión Española en la producción que dirigía Juan Guerrero Zamora El galán del bosque petrificado, y a partir de entonces se convirtió en uno de los galanes de moda. Pero su máxima popularidad llegó con la interpretación del papel de Edmundo Dantés en la serie de TVE El conde de Montecristo, que se grabó en 1970.

Luego pasó a ser primer actor de la compañía Tirso de Molina, de Festivales de España, y lo combinó con el cine, con producciones chilenas y argentinas. En 1977 protagonizó también en TVE la serie Larra, con guion de Ricardo López Aranda.

A comienzos de los 80 estrenó en Madrid junto a Juan Diego El beso de la mujer araña, del argentino Manuel Puig, con la que tuvo también un gran éxito en Barcelona y por la que consiguió el Premio de Interpretación de la Crítica de Bilbao.

En 1985 protagonizó la obra de teatro Los abrazos del pulpo, de Vicente Molina Foix, en la que también intervinieron Julieta Serrano, Lola Gaos y Javier Gurruchaga.

Dos años después, rodó en Santander la película Oficio de muchachos, basada en la novela de Manuel Arce y dirigida por Carlos Romero Marchent.

En 1989 trabajó en la dramaturgia de una obra basada en Antonio Machado, Cartas a Guiomar, que escribió Andrés Amorós con motivo del cincuentenario de la muerte del poeta sevillano.

Ese mismo año, rodó en Finlandia a las órdenes de Rauri Mollberg la película Amigo, camarada, en la que se refleja la vida de los mineros.

Junto a su gran amiga la actriz Charo Soriano, protagonizó varios recitales a comienzos de los 90 -Poemas a dos voces- e hizo con Victoria Vera una versión de Lulú, de Wedeking.

A mediados de 1995 volvió a los escenarios con El beso de la mujer araña, en esta ocasión con Jorge de Juan, al tiempo que seguía con sus recitales de poesía, como el que presentó en 1996 en homenaje a Alberti, el que protagonizó dedicado a Gerardo Diego o el que hizo con María Jesús Valdés dedicado al matador de toros Manolete.

El derribo, de Gerardo Malla, con Manuel de Blas, Paco Casares y Ana María Barbany; La caída, que protagonizó y codirigió con Ronald Brower, basado en la obra de Camus, y Don Juan Tenorio, marcaron su paso por el teatro en los últimos tiempos.

Películas como La conjura de El Escorial (2008) o Fuera de carta (2008) y su intervención en varios capítulos de la serie de TVE Cuéntame fueron algunos de sus últimos trabajos.