Ana Rivera se ha despedido a lo grande, pero Paula Echevarría persigue un nuevo éxito en televisión. No nos ha dado más pistas, solo que seguirá en el medio en el que se ha hecho con el cariño de millones de espectadores. La «it girl« que rechaza etiquetas, «porque siempre son lo primero que se cae», cumplirá 40 en el 2017. «Estoy deseándolo», dice.
24 dic 2016 . Actualizado a las 11:50 h.Es de voz segura y de respuesta fácil. Hay muchas cosas que le hacen reír. Pero algo que no perdona: la deslealtad. ¿Y lo que más valora en el otro? «Precisamente, la lealtad», asegura Paula Echevarría (Carreño, Asturias, 7 de agosto de 1977). A la actriz que vivió un antes y un después al ser protagonista con Garci le gusta tanto cumplir años como la luz del sol. «Soy muy Leo, ¡yo necesito vitamina D!», confiesa. Es una de las celebrities españolas más seguidas en Instagram, pero ella no se siente cómoda «de etiqueta». «No me gustan las etiquetas. Me encanta la moda, me ha gustado toda mi vida. Nunca me he puesto lo primero que he pillado en el armario, pero no por eso pretendía ser nada del otro mundo», afirma. YES la sorprende «a tope», a unas horas del último episodio de Velvet. ¿Cómo se siente? «Feliz. Esta es la palabra. Feliz de todo lo que está pasando, y con este regalo de despedida que nos han hecho con Velvet. Este es un regalo que muy pocas veces en la vida se puede vivir».
-«Velvet» ha confiado 15 minutos de su suerte al directo. Un riesgo grande.
-Bueno, es un riesgo... Sí, pero yo creo que el que no arriesga no gana. Yo soy de esa opinión. Si en mi vida lo hago así, ¿por qué no va a poder ser así en mi trabajo?
-José Sacristán amenazó con interponer una demanda a los creadores de «Velvet» por el atentado emocional que le supone este adiós. ¿Te sumas?
-Jajaja. Uy, no sabes lo que me cuesta a mí despedirme. Pepe y yo nos pegamos una hinchada a llorar desde que empezamos a despedirnos muy, muy grande. Te diré que Cecilia, Marta y yo llevamos llorando ya tres días. Es mirarnos a los ojos y cogernos la mano y darnos un vuelco el corazón. Cuando todo es tan de verdad como lo ha sido en Velvet, merece la pena.
-¿Cuánto te ha dado en cuatro temporadas la glamurosa Ana Rivera?
-Me ha dado cuatro años maravillosos de su mano. Me ha dado momentos que no olvidaré nunca. Me ha dado un reconocimiento profesional que nunca antes se me había dado y me ha dado un puñado de amigos como la copa de un pino.
-Especial el feeling con Alberto [Miguel Ángel Silvestre], que en el reencuentro con Ana dijo que fue tal la emoción que el cielo lloró por ellos. «Velvet» deja el listón muy alto y el después difícil. ¿Qué nuevos proyectos se avecinan?
-De momento no puedo contar nada.
-¿Una pista?
-Nada. Bueno. Va a ser televisión, solo eso.
-Eres la «it girl» española, etiqueta en la que dices que no te reconoces. ¿Qué tiene de malo?
-No, no me reconozco, no es una etiqueta que me haya puesto yo... No tiene nada de malo, al contrario, me viene grande, creo. No es algo que haya provocado ni buscado ni querido nunca, pero no me gusta que me etiqueten, porque las etiquetas es lo primero que se cae, ¿no? No me gusta estar en el disparadero. A mí que me llamen it girl me hace gracia. Es algo que los demás ven en mí, solo eso, yo no lo he buscado.
-Se aprecia tu gusto por la moda, por crear tendencia.
-Me encanta la moda, me ha gustado toda mi vida, siempre. Nunca me he puesto lo primero que he pillado en el armario, pero no por eso pretendía ser nada del otro mundo. Por eso nunca he dado consejos sobre esto ni los daré.
-¿Ni un consejo de moda para esta temporada?
-Es que no me dedico a esto. Yo me visto para mí, con lo que me apetece según el día que tenga.
-No tienes miedo al fracaso, has dicho recientemente.
-A ver. A nadie le gusta fracasar, pero no me da miedo el fracaso. El no haber levantado nunca los pies del suelo me da la tranquilidad de no tener un día que volver a bajarlos.
-¿Cómo es eso?
-No haberme dejado llevar por todas esas etiquetas que me ponen, no creérmelas, me ayudará cuando dejen de ponérmelas. Porque nunca me las he creído.
-¿Eres perseverante y obstinada?
-Sí. Intento conseguir lo que quiero, a menos que se resista mucho, entonces «a otra cosa, mariposa».
-Nacida el 7 del 8 de 1977, eres un día mayor que yo. ¿Te fijas o no en las bromas del azar?
-Jajaja ¿En serio? Qué fuerte. Bueno... yo soy mucho de horóscopos, ¡eh!
-¿Entonces, eres Leo?
-Sí, me reconozco plenamente.
-Conste que Ofiuco se ha revelado en diciembre y a algunos Leo nos ha convertido en Cáncer.
-¿Quién? No, no, inventos nuevos... ¡no, gracias! Yo soy Leo hasta que me muera.
-Este agosto cumples 40. ¿Cómo lo celebrarás?
-Estoy deseando cumplir 40. Toda la vida me ha gustado celebrar mi cumpleaños. Nunca he sido de las de «Ay, cada día que pasa me gusta menos celebrarlo». No, a mí me gusta muchísimo y disfruto ese día a tope. ¿Vértigo a los 40? No lo sé, te lo diré cuando llegue.
-¿Harás algo especial?
-No me lo planteé todavía, pero supongo que sí, ¡los 40 no se cumplen todos los días! Este año quise celebrar los 39, para darles bien la despedida a los treinta y tantos, jajajaja. Para los 40 organizaré algo gordo.
-¿Qué peli de este año recomiendas?
-Si te digo que... ¿tienes hijos?
-Sí.
-¿Y te da tiempo a ver pelis de mayores? Es que yo te puedo hablar de los Trolls y eso... jajaja, pero poco más. Al final la mayoría de pelis que veo para mí no son estrenos, siempre voy a la retranca. Estoy viendo ahora las del año pasado [risas].
-¿Cuál es tu canción preferida de Bustamante?
-Es que no podría decirte una... ¡son tantas! La que le dedicó a nuestra hija, Daniella. Y el segundo disco de David es uno de los que más me gustan.
-En tu blog de «Elle» confiesas que no perdonas uno o dos viajes al año a Canarias. ¿Qué te dan las afortunadas?
-¡Vitamina D! Yo la necesito, que soy muy Leo, que es fuego y quiere sol.
-Pero no pareces un fuego que lo arrase todo en una hora, sino un fuego sensato, controlado, ¿o no?
-Sí, intento serlo.
-¿Qué no perdonas?
-Que me fallen. La deslealtad.
-Si tuvieses que escoger un momento crucial en tu carrera, ese sería...
-Digo Velvet, porque está aquí, muy reciente. Pero quizá el primer antes y después para mí fue Garci. A mí me reconfortó como actriz. Y aprendí mucho con él. José Luis Garci es amor puro y duro. Me valoró y me cuidó. Yo le he querido y aún le quiero muchísimo.