El rey defiende una España «de brazos abiertos y alejada del pesimismo»

Luis Fernández
Luis Fernández REDACCIÓN

CULTURA

Felipe VI y doña Letizia, en el teatro Campoamor
Felipe VI y doña Letizia, en el teatro Campoamor

Felipe VI evita referirse a la situación politica actual y se muestra orgulloso de la historia reciente del país

21 oct 2016 . Actualizado a las 22:07 h.

Era un discurso muy esperado por el momento convulso que vive la política nacional pero Felipe VI no ha querido entrar en polémicas. El monarca ha jugado el papel de neutralidad que se le atribuye a la institución que representa y, a pesar del momento clave, no ha querido que sus palabras pudieran tener un doble sentido. La calidez de sus guiños hacia los premiados ha contrastado con la tibieza de sus referencias a la actualidad y se ha limitado a decir que España tiene que ser un país «de brazos abiertos», en el que nadie «pueda sentirse solo en el dolor o la adversidad». También ha animado a los españoles a alejarse «del pesimismo, del desencanto o del desaliento».

Felipe VI no ha enviado ningún mensaje directo a los partidos políticos de los que depende la investidura, aunque sí que ha aprovechado su intervención en la ceremonia de entrega de los premios Princesa de Asturias para dedicar unas palabras a los españoles. «Debemos estar orgullosos de lo que somos y de lo que juntos hemos conseguido, que ha sido mucho y admirable», ha afirmado el monarca. De todo su discurso, una de las pocas referencias de las que puede extraerse un tímido mensaje en clave política es cuando ha asegurado que «el progreso es siempre fruto de muchos esfuerzos compartidos entre personas de orígenes diversos, entre culturas y creencias distintas, entre naciones diferentes».

El monarca ha centrado su intervención en esta llamada de atención sobre el valor de la cultura y, así, ha animado a buscar inspiración en la figura de Don Quijote para afirmar: «La cultura enriquece siempre la convivencia, alimenta los más altos valores del espíritu, ennoblece los sentimientos de las personas y nos ayuda a convivir con la mayor dignidad».

Defensa de los Premios

Felipe VI ha realizado una defensa a ultranza de los Premios y los ha definido de «un acto de cultura frente a la ignorancia». El Rey ha reivindicado la razón de unos galardones que nacieron «como un sentido acto de afirmación cívica de la cultura frente a la ignorancia», y que desde hace seis años vienen siendo cuestionados por diversos colectivos sociales a los que se han sumado Podemos e IU. Prueba de esta repulsa de una parte de la sociedad ha sido la manifestación que, un año más, se ha desarrollado en la Escandalera durante la ceremonia. «Los Premios nacieron también por un sentimiento: el de amor profundo a Asturias y a toda España», ha sentenciado el monarca.

En su discurso, el Rey ha afirmado «con humildad, pero con satisfacción» que a lo largo de estos 35 años los Premios «nunca» han defraudado. «Nuestros premiados habéis sido la representación más alta y brillante de ese afán por hacernos mejores personas, de ese anhelo por hacer un mundo mejor donde prevalezcan la concordia, el respeto y la solidaridad», ha incidido. Antes de hacer esta defensa cerrada de los galardones y de la Fundación cuya presidencia de honor ostenta ahora su primogénita, Leonor, el monarca ha destacado, con palabras de elogio y afecto, los méritos de los galardonados en esta edición.

Referencias a los premiados

De Nuria Espert Espert, con quien ha tenido el detalle de despedirse en catalán, ha dicho que es «una de las más grandes actrices españolas». De Nachtwey ha destacado que «su visión siempre es profunda y comprometida», mientras que se ha referido a Mary Beard como una «intelectual que reconstruye el pasado para ayudarnos a entender el futuro». También ha afirmado que el trabajo de Herr contribuye «a crear esperanza a miles de personas que aspiran a mejorar su calidad de vida». De Gómez Noya ha asegurado que es «el deportista total» y ha destacado su «afán constante de superación». En cuanto a Ford, ha defendido que su trabajo refleja «la calidad atemporal de todo arte verdadero», mientras que ha aseverado que los últimos avances en cuanto al cambio climático «permiten que lo que antes era impensable ahora sea imparable». Por último, respecto a Aldeas Infantiles ha señalado que «la humanidad no estará a salvo hasta que sepamos que ayudar a la infancia es una prioridad».