La película, producida por Filmax, aunque juega en la más modesta división europea, consigue estar a la altura en cuanto a entretener a su audiencia natural
10 ene 2020 . Actualizado a las 08:49 h.Entre el nutrido cancionero de los míticos payasos de la tele -cuando TVE era empresa momopolística y su audiencia millonaria-, primero Gaby, Fofó y Miliki, y después sus descendientes, entre ellos Milikito (ahora Emilio Aragón), La gallina Turuleca fue uno de los temas que los niños de la época se sabían de memoria, junto a otros como Hola, don Pepito o, claro, Había una vez... un circo. En la película suenan algunas de estas canciones además de la que le da título y adapta el compositor Sergio Moure con eficaz soltura, a sabiendas de que los primeros destinatarios del filme son los más pequeños, mientras sus padres disfrutan del fuerte aroma a nostalgia que desprende el conjunto.
Nadie en su sano juicio -los coproductores, los primeros- se propone optar a un ochomil a lo Pixar, Disney, Blue Sky o cualquier otra multinacional, sobre todo porque aquellos disponen de mucha pasta, que no es el caso. Ahí La gallina Turuleca, producida por Filmax, aunque juega en la más modesta división europea, logra estar a la altura en cuanto a entretener a su audiencia natural.
Eva Hache pone voz a la protagonista y José Mota se encarga del villano Armando, con lo cual el resultado gana en valor añadido. El dibujo coquetea con la ilustración para niños, al no poder alcanzar la sofisticación de movimiento a que nos tienen acostumbrados otros productos, pero eso no resta efectividad a la historia de una gallina algo enclenque, un desastre como ponedora, pero que llega al corazón de una profesora de música jubilada, que la adquiere para su pequeña granja. La sorpresa está en que puede hablar y lo de producir huevos pasa a ser secundario. En esto se cruza un circo en crisis, un crío emprendedor y un malote que quiere arruinarlo, sazonado todo con pequeñas peripecias entre las que se intercalan números musicales, coreografiados con una eficiencia que redondea el tono naíf y simpático del filme. Unas pizcas de coyuntura -leves concesiones a los animalistas y a potenciar los valores de la música- añaden un agradecido matiz que le confiere condición de producto perdurable. No siempre la resolución técnica es la prioridad.
«LA GALLINA TURULECA»
España, Agentina, 2020.
Dirección: Eduardo Gondell y Víctor Monigote.
Guion: Pablo Bossi, Juan Pablo Buscarini y Eduardo Gondell.
Música: Sergio Moure de Oteyza.
Animación.
80 minutos.