Los fans más puristas critican que una chica de origen afroamericano interprete a la novia de Peter Parker, mientras su creador Stan Lee y el director James Gunn defienden la elección
25 ago 2016 . Actualizado a las 08:07 h.Las adaptaciones fílmicas de personajes icónicos nunca son fáciles. La apuesta por la mayor diversidad en las producciones de Hollywood siempre está reñida con la fidelidad al material original que piden los fans más puristas.
Marvel, que en su línea editorial ha hecho de la diversidad racial su gran imagen de marca, no ha sido ajena a las polémicas en su universo cinematográfico. La elección del británico Idris Elba dar vida al personaje de la mitología nórdica Heimdall no estuvo exento de críticas tras el estreno de Thor, mientras que, en el lado contrario, que Tilda Swinton vaya a dar vida al Anciano (hombre y asiático en los cómics) en la inminente Doctor Strange también levantó en armas a los que critican la baja representación asiática en Hollywood.
Ahora, el turno le ha tocado a la primera película del héroe arácnido dentro del Universo Cinematográfico de Marvel, Spider-Man: Homecoming, dirigida por Jon Watts y protagonizada por Tom Holland, que presentará uno de los cástings más diversos racialmente de los últimos tiempos.
Dentro del elenco destaca el de la actriz, cantante y modelo Zendaya Coleman, de padre afroamericano y de madre caucásica, que dará vida a la que se convirtió en los cómics en mujer de Peter Parker: Mary Jane Watson, que en filmes anteriores (que no tendrán relación con esta) había sido interpretada por Kirsten Dunst.
La elección de una chica mulata para el papel de la pelirroja amante de Spiderman no ha sentado nada bien a los más puristas, que consideran que es un atentado contra el canon del cómic.
«Como Mary Jane va a ser interpretada por una mujer negra, ¿puede Martin Luther King ser interpretado como un hombre blanco en la siguiente película sobre él?», decía mezclando el tocino con la velocidad un usuario de Twitter. Otro lamentaba que Hollywood no sea capaz siempre de «ceñirse a la historia».
Pero la realidad es que muchos de los personajes icónicos de cómic fueron creados en tiempos en que la representación racial no solo no era importante, sino que lo «normal» era que los protagonistas fueran siempre caucásicos.
El director James Gunn, que ha realizado uno de los más inesperados éxitos de los estudios Marvel con Guardianes de la Galaxia, ha defendido a Zendaya como Mary Jane y ha saltado a las redes sociales para arremeter contra los que critican la elección.
«Para mí, si el atributo principal de un personaje -lo que les hace icónicos- es el color de su piel o el color de su pelo, francamente, es que ese personaje es superficial y apesta», escribió Gunn en Facebook. «Para mí, lo que hace Mary Jane a Mary Jane es su jocosidad como hembra alfa, y si la actriz logra capturar eso, entonces funciona».
«Si vamos a seguir haciendo películas basadas en héroes y personajes secundarios todos blancos de los cómics del siglo pasado, no nos va a quedar otra que acostumbrarnos a que reflejen mejor nuestro mundo cada vez más diverso», comentó apoyado por miles de seguidores.
También el creador del personaje, Stan Lee, ha roto una lanza en favor de la futura película diciendo que cree que la elección de Zendaya es «absolutamente maravillosa».
«Si es tan buena actriz como me han dicho, creo que será perfecta», le dijo al Toronto Sun, añadiendo que «quizás tenemos que abrirnos a la idea de que, aunque alguien puede no casar con la idea en la que concebimos un personaje, al final puede sorprendernos gratamente».
Stan Lee también ha minimizado el problema de la diferencia racial. «El color de la piel no importa, tampoco su religión. Lo único que importa es que sea la persona adecuada para ese papel.»
No es la primera polémica sobre la elección de los actores de Spiderman: Homecoming. Días antes se rumoreaba que el hispano Tony Revolori daría vida Flash Thompson (rubio y fornido en los cómics), el popular quarterback del instituto de Peter Parker que le hacía la vida imposible al empollón con poderes arácnidos.
No son los únicos actores no caucásicos en Spiderman: Homecoming. Hace unos días se anunció que Jona Xiao, actriz asiática de la serie Halt and Catch Fire, también participará, junto al también asiático Kenneth Choi, los afroamericanos Donald Glover, Bokeem Woodbine y Laura Harrier, el ganés Abraham Attah o el hawaiano Jacob Batalon.
La diversidad se ha convertido en una apuesta firme de Marvel en los cómics que, de momento, se había trasladado muy tímidamente a las películas. Mientras en los filmes el único cambio sonado fue el de la raza de Heimdall, los tebeos están arriesgando más. Thor es desde hace unos años una mujer, Iron Man será sustituido por una chica negra, un asiático ha tomado el lugar de Hulk como el gigante escarlata y el afroamericano Sam Wilson es quien porta ahora el escudo del Capitán América. Pero, como se puede observar, la traslación de estos cambios al celuloide no será nada fácil.
Entre el club de los cinco y Harry Potter
El nuevo film del héroe arácnido, que se estrenará en julio del año que viene, pretende convertir la saga de Spiderman en algo semejante a la epopeya de Harry Potter, que permitirá presenciar cómo Peter Parker, interpretado por Tom Holland, va pasando de adolescente en el instituto a adulto en el transcurso de los años.
El director Jon Watts, que se ha declarado un admirador de John Hughes, pretende dar más importancia a la vida en el instituto del héroe, para hacerlo más cercano a la juventud actual. De ahí la diversidad racial del centro de estudios, que reflejará la realidad actual. Laura Harrier, que interpreta a Liz Allan, una compañera de instituto, ha confesado que el grupo de estudiantes se autodenomina El Club de los Cinco, como la mítica película juvenil del director estadounidense.
En Spiderman: Homecoming, Peter Parker deberá enfrentarse a uno de sus mayores enemigos en las viñetas, el Buitre, interpretado por Michael Keaton, algo paradójico tras su papel en la multipremiada Birdman.