Rescatan los textos del salvaje y mítico crítico de música rock Lester Bangs
CULTURA
El lector no dejará de respetar la coherencia y lucidez de sus comentarios
03 dic 2018 . Actualizado a las 08:13 h.Hoy -cuando triunfan hasta músicos que llaman a revisar las letras del cancionero pop y rock por inadecuadas- sería impensable una figura como la del mítico periodista musical Lester Bangs (Escondido, California, 1948-Nueva York, 1982), un crítico sin glamur, un provocador legendario por sus juicios iconoclastas, salvajes, intuitivos y absolutamente en las antípodas de lo políticamente correcto. Con una honestidad y una franqueza brutales, a prueba de bomba, llaman la atención la fuerza de su escritura y la solidez de su discurso destroyer, que nadie debe confundir con una pose caprichosa. Incluso disintiendo en algunos de sus gustos y argumentos, el lector no dejará nunca de respetar y valorar la coherencia y lucidez de sus comentarios. Bangs podía adorar a sus ídolos como todo aficionado -aunque procuraba no hacerlo-, pero no por ello les pasaba sus caprichos de divos y sus descuidos de estrella acomodada en la egolatría, fuesen estos Lou Reed, Bowie o Lennon. No hay que olvidar -¿o sí?- que murió con solo 33 años y no a causa de sus excesos con el alcohol y las drogas sino por una gripe mal curada. Y no hay que olvidarlo porque, pese a su juventud, es fascinante la madurez e inteligencia que desprenden sus reseñas, ensayos, semblanzas... Es especialmente gozosa la forma en que aborda la obra de Bowie y la visión crítica que expone sobre su fase Ziggy Stardust, que estima un tanto fría, vacía y pedante.
El popular y seductor personaje de Bangs mereció un hueco en el cine -en la piel de Philip Seymour Hoffman- en el filme de Cameron Crowe Casi famosos.
Libros del Kultrum debuta con el fenomenal hallazgo, Reacciones psicóticas y mierda de carburador, antología realizada por el periodista estadounidense Greil Marcus, y, al tiempo, devuelve a escena al inquieto y necesario editor Julián Viñuales, que ya dejó claro su amor por la música en los sellos Global Rhythm Press y Malpaso.