Esta película italiana, una se las sorpresas del último Festival de Cannes, juega, a modo de comedia disparatada, con la fe, la religión y la falta de escrúpulos en las especulaciones inmobiliarias
18 ene 2019 . Actualizado a las 08:06 h.Una de las sorpresas del último Festival de Cannes, en el que se alzó con el premio a mejor película europea de la Quincena de Realizadores, es un filme italiano que juega, a modo de comedia disparatada, con la fe, la religión y la falta de escrúpulos en las especulaciones inmobiliarias, La gracia de Lucía. Y todo ello con un argumento bastante peculiar: la vida de Lucía es un drama en sí misma, madre soltera de una adolescente, recién separada de su novio, con continuas dificultades económicas… Su trabajo como topógrafa la lleva a unos terrenos en los cuales pronto observará irregularidades respecto a los planes de urbanización, y en los que se le aparecerá la virgen (sí, la misma que viste y calza), empeñada en que erijan una iglesia justo en ese lugar. Esta virgen, que por su aspecto bien podría ser una inmigrante de la Italia actual -aprovechado para el juego de confusión inicial-, no acepta que la cuestionen, ni tan siquiera una atea como Lucía, a la que ha escogido como mensajera, y, a pesar de su beata apariencia, no duda en recurrir a tirones de pelo o golpes físicos para conseguir sus fines.
Las confusiones, los equívocos, los juegos de contrastes que puede suponer una aparición mariana a una agnóstica convencida, diversas cuestiones de fe en un país tan tradicionalmente religioso como el italiano, y la militancia contra la urbanización salvaje del medio rural, se unen en una película singular en el panorama cinematográfico presente, que con un modesto presupuesto se ha posicionado en los primeros puestos de la cartelera italiana. Es esta una obra en la que descollan además una fotografía digna de mención de los paisajes de la campiña del Lacio, los llamativos juegos cromáticos, una música moderna (nada de cantos marianos), un tono bienintencionado a la par que irónico, y una actriz principal sobresaliente que lleva el peso del filme sobre sus hombros.