El matrimonio Alexandra Coelho y Alexander Ahndoril, escritores bajo el seudónimo Lars Kepler, publica en español la sexta entrega de la exitosa serie del investigador Joona Linna
27 mar 2018 . Actualizado a las 05:00 h.Cuatro manos y seis novelas que lo han convertido en uno de los autores de novela negra más destacados de Escandinavia. Es Lars Kepler, seudónimo tras el que se encuentra el matrimonio formado por Alexandra Coelho y Alexander Ahndoril. El nombre rinde homenaje al escritor de novela negra Stieg Larsson y a Johannes Kepler, científico del siglo XVI que dictó las leyes sobre el movimiento de los planetas en su órbita alrededor del Sol. Lars Kepler acaban de publicar El cazador (Penguin Random House), la sexta entrega (habrá más) del investigador Joona Linna, quien, junto a Saga Bauer, deberá capturar a un terrorista que se ensaña con sus víctimas tras hacerles escuchar una canción infantil.
Pregunta. La amenaza terrorista: ¿Es una influencia de lo que está ocurriendo en Europa?
Alexandra Coelho. Sí. Nuestros libros -y el género negro en general- tratan del aquí y del ahora, de los acontecimientos contemporáneos. Este libro habla del miedo al terrorismo y de la paranoia.
Alexander Ahndoril. Y del poder que ello le otorga a la policía responsable de cada país.
P. ¿Cuáles son las características que hacen de Joona Linna el mejor investigador de Suecia?
A. C. Es muy obstinado.
A. A. Pero, ante todo, la empatía es lo que lo convierte en un gran detective. Joona no ve a los asesinos como monstruos, sino que puede ver más allá y entender su manera de actuar.
A. C. Creo que nuestros libros tienen un gran corazón psicológico. Y luego está ese ritmo trepidante del thriller.
A. A. Sí. Hacemos muchísima investigación de crímenes reales, leemos informes forenses, visitamos escenas de crímenes. Creo que es la única parte dura de nuestro trabajo porque cuando estás escribiendo al final hablas de víctimas reales. Es triste.
P. ¿Cómo nace la saga de Joona Lima y Saga Bauer?
A. C. Ya éramos escritores cada uno por su lado, pero queríamos escribir juntos.
A. A. Sí, estamos casados y nos encanta hacer cosas juntos.
A. C. Escribir es un trabajo muy solitario. Así que lo intentamos, pero al principio tuvimos muchos intentos fallidos antes de encontrar la clave...
A. A. Que fue crear a un nuevo autor: Lars Kepler. Y con este tercer autor vinieron las historias. Ninguno de los dos había escrito antes novela negra, pero era muy importante crear un nuevo autor que no fuera ni Alexander ni Alexandra.
A. C. Joona y Saga simplemente vinieron. Para nosotros era muy importante tener una protagonista mujer y no solo un hombre. Y que ambos fueran competentes, duros e inteligentes.
A. A. Joona es finlandés y en Suecia los finlandeses son mirados por encima del hombro. Así que quisimos rendirles homenaje creando el primer héroe finlandés en la literatura sueca.
P. ¿Y por qué este gusto por el género negro?
A. C. Porque capta historias universales de personas que se encuentran en situaciones muy drásticas... Y sus miedos.
A. A. Para nosotros, la novela negra es la gran novela contemporánea. Nos permite hablar de la sociedad, de cosas importantes para la gente de a pie.
A. C. En este sentido, creo que la novela negra es muy democrática, ya que te permite contar la historia de todas las capas de la sociedad. Toda la sociedad lee novela negra, esta no está dirigida solo a una élite, y eso es fantástico.
P. Jo Nesbø, Stieg Larsson... ¿Por qué la novela negra tiene tanto éxito en los países nórdicos?
A. C. En Escandinavia hay una tradición muy sólida desde los 70, hace tiempo que tenemos grandes autores, y creo que en parte es porque tenemos una sociedad muy segura. Por eso necesitamos, incluso más que otros países, contar estas historias porque sabemos que el mundo es violento.
A. A. Es decir, quizás necesitas seguridad para poder realmente enfrentarte a los lados más oscuros de la humanidad.
«Escribir juntos es lo mejor que hemos hecho nunca»
Durante seis meses del 2009, cuando comenzó la saga con el primer título, El hipnotista, nadie en Suecia supo quién estaba detrás del seudónimo de Lars Kepler.
A. C. Durante un tiempo queríamos mantener el anonimato. Lo veíamos necesario, pues ambos teníamos carreras por separado y necesitábamos una voz distinta. Pero El hipnotista tuvo tanto éxito que los medios comenzaron una caza y captura para saber quién estaba detrás. Literalmente. Aquel verano nos encontrábamos veraneando con nuestras hijas en la costa oeste y una calurosa noche de agosto, muy tarde, vimos en nuestro jardín la luz de una linterna que se acercaba. De repente llaman a la puerta y... ¡eran los periodistas!
P. ¿Cómo es ese proceso de escribir a cuatro manos?
A. A. Lo compartimos todo, desde la primera idea hasta la última línea.
A. C. Nos vamos intercambiando los textos, de manera que al final nadie sabe exactamente quién escribió qué.
A. A. También hacemos la investigación juntos: visitar una cárcel, hablar con médicos forenses, con policías... Cuando escribimos, pegamos centenares de notas con todas las escenas en la pared; después las ordenamos como si fueran piezas del puzle hasta que tenemos el argumento. Trabajamos sentados uno al lado del otro, pero cada uno con su ordenador.
A. C. Cada vez que uno escribe una escena se la envía al otro por e-mail. La cambiamos, la retocamos y la volvemos a enviar.
P. ¿No es agobiante hacerlo todo juntos?
A. C. Escribir juntos es lo mejor que hemos hecho nunca.
A. A. Y la creatividad nunca se detiene, no se bloquea, pues hay nuevos inputs constantemente. Es mucho más creativo.