Las instalaciones de Llaranes y de Perlora, entre otros edificios de Oviedo, Gijón, Avilés o Cangas del Narcea, ya forman parte del registro Docomomo Ibérico
25 may 2017 . Actualizado a las 05:00 h.Son las nuevas joyas arquitectónicas de Asturias. Obras del siglo XX que poco a poco van recogiendo un reconocimiento que en otros tiempos les era negado. Un total de 25 obras asturianas, incluidas las instalaciones de Llaranes y Perlora, han entrado a formar parte del registro de la Fundación DoCoMoMo Ibérico tras las propuestas presentadas por el Colegio Oficial de Arquitectos de Asturias. Y también obras de Ildefonso Sánchez del Río, Ignacio Álvarez Castelao, José Gómez del Collado, Francisco Goicoechea o Joaquín Vaquero Palacios, que forman parte con mayúsculas de la historia de la arquitectura de esta región.
La Ciudad Residencial de Perlora se incluye entre las obras de mayor relevancia. La ciudad fue iniciativa de la Obra Sindical de Educación y Descanso que, en 1954 adquirió 35 hectáreas para construir un complejo residencial donde las familias de los trabajadores pudieran pasar, por turnos, unos días de vacaciones. Llegó a albergar unos 2.000 veraneantes por turno. Desde el Colegio Oficial de Arquitectos de Asturias insisten en la importancia de salvaguardar estas instalaciones, que representan un ejemplo único en Asturias de una urbanización de este tipo. En este sentido, inciden en la necesidad de su puesta en valor y de que las viviendas vuelvan a estar habitadas, para detener así el periodo de deterioro continuo a que están abocadas en la actualidad.
También se aprobó la introducción en el registro de los equipamientos de Llaranes. En concreto, se recogen la bolera, el economato, el colegio de niñas, las marquesinas de tren y de autobús. Esta última, de actualidad debido a la posible demolición de la misma que plantea la reforma urbanística del cruce de Santa Apolonia, entre El Pozón y Llaranes, donde está ubicada. Desde el Colegio recuerdan la singularidad de estas pequeñas construcciones «únicas en su diseño».
Además de estas dos obras singulares, la Fundación DoCoMoMo Ibérico reconoce otras obras asturianas. En Oviedo hay varias joyas. La casa en la calle Noval, esquina El Rosal, en Oviedo, de Enrique Rodríguez Bustelo (1940), la iglesia de San Pablo de la Argañosa, y la Facultad de Medicina, el edificio de Hunosa y el bloque de pisos de la calle Santa Teresa, proyectados los cuatro por Ignacio Álvarez Castelao. También el edificio de viviendas y local comercial de la calle Argüelles, 7-9, de Juan Vallaure Peña. En la capital hay que destacar otro edificio de Vallaure, el de la calle Alcalde García Conde, 5, de 1957. Además de otro bloque de la calle Fray Ceferino de Joaquín Vaquero Palacios y Francisco Casariego.
El reconocimiento también ha llegado al muro de cierre del jardín de las monjas, en la Universidad Laboral, obra de José Marcelino Díez Canteli y el paraninfo de la Laboral, de María Juana Ontañón y Manuel López-Mateos, además del edificio Garmoré, la Casa del Barco, de Juan Manuel del Busto y Miguel Díaz Negrete.Y en Avilés el colegio de Santo Tomás de Aquino y la Central de Comunicaciones de Ensidesa, de Francisco Goicoechea.
Otras obras que también han sido reconocidas:
--Mercado de ganado de Pola de Siero. Idelfonso Sánchez del Río, 1971
--Viviendas empleados de Electra del Viesgo. Barrio de la Luz, Santa Cruz de Mieres. Ignacio Álvarez Castelao, 1958
--Bloque de viviendas, avenida Barrio Nuevo. Cangas del Narcea. José Gómez del Collado, 1957
--Torre de Navia, bloque de viviendas y locales comerciales. Calle Regueral esquina con Mariano Luiña. Navia. José Gómez del Collado, 1964
--Edificio de viviendas y locales comerciales. Avenida Acebo, 1 y 3. Cangas del Narcea. José Gómez del Collado, 1973
--Bloque Gascón y Fernández. Edificio de garaje, talleres y viviendas. Calle Uría, Velarde y Pelayo. Cangas del Narcea. José Gómez del Collado, 1973
--Barrio del Fuejo, Cangas del Narcea. José Gómez del Collado, 1968.
--Puente colgante. Cangas del Narcea. José Gómez del Collado, 1968.
Docomomo es una organización internacional representada en España por Docomomo Ibérico, cuyo propósito es el de estudiar y documentar la arquitectura del movimiento moderno con el fin de lograr su reconocimiento como parte de la cultura del siglo XX, su protección patrimonial y su conservación.