Se acercó al son cubano en «Lágrimas negras», depués al tango y más tarde a la salsa. Lo mismo da. Haga lo que haga suena a El Cigala. Le sobra duende y personalidad
12 ago 2018 . Actualizado a las 01:16 h.¿Un renovador o un alocado? ¿Un kamikaze o un clarividente? Desde luego de lo que nunca podrán acusar a Diego El Cigala es de complaciente, de acomodado. Se autodefinió en su último disco como Indestructible. Hoy reconoce que «no lo soy porque todos caemos algún día. Si acaso, soy un superviviente».
-Antes de nada, ¿cantaor o cantante?
-Cantaor, por favor. Eso es lo que soy.
-Han pasado 15 años desde que publicó «Lágrimas negras». ¿Qué supuso para usted ese disco?
-Muchísimo avance musical. Sobre todo a la hora de conocer los géneros, los ritmos, los tiempos... Bebo (Valdés) me decía tú lo único que tienes que hacer es cantar como un gitano y yo tocar como un cubano. Hoy sé hacer muchísimas más cosas.
-Primero el son, después el tango y la salsa. ¿Hay algún género que no se atrevería a fusionar con el flamenco?
-Yo nunca haría nada de hip hop ni de rap. Ni tampoco me veo haciendo flamenco pop. Sí que me gustaría hacer algo con música clásica.
-Es un gran amante de la ópera, ¿se atrevería con ella?
-Me encanta la ópera pero para escucharla horas y horas. Le tengo tanto respeto que nunca haría nada que pudiese herir a la gente de la ópera.
-¿Y que le diría a los puristas del flamenco que dicen sentirse heridos?
- Les diría que sigan siendo puristas pero que a mí me dejen en paz. Yo voy a seguir siendo el mismo y haciendo la música que me gusta y que siento. A todos esos flamencólogos que te dicen qué es una alegría o una soleá les diría «por favor, cántela usted».
-¿Qué opina del fenómeno Rosalía?
-He oído lo que se dice de ella pero no la he escuchado nunca. Hasta hace poco no sabía ni que existía. Lo único que digo es que las carreras tienen que ser continuadas y labradas desde el respeto, hay que pasar por los grandes, por La Perla, por Caracol, por Paco, por Camarón... A partir de ahí podemos empezar a hablar.... aaaalgo.
-¿Volveremos a tener algún día un disco de flamenco puro de El Cigala?
-Ya estoy en ello. ¡Sorpresa! Solo con mi voz, unos nudillos en un cajón, unas palmas y guitarras muy buenas. Como cuando grabé con Paco de Lucía Picasso en mis ojos (2005).
-Y a usted que es un amante y un estudioso de las músicas latinas, ¿qué le parece el reguetón?
-Me levanta dolor de cabeza. Con la cantidad de músicas latinas buenísimas y olvidadas que hay no puedo entender como la juventud quiere eso.
-Ha cantado y grabado con grandes músicos. ¿Con quién le gustaría colaborar?
-Me encantaría cantar con Luis Miguel. También me gustaría grabar un disco con una sinfónica, con temas de Falla y de autores españoles de clásica. ¡Ah! Me encantaría hacer un temazo con Beyonce. Iba a ser mortal. El tema... y la grabación (se ríe).
-De momento ya actúa en el Sonorama. ¿Cómo se lo ha tomado?
-Con una ilusión tremenda porque todo el público que voy a tener delante es gente joven. Es una ocasión fantástica para presentar a El Cigala artista.
-Quién es el más grande del tango, de la salsa y del flamenco?
-Del tango Aníbal Troilo y Roberto Goyeneche, de la salsa Héctor Lavoe y del flamenco Camarón.
-Si buscas El Cigala en internet buena parte de los enlaces no hablan de música sino de su paso por «El Hormiguero». ¿Cómo lleva eso?
-Lo del El Hormiguero fue una etapa. En su momento me divertí y me reí pero no fue más que una anécdota. Evidentemente detrás de esa imagen hay otro Diego que es el real y que espero que la gente vaya también conociendo. Lo de Pablo Motos ya no lo echo en cuenta ni es algo que me quite el sueño.