«Toni Erdmann» arrasa en la noche del cine europeo y agua la fiesta a Almodóvar

G. Novás REDACCIÓN / LA VOZ

CULTURA

MACIEJ KULCZYNSKI

La cinta dirigida por Maren Ade se hace con los cinco premios más importantes

11 dic 2016 . Actualizado a las 09:23 h.

Venía precedida de un exitoso paso por el festival de Cannes, donde su estreno mundial fue reconocido con el premio Fipresci de la crítica internacional al mejor filme de la competición oficial de la 69.ª edición del certamen galo. Allí, la cinta alemana Toni Erdmann sorprendió, entre otros, al cineasta catalán Albert Serra, que la destacó como una de las películas de la cosecha de este año que merecían verse. Los críticos especializados también fueron elogiosos, pese al extravagante enfoque del filme. Ayer, en la ciudad polaca de Wroclaw -Capital Europea de la Cultura del 2016-, que acogió la gala de los Premios del Cine Europeo, que celebraba su edición número 29, se refrendó el triunfo de esta comedia, que arrasó sin recato al hacerse con los cinco premios más importantes que la velada del séptimo arte ponía en juego, entre ellos, el galardón a la mejor película europea del 2016. Maren Ade (Karlsruhe, 1976), guionista y directora de Toni Erdmann, acaparó los reconocimientos a la realización y el guion, y sus dos protagonistas lograron los de mejor actor (para el austríaco Peter Simonischek) y actriz (para la alemana Sandra Hüller). La producción germana aguaba así la fiesta de la otra gran favorita de la noche, el último trabajo del manchego Pedro Almodóvar, Julieta, que se fue de vacío pese a ser finalista en tres categorías clave: dirección, película y actriz (al que optaban Emma Suárez y Adriana Ugarte). También otro español vio sus aspiraciones frustradas: en la categoría masculina estaba nominado Javier Cámara, por su aclamado papel en Truman, de Cesc Gay.

Apenas quedó para un cierto regocijo patrio el recuerdo de Luis Buñuel en la persona del veteranísimo guionista francés Jean-Claude Carrière, que escribió para (y con) el cineasta aragonés Luis Buñuel obras maestras como Belle de jour, Ese oscuro objeto del deseo, Diario de una camarera, La Vía Láctea o El discreto encanto de la burguesía. Carrière recibió la estatuilla -premio de honor que elogia su amplia trayectoria; colaboró con Milos Forman, Jean-Paul Rappeneau o Fernando Trueba- de manos de Ángela Molina, una de las musas del genio maño. Acompañaba a la actriz española el cineasta germano Volker Schlöndorff, con quien Carrière trabajó en El tambor de hojalata.

El cine europeo reservó un hueco en la ceremonia también para el actor irlandés Pierce Brosnan -ex007-, que recogió un premio honorífico en atención a su «rica y extensa carrera delante de las cámaras» y a su labor como productor.

Representación gallega

En el ámbito de la animación, se cumplieron los pronósticos y triunfó la coproducción franco-suiza Ma vie de Courgette [La vida de Calabacín], de Claude Barras -que representa a Suiza en la carrera por el Óscar 2017 a la mejor película de habla no inglesa- y que dejó al dibujante coruñés Alberto Vázquez (y su extraordinario filme Psiconautas) con la miel en los labios.

En cuanto a Toni Erdmann, narra la lucha de un padre por recuperar el amor de su hija Inès, una ejecutiva agresiva -empleada en una gran empresa alemana establecida en Bucarest- que no halla su lugar verdadero en una vida, eso sí, que tiene perfectamente organizada. Será la llegada inesperada de Winfried (su progenitor) y sus inoportunas preguntas sobre la felicidad lo que provoque una convulsión en su ordenada existencia. Aunque siente cierta vergüenza ante su presencia, su padre le ofrecerá la posibilidad de encontrar sentidos nuevos a su vida, y ahí cobra un rol clave un divertido personaje... imaginario: Toni Erdmann.