La «total pro» de la dirección

MIGUEL ANXO FERNÁNDEZ

CULTURA

RICHARD HARBAUGH / AMPAS

Kathryn Bigelow ha rodado diez películas en 35 años. La intensidad y la tensión que imprime a sus filmes son su sello. ¿Repetirá Oscar con «Detroit»?

15 sep 2017 . Actualizado a las 07:34 h.

Es la única mujer ganadora de un óscar a la mejor dirección -Por En tierra hostil, 2009, que también se llevó la estatuilla por la película- pero Kathryn Bigelow, californiana de 65 años muy bien llevados, es muchas otras cosas que la convierten en total pro entre sus colegas cineastas, de uno y otro sexo.

Más allá de su belleza y de su 1,82 de altura, es muy consciente del mundo en que vive, tanto en lo tocante a la industria del cine -considera que ser mujer es un hándicap para dirigir- como en los problemas de su tiempo, entre ellos su implicación en la salvación de los elefantes en África, campaña para la que realizó los cortos, el animado Last Days (2014) y no hace escasos meses The Protectors, grabado en VR en el Garompa Park del Congo, contribuyendo así a sensibilizar en el tema.

Pero si la unanimidad es clara sobre su dominio del cine de acción y su nervio narrativo -también curtió oficio junto a su ex James Cameron, de 1989 a 1991- conviene recordar que el cine no fue su debilidad hasta bien avanzada la veintena, cuando después de dedicarse a la pintura, optó por graduarse en cine en la neoyorquina Universidad de Columbia, en donde tuvo, entre otros profesores, al cineasta Milos Forman y al crítico Andrew Sarris.

Fue así como en 1978 se estrenó con el cortometraje The Set-Up, en el que ya anunciaba sus preferencias temáticas, en especial hurgar en la violencia y sus múltiples formas -dos tipos se zurran a guantazos, mientras dos profesores reflexionan sobre ello en off-, que ya sería una constante de su cine posterior.

Junto al interés por demostrar que se puede hacer entertainment y de paso hurgar en las heridas para remover conciencias e invitar al debate en la sociedad. Cinco años después de La noche más oscura en torno a la busca, captura y ejecución de Bin Laden, Bigelow se va a los disturbios en Detroit, Míchigan, en 1967, con el país convulsionado con el problema racial. Fue una violenta revuelta que todavía escuece y que retrae el tema a la actualidad reciente, de hecho se interesó por el asunto en el 2015, coincidiendo con los incidentes de Ferguson, en Misuri…

JÓVENES ACTORES

Asumiendo el riesgo de adentrarse en el universo afroamericano, y que quizá su mirada pudiera encontrar reticencias entre ellos, Kathryn Bigelow optó por recrear aquellos trágicos sucesos de julio de 1967, que causaron 43 víctimas, aunque ella se centra en lo ocurrido en el hotel Algiers, en donde tres muchachos negros fueron asesinados y nunca se condenó a los culpables. Con un reparto de jóvenes actores, entre ellos John Boyega, Anthony Mackenzie, Jack Reynor y Hannah Murray, poco más de 30 millones de dólares, rodaje en Boston y otros lugares de Massachusetts, ya se aventura para Detroit su posible candidatura al óscar. Aunque conociendo la pulsión de la Academia de Hollywood, Bigelow nunca ganará su segundo…