«Lírica de una Atlántida», la «estación término» de la vida dedicada a la poesía de Juan Ramón Jiménez
CULTURA
El sello Tusquets recupera el libro que reúne la obra escrita en el exilio, cuatro poemarios que son un ejemplo deslumbrante de la madurez del autor de Moguer
08 oct 2019 . Actualizado a las 09:02 h.Decir que la Lírica de una Atlántida es la «estación término» de la poesía de Juan Ramón Jiménez (1881-1958) es poco menos que afirmar que lo es de la poesía española, si se atiende a lo que Octavio Paz pensaba. El escritor mexicano consideraba, con su fino olfato crítico, que JRJ no solo era la cima de la poesía española sino que todo lo demás -así de fatuo y superficial era su juicio- pecaba de cierto acartonamiento. Recuerda estas palabras de Paz el poeta y gran especialista en el autor de Moguer Alfonso Alegre Heitzmann en el prólogo de una nueva edición del poemario que preparó para el sello Tusquets, y que este lleva este martes a las librerías.
Los cuatro tomos que componen el volumen -En el otro costado, Una colina meridiana, Dios deseado y deseante y De ríos que se van- suponen la última producción de Juan Ramón Jiménez, escrita en su exilio en América y cuya ordenación ha reconstruido Alfonso Alegre tras una ardua investigación realizada en los archivos conservados en la Sala Zenobia y Juan Ramón Jiménez de la Universidad de Puerto Rico.
Se refería Paz, en particular, a Espacio -«uno de los monumentos de la conciencia poética moderna» y una pieza capital que «culmina la interrogación que el gran cisne hizo a Darío en su juventud», alegaba-, que acabó integrado en forma de prosa en el libro En el otro costado, y que dialoga de tú a tú, asegura Alegre, con otros poemas fundamentales de la literatura universal como Canto a mí mismo de Walt Whitman y La tierra baldía de Thomas Stearns Eliot. Pues bien, esta edición de Alfonso Alegre Heitzmann, entre otros materiales complementarios, tiene el acierto de incluir Espacio en su formulación previa como poema independiente.
Pero lo verdaderamente fascinante es comprobar cómo la poesía del período 1936-1954 de JRJ culmina una obra siempre lúcida, bella y en permanente y sabia evolución, a la que dedicó su vida.