Un llamamiento convoca a músicos y «cohenófilos» en general para sumarse a «Tower of Song», un tributo improvisado que se celebrará esta noche en el pub Ca Beleño
11 nov 2016 . Actualizado a las 12:53 h.«Necesito un bar y necesito músicos para montar esta noche una jam de homenaje a Leonard Cohen». El mensaje -léase con el tono de mayor apremio posible- lo lanzaba de muy buena mañana Belén Suárez Prieto en su muro de Facebook. Poco antes, recién conocida la noticia del fallecimiento del cantautor canadiense y Premio Príncipe de la Letras, la periodista, comentarista musical y colaboradora de La Voz dejaba caer un «qué pena tan grande, joder, qué pena tan grande» que, en su caso, no podía quedarse solo en eso. Resultado: el que va a ser sin duda uno de los más madrugadores, si no el más madrugador de los homenajes a Leonard Cohen. Será a las 22:30 en el pub Ca Beleño de Oviedo, la ciudad donde Cohen se hizo Príncipe y donde una cátedra de extensión universitaria patrocinada por él mismo lleva su nombre.
Cohenófilos, cohenianos, cohenistas, discípulos y seguidores musicales o literarios, oyentes, lectores y fans en general del ya añorado cantautor canadiense están, pues, llamados a una cita que ya tiene cartel por vía de apremio y cuyo nombre toma el de una de las mejores canciones de Cohen, Tower of Song. Será un acto tan sentido como improvisado y de la que se puede esperar, literalmente, «cualquier cosa». Según Belén Suárez Prieto «todo puede pasar, aunque no sepamos exactamente qué todavía», que ha dirigido la convocatoria muy especialmente a músicos asturianos. La idea es que sean, claro, cuantos más, mejor. Pero el hecho de que sea viernes hace temer a la apasionada organizadora -que también monta todos los años un tributo a Neil Young- que los artistas tengan ya «bolos» apalabrados.
«Haremos lo que sea posible, lo que pueda salir. Que nadie venga con demasiadas expectativas en cuanto a encontrarse con un concierto, porque no es eso, sino un homenaje. Si, simplemente, se puede compartir la noche escuchando sus discos, será solo eso. Pero se lo debemos, es una obligación moral y una deuda de gratitud, y queremos ser cuanto más mejor», aclara la organizadora. La Torre de la Canción espera inquilins.