El director Julio de la Fuente estrena su documental sobre Aitor «El Diamante» Nieto
15 oct 2019 . Actualizado a las 11:11 h.Julio De la Fuente estrena el martes 15 de octubre, a las 20:00, en el Teatro Filarmónica de Oviedo su documental sobre el boxeador asturiano Aitor «El Diamante» Nieto. El director moscón vuelve a la gran pantalla de la mano de esta obra con la que trata de acercar el boxeo y sus entresijos al gran público. Y, coincidiendo con el estreno, tendrá lugar un homenaje a las leyendas del pugilismo, campeones de Europa, Gómez Fouz y «Gitano» Jiménez .
-Vuelve otra vez a la gran pantalla. ¿Está nervioso ante el estreno? ¿Qué sensaciones ha tenido rodando el documental?
-El documental me gusta mucho como ha quedado, estoy muy contento con el resultado. Esperemos que vaya la gente, que creo que sí. La entrada es gratuita y todo parece indicar que el Teatro Filarmónica se va a llenar. Que la gente madrugue, porque la última vez que estrené en el Filarmónica la cola era inmensa, merece la pena ir con un poco de tiempo para conseguir un buen sitio.
-El documental trata la figura de Aitor ‘El Diamante’ Nieto, púgil y gran campeón asturiano. ¿Cómo cree que será recibido un documental sobre boxeo?
-El boxeo es un gran deporte, el noble arte. Es un deporte, hoy en día, minoritario que está muy maltratado. Incluso en Oviedo el boxeo estuvo prohibido. Quiero demostrar que es un deporte bueno y cargado de nobleza. He filmado desde el corazón.
-¿Por qué Aitor Nieto?
- Es un gran campeón y una gran persona. Desde que tienes la primera conversación con él te das cuenta que estás frente a una persona excepcional. Ama lo que hace, se prepara al máximo para conseguir sus metas, respeta a sus rivales, y es un ser humano excepcional, de los mejores que he conocido. Puedes ser un gran deportista, pero si no eres una gran persona nunca te haría un documental. Aitor lo reúne todo, es un honor tenerle como amigo.
-La financiación la obtuvo de la sidrería El Bosque. En el siempre arduo y duro trabajo de buscar dinero, ¿lo tuvo más difícil en este caso por tratarse de la historia de un boxeador?
- Siempre es difícil buscar financiación. En este caso tuvimos la suerte de contar con Diego Suárez Javita, el dueño de El Bosque. Desde el primer momento nos echó una mano y él es el patrocinador principal de la obra.
- ¿Es aficionado al boxeo?
- Desde que era niño. Mi padre fue un gran aficionado. Yo me levantaba en mitad de la noche a ver aquellas peleas en blanco y negro: Alí, Evangelista, Legrá, Carrasco. Nunca he practicado, pero me gusta mucho verlo. Recuerdo a Gómez-Fouz y Gitano Jiménez imponiéndose campeones de Europa, era muy pequeño, un niño.
-¿Por qué está tan maltratado «el noble arte»?
-Por ignorancia. Se ataca al boxeo por desconocimiento, por pura ignorancia. Al igual que pasa con los toros, por desconocimiento absoluto. Es como todo, es más fácil meterse con los toros que con la fiesta de degollar corderos para el Ramadán. Siempre se va a lo fácil, a meterse con el boxeo y no con otros deportes donde se localizan comportamientos y situaciones mucho más violentas y duras. Dos hombres combaten en el ring, suena la campana y al minuto ya se están abrazando.
-Sufre de cierto abandono mediático.
- Efectivamente, pero no sólo el boxeo, todos los deportes minoritarios. Todo lo coge el fútbol. Hay que hacer algo muy relevante para que te concedan unas líneas.
-No cree que al boxeo, actualmente, le faltan plumillas que lo cuenten. Nadie ha cogido el relevo a Vadillo, Alcántara, Néstor Luján, Palomino.
-Así es. Yo con este documental quiero aprovechar y erguirme como un referente que dé a conocer el mundo del boxeo. Podrán ver los sacrificios que conlleva, las preocupaciones, la vida de un boxeador, la soledad del púgil. El boxeador depende sólo de uno mismo, si no estás preparado llevas las de perder. Es un deporte de valientes y de seres humanos excepcionales. Ojalá que la situación cambie y el boxeo deje de estar tan atacado y mal visto.
-En el estreno van a rendir un homenaje a Gómez-Fouz y Gitano Jiménez, historia viva del box.
-Haremos un homenaje a los grandes campeones que ha habido en Asturias. Ojalá pudiésemos extenderlo y que la lista fuese mucho más grande, de momento hemos elegido a estos dos. Creo que las instituciones ya tenían que haber hecho esto mucho antes, pero vamos a hacerlo nosotros. José Antonio Gitano Jiménez y José Ramón Gómez Fouz se lo merecen, llenaron de gloria a Asturias y al mundo del deporte.
-La presentación de su documental reunirá en el Filarmónica a la flor y nata del boxeo. Es el momento de dar un paso al frente y luchar por este deporte. ¿Qué opina?
-Sí, sí. Todos los grandes campeones van a estar allí apoyando a este maravilloso deporte. El boxeo une a todo el mundo, sin importar la clase social, ideologías. Es un deporte de lo más bonito y noble, a lo largo de la historia ha funcionado como aglutinador de gente y fuente de pasiones. Por mucho que se empeñen algunos nadie va a parar al boxeo.
- Dígame sus boxeadores favoritos, su Hall of fame.
-Hay tantos y tan buenos, y en distintos pesos. Los pesos pesados han sido lo más espectacular: Alí, Joe Louis, Tyson. En el peso medio, yo vi grandes pelas de Monzón, Golovkin, Juan Manuel Márquez. Son tantos los boxeadores que me han enganchado y he admirado tanto que me es imposible pensar sólo en unos pocos. He disfrutado tanto viendo a muchos, que no sabría dónde parar de citar.
-¿Cómo ve el boxeo asturiano?
-De capa caída. Tenemos grandes campeones, pero no hay ayudas. Tenemos la materia prima, pero falta la ayuda para que se celebren en Asturias grandes veladas.
-¿Y el cine?
-Muy parecido. Hay bastante talento, pero muy pocas ayudas para al cine asturiano. Yo no digo que ayuden a todos, pero sí a aquellos que han demostrado tener talento, a aquellos que han recibido premios. Yo he ganado premios internacionales en diversos países, y creo que deberíamos tener algún tipo más de ayuda. Nadie es profeta en su tierra, es lo que hay, hay que seguir luchando y peleando, dejando un poco al margen a los políticos, yo ya no espero nada de ellos. Mi sueño y mi ilusión no me los van a quitar.