Es el capo, el más respetado, el que más público lleva a sus conciertos. Y el más veterano. De su «angustia cósmica» nació «El Círculo», el Sancta Sanctorum del rap español. Y la luz se hizo
07 sep 2018 . Actualizado a las 08:21 h.Algo queda aún en sus rimas de aquel enfant terrible, adalid del egotrip, que un día quiso ser dios en el rap español. Pero apenas nada ya en su discurso. Y menos en su vida. A sus 38 años Javier Ibarra ha aprendido a convivir con su álter ego Kase. O. Y viceversa. Hoy presume de humanidad. Aunque para ello haya tenido que bajar a sus infiernos, «delirar deprimido», sentir «angustia cósmica» y «hastío de vivir». En semejante caldo de cultivo germinó esa obra magna que es El círculo, el disco que ha encumbrado definitivamente al rapero zaragozano y que le ha hecho trascender, con mucho, el circuito y la escena del hip hop. Su presencia, mañana, en el ecléctico Festival de la Luz es solo una muestra.
-Con la perspectiva de estos dos años, ¿qué valoración haces de todo lo que te ha pasado con «El círculo»?
-El círculo se ha salido fuera de mi control. Ha llegado a mucha más gente de la que yo creía que podía llegar. Supongo que porque es un disco muy humano, que trata temas que le pueden pasar a todo el mundo. Y musicalmente es muy abierto. A mí me gusta desde la música romántica a la música hortera de los 80. Y con este disco me arriesgué mucho. Sobre todo de cara a mis fans más radicales.
-¿Por qué el romanticismo está tan mal visto en el rap?¿Los raperos no se enamoran?
-Yo estoy enamorado. Pero es cierto que llevo 20 años escuchando rap y apenas he oído canciones de amor. Supongo que tiene que ver con ese cierto machismo que ha habido tradicionalmente y con esa imagen de tipos duros que se trata de dar. Yo con El círculo quería romper clichés y prejuicios y, sobre todo, ser sincero. Así que no me ha importado hablar de amor.
-Publicar «El círculo» tuvo mucho de terapia. ¿Ha funcionado?
-Sí, soy mucho más feliz que antes de hacer el disco y que mientras lo hacía. No tengo razones para dejar pasar a los malos pensamientos. Me atrevería a decir incluso que soy otra persona.
-En «Basureta» te abres en canal y cuentas todo eso. ¿En algún momento has sentido pudor o vergüenza de haber escrito esa canción?
-No, no me arrepiento. Esa canción para mí es liberadora y curativa. Puedo arrepentirme de haber dicho en otras ocasiones alguna frase sin sentirlo al cien por cien. Pero de confesarme y de expresar mis sentimientos no me avergüenzo. Es más, me humaniza.
-¿La cantas en directo?
-En mis conciertos en salas, sí. En un festival no me voy a poner a contarles mis dramas a la gente que está ahí con los litros y ganas de pasárselo bien.
-¿De verdad haces ahora lo que te «sale de los huevos», como dices en la intro de «El círculo»?
-Es que Kase. O ya es mayor. Soy como esos abuelos que no tienen pelos en la lengua. Y sí, desde que he sacado este disco me la suda bastante lo que diga la gente. Era un doble o nada y he ganado.
-Sin embargo semejan que no están los tiempos para según qué libertades.
-Yo intento siempre cuidar las formas. Puedes hacer todo tipo de críticas sin faltar al respeto ni hacer apología del odio ni de la violencia. Yo sé lo que es ser visceral y entiendo a todos esos raperos que dicen brutalidades. Todos las hemos dicho en algún momento. Pero hoy prefiero la metáfora y la ironía al insulto fácil. También es cierto que cuando lo que haces son maquetas y te oyen los colegas tienes más libertad en ese sentido. A mi nivel, que ya me tienen el ojo puesto los sociólogos del Estado, es más delicado. Yo que soy conspiranoico a veces tengo paranoias con eso... Es que esa gente es muy gánster.
-¿No hay gloria para los prudentes?
-Eso es ley de vida. Como digo en una canción, el mayor riesgo es no arriesgar.
-Atrás quedaron los tiempos del egotrip. ¿Hoy te sientes vulnerable?
-No. De hecho casi todas las canciones que he hecho después de El círculo son pura chulería. El egotrip es muy divertido. Y más si eres Kase.O, que puede echar unas vaciladas muy guapas.
-¿Realmente te sientes por encima o es solo el personaje?
-Son las dos cosas. El personaje se inspira en hechos. Yo no es que esté por encima pero puedo vacilar de cosas que he conseguido con mi esfuerzo. Vacilo con verdades, no con delirios de grandeza. Pero luego, en mi vida diaria intento ser todo lo contrario, tener los pies en el suelo y mantener la humildad.
-No sé cómo habrán sentado entre tus colegas del gremio rimas como «La música de ahora es la peor de la historia / Fácil para mí brillar entre la escoria», «Mcs ridículos, público estúpido e impúdico» o «Eso que haces tú, un cerdo con el morro lo hace mejor».
-[Se ríe] Desconozco como ha sentado. No he visto declaraciones de ningún chaval contra mí. Creo que nadie se lo ha tomado como nada personal porque no lo era. Son solo gordos vaciles. Y si te jode lo que tienes que hacer es irte a escribir y decirlo en rap.
-Buena parte de los millennials han dado la espalda al rap y se han entregado al trap. ¿Qué opinión te merece?
-Es algo natural. Después de 40 años de rap, con la misma estética y los mismos tempos, es normal que haya una revolución. Pero no conozco en profundidad ni el género ni el movimiento. Me veo mayor e incapaz de juzgar a un chaval de 15 años que, al fin y al cabo, está siguiendo una moda. Si no escucha trap se queda fuera. Y supongo que habrá cosas que estén guapas. Es una música muy del presente porque el futuro los chavales no lo ven por ningún lado.
-De hecho hay quien dice que es el punk del siglo XXI.
-Comparten el nihilismo. Pero detrás del punk había una filosofía y unas ideas políticas que en el trap no se manifiestan tan claramente.
-¿Qué opina hoy Javier de Kase.O?
-Después del esfuerzo que hemos hecho en El círculo está contento con él. Porque El círculo lo escribió Javier realmente. Kase.O llamó a Javier y le dijo «tío, sácame de este lío y humaniza todo esto». Ese fue el gran objetivo del disco y su gran logro, el igualar a la persona con el personaje. Ahora Kase.O está bajo control, está donde tiene que estar y Javier está contento porque se parece mucho a él. Demasiado, incluso.
-Y al revés, ¿qué opina ahora mismo Kase.O de Javier?
-Le está agradecido. No cambiaría los pasos que ha ido dando en su carrera, que esos sí que los tomaba Javier. Viendo adonde hemos llegado creo que ha acertado. Supongo que a Kase.O le habría gustado ser una superestrella, ir con un descapotable y llevar una vida de excesos. Pero el cabrón de Javier no le dejó. Y hoy reconozco que ha sido un acierto.
Prefiero la ironía y la metáfora al insulto fácil
domingo. FESTIVAL DE LA LUZ (BOIMORTO)