«A menos de cinco centímetros» retrata el mundo del poder inspirándose en la compra y venta de mujeres al mejor postor
10 jul 2017 . Actualizado a las 19:34 h.La periodista y escritora Marta Robles se ha inspirado en la mayor organización de trata de mujeres de la historia, que operó en Buenos Aires a principios del siglo pasado, para su novela «A menos de cinco centímetros», su decimotercer libro y el primero de género negro. La autora, que ha presentado su obra hoy en la Semana Negra de Gijón, ha declarado que «desde niña» quiso escribir una novela policial pero no lo hizo nunca antes, hasta ahora, porque no había encontrado las herramientas literarias que requiere el género. «A menos de cinco centímetros» tiene todos los ingredientes característicos de la novela negra en estado puro: un detective, un asesino en serie, sexo e intriga hasta la última página.
Un ex corresponsal de guerra que se gana la vida como detective, y un escritor rico y famoso que seduce de manera sistemática a mujeres casadas que acaban atrapadas en su red mortal, son los personajes principales de la última obra de Marta Robles.
La escritora ha dicho haber escrito esta novela para desentrañar los entresijos del poder y el mundo egocéntricos en el que viven los escritores y otros personajes del ámbito editorial: «Es una historia que no he buscado, sino que ella me ha encontrado a mí, cuando descubrí en la realidad un hecho revelador: la forma de actuar de la mayor red de trata de mujeres probablemente de la historia mundial».
Hacia los años 20 del siglo pasado la inmigración de europeos hacia Sudamérica provocó que, por ejemplo, en Argentina hubiera demasiados hombres y muy pocas mujeres. Esta circunstancia, ha añadido Robles, favoreció el desarrollo de la compra y venta de mujeres de los países de Europa central, que eran llevadas a Buenos Aires por una banda de traficantes.
Robles ha narrado que decenas de miles de mujeres fueron vendidas al mejor postor, a proxenetas que les obligaban a ejercer la prostitución en una ciudad donde llegaron a funcionar miles de locales de alterne. La red fue desarticulada hacia 1929 por la policía, que al mando del comisario Alsogaray logró detener a los responsables, que solo estuvieron en prisión dos meses.
Esta realidad fue la fuente inspiradora de Robles para «retratar el mundo de los poderosos en un ambiente en el que el lujo tiene una presencia asfixiante, casi obscena», según ha explicado la narradora. En su obra, el inspector Antonio Rouras se resiste a creer que el escritor Armando Artigas, un hombre de prestigio y dinero representante de la alta sociedad, pueda ser el autor de los crímenes de mujeres, pero finalmente se rinde ante las evidencias.
Marta Robles ha dicho que escogió la figura de un detective que antes fue corresponsal de guerra porque necesitaba un investigador comprensivo alejado de la intransigencia del policía al uso: «Quienes han estado en situaciones de guerra suelen ser más tolerantes con las conductas de otros, aunque no las justifiquen».
Es la hija de una de las víctimas la que le dice al detective que Artigas no solo ha matado a su madre sino también a otras mujeres a las que había seducido. Este escritor había decidido relacionarse solo con mujeres bien casadas de más de 35 años como forma de evitar el compromiso porque creía que en esas condiciones económicas y sociales era más difícil que decidieran abandonar a sus maridos, ha indicado la escritora.