El director acudió ayer a Madrid para el primer pase mundial de un filme que llega 25 años después del estreno de «Jurassic Park»
22 may 2018 . Actualizado a las 05:00 h.Pese al día lluvioso, Madrid se vistió de gala ayer para acoger el primer pase mundial de la película Jurassic World: El reino caído -cuyo estreno está previsto para el próximo 7 de junio-, la nueva entrega de una popularísima saga que se inició hace 25 años (en 1993) cuando Steven Spielberg rodó la adaptación de la novela del escritor estadounidense Michael Crichton Jurassic Park (1990). El largometraje está firmado por Juan Antonio Bayona, en quien -avalado por la excelente factura de las exitosas cintas Lo imposible y Un monstruo viene a verme, un combinado premonitorio de Jurassic- el productor Spielberg no solo confió sino que ha elogiado largamente el resultado. Bayona se ha convertido así en el primer realizador español en ponerse al frente de una superproducción hollywoodiense de primera línea, protagonizada por los actores Chris Pratt (como Owen) y Bryce Dallas Howard (Claire). Y el desenlace augura un taquillazo veraniego de orden internacional.
La visión de Bayona eleva a un tono más gótico el mundo jurásico de Spielberg, tiñendo de oscuro un producto que siempre se caracterizó por su planteamiento a medio camino entre la cinta de aventuras y la ciencia ficción. El cineasta barcelonés trata de mantener la historia en el terreno del realismo, el mismo que dice haber percibido él cuando salió de la sala en 1993 siendo poco más que un adolescente; entonces, su inmersión, dice, fue absoluta. La búsqueda de ese nivel de credibilidad -en el que la recreación de los dinosaurios también tiene mucho que ver- no le impide sin embargo jugar con el miedo como el gran motor de la narración. La masiva presencia de estos míticos animales pesa en el impacto sobre el espectador, pero sobre todo la maldad reencarnada en el indoraptor, genéticamente modificado y que es «un psicópata asesino», en palabras de Chris Pratt.