Esperanza D'Ors lleva al grabado la tragedia de las «transhumancias humanas» contemporáneas

J. C. Gea REDACCIÓN

CULTURA

Uno de los grabados de la serie «Contenedores humanos», de Esperanza D'Ors
Uno de los grabados de la serie «Contenedores humanos», de Esperanza D'Ors

La escultora, autora del grupo «Concordia» de la ovetense plaza del Carbayón, exhibe su primera experiencia en la estampa en «Contenedores humanos». que se expone en Alfara

12 may 2017 . Actualizado a las 07:13 h.

Del interés de Esperanza D'Ors por el cuerpo humano los ovetenses tienen clara constancia en el grupo escultórico Concordia, que desde 1997 ocupa la plaza del Carbayón. A partir de hoy, también en Oviedo y hasta el mes de julio podrán comprobarse, aunque en un formato muy distinto, en la galería Alfara. En ella, la escultora madrileña expondrá hasta el XX de XX los grabados de la serie Contenedores humanos, asociados a un proyecto escultórico en el que D'Ors se aproxima a la desgarradura que provocan las actuales «transhumancias humanas», convertidas en dolorosa actualidad a raíz de los flujos internacionales de migrantes y refugiados, sus causas y sus consecuencias.

Desde sus inicios, Esperanza D'Ors se ha centrado con insistencia ese un motivo central: el cuerpo humano exhibido en una desnudez que es expresión de una condición «intrínsecamente trágica», según la escultora: un desvalimiento y una fragilidad esenciales, ante las que, no obstante, también hay que erguirse y avanzar. Su larga progenie de figuras humanas vienen a constituir en conjunto una respuesta desde el arte a las tendencias que abogan por superar la tradición humanista; una «reacción al poshumanismo» -proclama D'Ors- que en el caso de Contenedores humanos interpela a la capacidad emocional y de respuesta de los espectadores. Una forma de resituar la sensibilidad moral frente a imágenes que, paradójicamente, a base de cotidianas y banalizadas pueden acaban insensibilizando a la opinión pública ante una de las grandes tragedias de este tiempo.

El trabajo que D'Ors presenta en Alfara constituye su primera aproximación al grabado, como un medio para fijar y reproducir los bocetos en los que se apoya Contenedores humanos. Consta de quince piezas -más una escultura, El mar de los Narcisos- dividida en tres partes con distintas tonalidades metálicas: cinco corresponden a la mañana, cinco a la tarde y cinco a la noche, en tonos aluminio, hierro y plomo, respectivamente. En una segunda parte de la muestra, se incorporarán las planchas y alguno de los Contenedores en metal. La inauguración de esta tarde contará con la presencia de la artista.