Sergio G. Sánchez se inventa una Norteamérica de «thriller» en Pravia

Graciela M.Camporro REDACCIÓN

CULTURA

Fotografía oficial del equipo de Marrowbone.Fotografía oficial del equipo de Marrowbone
Fotografía oficial del equipo de Marrowbone

El asturiano, guionista de «El orfanato» y «Lo imposible» debuta como director con «Marrowbone», un largo producido por Juan Antonio Bayona que rueda estos días en un palacio del siglo XVIII del valle de Arango

19 ago 2016 . Actualizado a las 18:22 h.

Una madre y sus cuatro hijos huyen de Inglaterra para instalarse en la costa noreste de Estados Unidos. Durante su estancia en el nuevo país la madre fallece y los hijos, temiendo que los separen por ser menores de edad, tendrán que esconderse en su abandonada granja. Esta es la historia de Marrowbone, el primer largometraje del asturiano Sergio G. Sánchez, guionista de El orfanato y Lo imposible, que cuenta con la producción de Juan Antonio Bayona y Telecinco Cinema. El Valle de Arango en Pravia ha sido el emplazamiento escogido por los productores para comenzar el rodaje de este thriller psicológico.

Esta zona del bajo Nalón acoge un palacio del siglo XVIII que se ha convertido en el set principal de la película. La casa cuenta con 1.400 metros cuadrados repartidos en dos pisos y una torre que data del siglo XV. El director de arte, Patrick Salvador, ha sido el encargado de convertir este edificio en una auténtica casa de los años 30 de la costa este de Estados Unidos. Desde febrero, el equipo artístico de la película ha trabajado en la transformación de esta vivienda asturiana, convirtiéndola en un lugar que destaca por su sobriedad y austeridad, características esenciales de los hogares protestantes. «Ha sido un desafío a la lógica, la casa es un personaje más. Hemos hecho un esfuerzo enorme para que el entorno sea totalmente realista. El 95% del trabajo ha sido todo integración. Cuanto más real sea todo, más nos ayudará a meternos en la historia», comenta Salvador.

La casa ha sufrido una radical transformación desde que comenzaran los trabajos. El edificio ha sido forrado por dentro y por fuera de madera, exceptuando el tejado que ha sido el único detalle que no han podido modificar. En la decoración esencialista de la vivienda se han utilizado elementos de la época, como un mapa de la primera persona de la familia que llego al nuevo mundo. La casa cuenta además con pequeños detalles que nos hacen situarla en la costa noroeste americana, como una cocina de la época traída de Virginia o un granero construido exclusivamente para el film. El equipo se ha encargado también de cambiar las ventanas originales de la residencia para crear un entorno mucho más iluminado con luz natural.

El equipo de arte y producción de la película ha agradecido la implicación del Gobierno del Principado a la hora de llevar a cabo la grabación, ya que aseguran que «se han mostrado entusiasmados con el rodaje, han sido todo facilidades». La dirección de arte se ha comprometido además a dejar el edificio como inicialmente se lo habían encontrado. «Tenemos todas las piedras contadas», dice entre risas Salvador, que señala además que estos compromisos en todos sus rodajes le posibilitan el poder volver a grabar en los mismos enclaves.

En cuanto a la elección de la localización, el equipo de arte ha trabajado durante meses en la búsqueda del lugar idóneo para la filmación de la película. «Nos gusta mucho Asturias. El director es asturiano así que empezamos a buscar la localización aquí. Esta casa la descubrimos un año antes de decidir que era la correcta», señala Salvador. Uno de los requisitos imprescindibles era encontrar un entorno aislado, sin edificios a los alrededores. También se buscó un emplazamiento amplio en el que se pudiera grabar porque, como bien recuerda el director de arte, «lo que se va a ver es la mitad del tamaño real de la casa». Salvador reconoce además que se se variaron acciones del guión para adaptarlos a la vivienda. «Esta residencia se ha convertido en una casa del árbol gigante para los cuatro hermanos que viven en ella. Son chicos que viven una aventura», afirma el director de fotografía.

Una producción internacional de J.A. Bayona

Marrowbone será el tercer film en el que Juan Antonio Bayona y Sergio G. Sánchez trabajen juntos, aunque en este caso los roles serán distintos. En la rueda de prensa a los medios, en la que también ha participado el consejero delegado de Mediaset España, Paolo Vasile, se ha alabado el trabajo del asturiano. «Sabemos que Sergio es un buen director, es un narrador de primer orden», destaca el realizador español, que se ha sumergido en el mundo de la producción tras una promesa que le hizo al también director, Guillermo del Toro. «Me pidió que pasara el testigo para poder fortalecer la industria del cine».

Sergio G. Sánchez llevaba 10 años sin rodar. Durante estos años, el director asturiano se ha encargado de realizar el guión de películas como El orfanato, por la cual ganó un Goya, o Palmeras en la nieve. «No quería volver a dirigir a cualquier precio ni cualquier película», señala. Considera una «gozada» el poder volver a rodar en su tierra aunque, como anécdota, ha comentado que la grabación de este martes fue un poco problemática debido a los constantes cambios de luz en el cielo asturiano.

El film cuenta con las interpretaciones de Anya Taylor-Joy, George MacKay, Mia Goth y Charlie Heaton. A pesar de su juventud -ninguno supera los 25 años-, el director destaca su entrega y su exigencia y señala que «todos se dejan la piel día a día». Aunque el gran público aún no los conozcan, estos actores llevan una trayectoria envidiable para su corta edad. Mia Goth, además de haber sido imagen de Miu Miu y Prada, ha trabajado con el siempre polémico y a la vez alabado Lars Von Trier en el último film del director, Nymphomaniac vol.2. Por su parte, George MacKay ha participado en Amanece en Edimburgo y Pride. Este año ha estrenado 11.22.63, una serie de Stephen King y J.J Abrams en la que comparte cartél con el actor James Franco. Los intérpretes se han mostrado entusiasmados con sus personajes y con la grabación en el Principado. «Asturias nos aporta mucha paz. La experiencia de grabar aquí nos ofrece disfrutar de estas vistas tan bonitas, de escenarios tan reales», señala Heaton. Taylor-Joy califica paisajes la región como «un cuento de hadas».

La grabación, que comenzó el pasado 27 de junio, también ha sido una oportunidad de trabajo para los asturianos. Se han contratado a más de sesenta personas entre fijos y eventuales, más el empleo indirecto que supone la visita del equipo a la región. El rodaje en Asturias finalizará el próximo 2 de septiembre para posteriormente comenzar a grabar en Terrassa.