La historia real de uno de los mayores robos de la historia británica, llevado a cabo por un grupo de hombres con una media de 62 años, llega como miniserie a Filmin
25 feb 2020 . Actualizado a las 08:58 h.Durante los tranquilos días festivos de la Semana Santa del 2015, un robo de película tuvo lugar en el depósito de seguridad de Hatton Garden, en Londres, cuyos clientes eran principalmente los joyeros de lujo que trabajan en la zona. Ladrones disfrazados como empleados de la empresa de gas se deslizaron por el hueco de un ascensor para llegar a la cámara acorazada. Después, con ayuda de un taladro de obra, atravesaron paredes reforzadas de dos metros de grosor para acceder a 73 cajas de seguridad. Una vez dentro, se llevaron alrededor de 16,6 millones de euros en oro, joyas y piedras preciosas. Aunque una alarma de seguridad se disparó, Scotland Yard consideró que todo estaba correcto.
Fue uno de los mayores robos de la historia británica y sus protagonistas no fueron los fornidos protagonistas de Ocean’s Eleven, sino un grupo de hombres maduros de entre 48 y 75 años.
Esta es la historia real de un golpe propio de Hollywood preparado entre cervezas en algún pub británico. Después de inspirar películas como Rey de ladrones, de James Marsh, y Un golpe a la inglesa, de Ronnie Thompson, ahora se convierte en el eje de la miniserie de cuatro episodios El último gran robo, que hoy llega a Filmin.
Los ocho hombres que fueron condenados por aquellos hechos tenían una media de edad de 62 años y entre todos sumaban cerca de 500 años.
En la ficción, el líder de esta banda de atracadores es Timothy Spall (mejor actor en el Festival de Cannes en el 2014 por su papel en Mr. Turner).