Netflix estrena hoy la tercera temporada de esta serie adolescente de éxito mundial, que se plantea como un fin de ciclo para una promoción sacudida por la tragedia
13 mar 2020 . Actualizado a las 11:02 h.Mientras todos los estudiantes españoles permanecen encerrados en sus casas por la emergencia sanitaria, los alumnos del prestigioso colegio de Las Encinas regresan hoy a clase con la tercera temporada de la serie española Élite, de Netflix. Es su último curso en el instituto. Las universidades de mayor prestigio del mundo vienen a reclutarlos con seductoras y caras ofertas. Pero para ellos la vida sigue siendo mucho más complicada que para cualquier adolescente.
En el primer episodio de la serie, Polo regresa al instituto con todo el peso de la sospecha sobre él, pero no tendrá fácil volver a integrarse entre sus compañeros. Tan difícil lo tendrá que enseguida se desvela que cinco meses más tarde él se convertirá en el siguiente muerto. La clave de la temporada será ir descubriendo todas las circunstancias dramáticas que van envolviendo de nuevo a esta promoción marcada por la tragedia y van conduciendo a este nuevo crimen. Otra sacudida para sus miles de seguidores será la grave enfermedad que padece de Ander en estos capítulos, en los que nuevos alumnos llegan a las aulas.
«La tercera temporada va a añadir intensidad y emoción. Es como un fin de ciclo. Es una temporada muy satisfactoria, porque todo lo que teníamos abierto por fin se cierra con un final a toda la trama de misterio de la muerte de Marina y creo que el fan lo va a recibir con mucho agrado», aseguran los creadores de la serie, Darío Madrona y el gallego Carlos Montero.
Ambos confiesan que habrá un giro que va a sorprender a sus seguidores: «Es una temporada en la que hemos llorado mucho, no porque lo hayamos pasado mal, sino porque ha sido muy emocional». Montero y Madrona no tienen la sensación de haber sido nunca transgresores con esta serie sobre adolescentes desfasados. «Hemos tenido la sensación de contar historias y dejar que otros quizá se escandalicen en algún momento, pero no hemos querido romper tabúes. Siempre hemos buscado el subir de intensidad cada temporada, pero no tiene que ser siempre la misma. La segunda temporada era más golfa y más intensa -reconocen-. En esta temporada hemos subido la intensidad desde un lado más emocional. Contamos la historia desde el punto de vista de unos personajes que están a punto de acabar el instituto, de enfrentarse a decisiones de la vida adulta, de dejar atrás a sus amigos, sus amores... Todo tiene un componente más intenso. Esto hace que cada temporada tenga una personalidad propia y sea un poco distinta, si no nos estaríamos repitiendo demasiado».
Según explican los guionistas, la temporada que despedirá a esta promoción de alumnos y cerrará el crimen de Marina tendrá «un cierre satisfactorio». «Como creadores nos apetecía darle un final y una respuesta a cosas que nosotros mismos no sabíamos bien cómo íbamos a responder -subrayan Montero y Madrona-. Esto es lo chulo, cuando empiezas a crear tramas y personajes mola estar siempre en el filo, en la encrucijada de lo que tú crees que debe ser o no. En la sala de guionistas hablamos mucho de qué final darle, hablamos mucho de la culpa, del perdón, de la redención. Son temas que no tienen una fácil solución y, en ese sentido, van a sorprender algunas decisiones que toman los personajes».
En la nueva temporada de Élite muchas cosas están en juego, y, al menos en su arranque, la serie está a la altura de lo que lleva meses esperando el público de todo el mundo que la ha convertido en serie estrella del maratón de Netflix. Los guionistas apuntan cuáles pueden ser las razones de su gran repercusión: «Para nosotros el éxito radica en las cosas que más nos gustan a nosotros de Élite, como haber tratado a los adolescentes como adultos, haber creado una trama de misterio coherente, con enjundia y mucho interés; y haber tratado los temas de frente. Es una mezcla de todo eso, la suerte, el momento, la plataforma... Evidentemente esta serie hecha en otro sitio no tendría el mismo éxito», subrayan.
«El cine con mayusculas hace mucho que es cine con minúsculas»
Sobre el debate que surgió alrededor de los pasados premios Goya acerca del tiempo que los jóvenes dedican a las series en detrimento del «cine con mayúsculas», los creadores de Élite opinan: «El cine en mayúsculas hace mucho que es cine en minúsculas. Cada vez hay menos obras que sean importantes. Las sigue habiendo, evidentemente, pero hubo una edad dorada del cine en los setenta y ochenta que ahora está un poco paupérrima y ahora esa edad dorada se está viviendo en la tele», subraya Carlos Montero.
Darío Madrona asegura que «no es responsabilidad de la tele que de repente la gente vaya menos al cine para ver películas que en el fondo no son muy mainstream. Es verdad que hay un tiempo finito para el ocio y ahora las series ocupan mucho de ese tiempo, pero son públicos distintos. Hay una cosa un poco antigua en pensar que si no se hicieran series de repente el público se iba a lanzar al cine».