






























La donación va de la última pintura religiosa de la Edad Media castellana a la escultura internacional al borde del siglo XXI. Alfonso Palacio comenta, pieza por pieza, su valor y su relación con otros fondos del Bellas Artes
24 ene 2017 . Actualizado a las 21:48 h.Desde la pintura religiosa castellana de finales del Medievo hasta la escultura de Juan Muñoz, al borde del tercer milenio, las 29 obras de la donación de Plácido Arango componen un conjunto en el que, al valor de cada una de las obras por sí mismas, se une el de su inserción en el conjunto de las colecciones del Museo de Bellas Artes de Asturias. Este es el listado completo de la donación Arango, con un breve comentario sobre su valor y su relación con otros contenidos de la pinacoteca asturiana, según el director del centro, Alfonso Palacio.
Palacio ha destacado el hecho de que esta colección llegue al museo en un momento en el que los recortes han hecho imposible toda nueva adquisición desde 2011, y ha señalado que, incluso con presupuesto disponible, la excepcionalidad en los mercados de muchos de estos autores y los elevados precios que alcanzan en ellos, hubiese puesto fuera del alcance del Bellas Artes cualquiera de estas obras.
Círculo de Diego de la Cruz. Tabla del Nacimiento de la Virgen (Tabla de Adanero), hacia 1485 Óleo sobre tabla, 100 x 70 cm. Una excepcional muestra de la pintura castellana de las postrimerías de la Edad Media que completa la imortante colección del museo.
Pintor del entorno del Maestro de la Visitación y Maestro de Oña (Fray Alonso de Zamora). Retablo de la Flagelación de Leonor de Velasco, después de 1486 y antes de 1494 Óleo sobre tabla, medidas totales: 5 x 3,90 m, sin contar el guardapolvo, el bancal y la crestería. Este espectacular retablo de más de 5 metros de altura está compuesto por ocho tablas, procede de la Capilla del Cementerio del Monasterio de las Clarisas en Medina de Pomar, Burgos. Fue un encargo de la madre abadesa, Leonor de Velasco. Será la segunda gran obra retablística del museo, junto al Retablo del Maestro de Palanquinos.
Juan Correa de Vivar (Mascaraque, cerca Toledo, 1510 - Toledo, 1566) Crucifixión, hacia 1550 Óleo sobre tabla, 200 x 140 cm. Hace pareja con Camino del Calvario, hacia 1550 Óleo sobre tabla, 200 x 140 cm. Dos tablas de más de dos metros de altura que completan la presencia en el museo del pintor castellano, que ya posee una anunciación, pero de dimensiones mucho más modestas.
Luis de Morales, llamado «El Divino» (Badajoz, 1510-1586) Piedad, hacia 1565-70 Óleo sobre tabla, 68 x 52 cm. También el museo poseía ya obra de El Divino, pero en esta ocasión se le añade una de sus mejores «Piedades», obra maestra que se convirtió en cabeza de serie para el pintor pacense, y que guarda parecido con la que exhibe el Museo de Bellas Artes de Bilbao.
Juan de Juanes (Joan Vicent Masip, hacia 1523-1579). San Agustín, hacia 1579. Óleo sobre tabla, 107,5 x 59,2 cm. Uno de los autores que no estaba representado en el museo, y cuya presencia viene a completar el barroco valenciano en la colección del museo, que cuenta ya con un espléndido Yáñez de la Almedina.
Juan Pantoja de la Cruz (Valladolid, 1553 - Madrid, 1608). Margarita de Austria, 1607 Óleo sobre lienzo, 103 x 124 cm. Un retrato envarado, atento al detalle y a la calidad de los tejidos de la esposa de Felipe III.
Rodrigo de Villandrando (Madrid?, hacia 1580 - Madrid, 1622) Virginia Centuriona, hacia 1620. Óleo sobre lienzo, 196 x 112,5 cm. Discípulo del pintor anterior, aporta junto al Retrato de Margarita de Austria dos claves de la retratística de entresiglos, influida por Sánchez Coello.
Juan van der Hamen y León (Madrid, 1596 - 1631). Bodegón con frutas, alcachofa y flores o Cesta de guisantes y cerezas con floreros, hacia 1621. Óleo sobre lienzo, 61 x 81,3 cm. Una de las piezas más icónicas de la donación, que completa los excelentes fondos dedicados al bodegón en el museo (Yepes, Arellano, Meléndez...) con una obra de un autor que hasta ahora no estaba en ellos.
Alejandro de Loarte (Madrid, hacia 1590 - Toledo, 1626). Bodegón con frutero de cerámica con granadas y otras frutas. Óleo sobre lienzo, 81,5 x 108 cm. También inédito, el pintor madrileño se suma a la representación del bodegón en el Bellas Artes con una pieza espléndida.
Francisco de Zurbarán (Fuente de Cantos, Badajoz, 1598 - Madrid, 1664) El Infante P. Bustos de Lara, hacia 1640-1645. Óleo sobre lienzo, 197 x 103 cm. Sin duda, otra de las piezas con mayor impacto de la donación, que muchos espectadores recordarán haber disfrutado ya en el Bellas Artes durante la exposición de fondos de la colección Arango en 2006.
Jerónimo Jacinto Espinosa (Cocentaina, Alicante, 1600 - Valencia, 1680). Visión Mística de San Bernardo de Clairvaux, hacia 1650. Óleo sobre lienzo, 118 x 90 cm. La laguna que tenía el museo respecto al barroco valenciano queda colmada, a falta de Riberas, con este otro maestro levantino, que fue continuador de su obra y gozó de su mismo nivel y reconocimiento, heredando sus encargos.
Francisco Gutiérrez (Madrid, hacia 1616 - hacia 1670). El banquete de Ester, segunda mitad del siglo XVII. Óleo sobre lienzo, 111,2 x 139,7 cm. Los ricos fondos de barroco madirleño de la pinacoteca asturiana añaden esta pieza de tema bíblico de un autor hasta ahora ausente de la colección.
Juan de Valdés Leal (Sevilla, 1622 - 1690). Salomé bailando ante Herodes. Óleo sobre lienzo, 177,5 x 146 cm. Otro óleo de asunto bíblico, esta vez representativo del barroco sevillano y del autor -inédito en el Bellas Artes- al que muchos expertos consideran la «contracara» de Murillo, presente en sus colecciones.
Claudio Coello (Madrid, 1642 - 1693). San Buenaventura o Virgen con el Niño y Santo o La aparición de la Virgen al Beato Simón de Rojas, hacia 1663-1665. Óleo sobre lienzo, 35,2 x 26,4 cm. Aunque Coello esta presente en las salas del Bellas Artes, hasta ahora lo estaba con una obra en depósito. Este otro Coello que se quedará en Oviedo es muy representativo de la década de madurez del pintor madrileño.
Genaro Pérez Villaamil (El Ferrol, La Coruña, 1807 - Madrid, 1854). Vista de la Catedral de Oviedo con una procesión, 1837. Óleo sobre lienzo, 101 x 71 cm. Otra de las obras de la colección Arango que ya se exhibiera en Oviedo durante la exposición de 2006, precedió a otra decena de lienzos de asunto asturiano pintados por el gallego, que cuenta con otros dos óleos y varios dibujos en el Bellas Artes. Refuerza la rica colección del XIX de la pinacoteca.
Ignacio Zuloaga (Eibar, Guipúzcoa, 1870 - Madrid, 1945). Buffalo, Señor de Montmartre. Óleo sobre lienzo, 193 x 116 cm. Este espléndido retrato bohemio de un cantante norteamericano es una obra capital de la retratística de Zuloaga. Dialoga muy bien con otra de las piezas de la donación: el Infante P. Bustos de Lara, de Zurbarán, que influyó al pintor vasco. Es posible que se les exponga en un singular vis a vis en su momento. También evoca a otra de las piezas de Zuloaga en la colección: la Echadora de Cartas que forma parte del legado Masaveu.
José Gutiérrez Solana (Madrid, 1886 - 1945), El Cura de la Aldea, 1923. Óleo sobre lienzo, 70x 86,5 cm. Esta impresionante pieza del madrileño pertenece a la misma époica que el Bodegón y la Corrida de toros en Sepúlveda que ya forman parte de los fondos del museo: los años veinte, un periodo especialmente fructífero para Solana.
Esteban Vicente (Turégano, Segovia, 1903 - Nueva York, 2001). Sin título, 1983 Collage, grafito y gouache sobre lienzo, 196 x 112,5 cm. Exquisito collage de un artista que enlaza el espíritu de la vanguardia de mitad del siglo XX con autores más jóvenes, a los que influyó. El Bellas Artes tiene también un depósito de Vicente del Reina Sofía. La pieza es representativa de uno de los repertorios y técnicas que más practicó, mimó y teorizó el artista.
Pablo Palazuelo (Madrid, 1916 - 2007). Campo de Campos I, 1987. Óleo sobre lienzo, 222 x 168 cm. Una espléndida y monumental muestra de la pintura de Palazuelo que se añade a los bien abastecidos fondos de la pintura española de mitad del siglo XX.
Antoni Tàpies (Barcelona, 1923 - 2012). Ocre y Gris, 1964. Técnica mixta sobre lienzo, 65 x 92 cm. Hasta no hace mucho, el Bellas Artes disfrutaba de un depósito del artista catalán, que fue finalmente levantado. De ahí la oportunidad de esta delicada pieza que se quedará en Asturia gracias a la rápida reacción de los responsables del museo.
Manuel Millares (Las Palmas de Gran Canaria, 1926 - Madrid, 1972). Guerrillero muerto, 1967. Técnica mixta y arpillera, 150 x 150 cm. Impresionante muestra de la obra de un pintor que no estaba presente en la pinacoteca asturiana, un autor que es difícil de hallar en los mercados y que, cuando aparece, está fuera de las posibilidades presupuestarias actuales del museo. De ahí la «ilusión» que su director muestra por la llegada de esta obra de importante calado simbólico que refuerza la representación de los artistas del Grupo El Paso.
Josep Guinovart (Barcelona, 1927 - 2007). FIAC' 76 - Díptico, 1976. Técnica mixta, 328 x 200 cm. Tampoco estaba Guinovart presente en los fondos del Bellas Artes. Esta obra, realmente espectacular, de más de tres metros de altura dará cumplida respuesta a esa ausencia.
Rafael Canogar (Toledo, 1935). San Cristóbal, 1960. Óleo sobre lienzo, 300 x 200 cm. Interpretación en clave contemporánea e informalista de la iconografía religiosa relativa a San Cristóbal.
Equipo Crónica (equipo formado por Rafael Solbes y Manolo Valdés entre 1964 - 1981). El bosque de las maravillas A/T, 1977. Acrílico sobre lienzo, 175 x 275 cm. Otra de las piezas más fuertemente icónicas de la donación es esta muestra de la pintura del tándem Solbes-Valdés, una obra clave en su trayectoria que amplía los registros del realismo contemporáneo español en el museo.
Eduardo Arroyo (Madrid, 1937). Toda la ciudad habla de ello (Toute la ville en parle), 1984. Óleo sobre tela, 200 x 300 cm. Otra muestra de ese realismo último que cundió en la pintura española de los 80 y 90 es esta tela de Arroyo, con todos sus rasgos reconocibles.
Darío Villalba (San Sebastián, 1939). La Espera. Tríptico, 1979. Emulsión fotográfica, pintura bituminosa, cera y óleo sobre lienzo, 200 x 160 cm (cada uno de los 3 paneles). La veta más experimentalista del realismo que regresó a la pintura española a finales del siglo XX está representada por este monumental tríptico de Darío Villalba, que se ganará un espacio muy especial en la permanente del museo.
Juan Muñoz (Madrid, 1953 - Ibiza, 2001). Balcony with two figures (Balcón con dos figuras), 1992. Terracota y bronce, 149,9 x 50,8 x 27,9 cm. Pieza única. El malogrado Juan Muñoz, uno de los grandes artistas españoles e internacionales de su tiempo y un referente absoluto en la escultura contemporánea llega por primera vez al Bellas Artes con esta excelente muestra de su talento.
Cristina Iglesias (San Sebastián, 1956). Sin título, 1986. Hierro y hormigón pintado, 191 x 51 x 56 cm. Pieza única. La otra representante de la disciplina escultórica en la donación es Cristina Iglesias, que enriquecerá las colecciones de escultura del Bellas Artes con esta pieza contundente y sobria.