«No voy a ir a los lugares en los que no se me estima o no se me aprecia», asegura. Socialistas de Mieres plantearon boicotear la presencia del presidente a la entrega de unos galardones
20 feb 2018 . Actualizado a las 10:20 h.La tensión interna en la FSA está viviendo un nuevo capítulo que revela la división dentro del partido. La conversación de un grupo de whatsapp formado por militantes del PSOE de Mieres en la que planteaban boicotear la asistencia a la entrega de la medalla de oro de la asociación «Mierenses en el mundo» a Javier Fernández ha tenido hoy su continuación. El presidente del Principado ha asegurado hoy en León que no asistirá al homenaje a Manuel Llaneza que se celebra cada año en Mieres. «No soy secretario general (de la FSA) y no voy a ir a los lugares en los que no se me estima o no se me aprecia. Por lo tanto no voy a ir», ha asegurado. Javier Fernández, mierense de nacimiento, es descendiente de Manuel Llaneza.
El jefe del Ejecutivo no ha querido responder directamente a los mensajes de whatsapp. «No voy a contribuir a nada que divida al partido ni por supuesto a nada que vaya a envenenar el aire de convivencia y de respeto de la organización». El presidente se ha ratificado en su intención de no acudir al acto de Mieres.
Por su parte, el portavoz del Grupo Socialista en la Junta General, Marcelino Marcos, se ha mostrado hoy convencido de que desde la dirección de la FSA-PSOE se vaya a asumir «ningún veto» ni se vaya «a poner en cuestión» la labor «de una figura pública» como el presidente del Principado Javier Fernández.
Marcos se ha expresado así a preguntas de los periodistas sobre la conversación de un grupo de whatsapp formado por militantes del PSOE de Mieres. «Lo que ponen de manifiesto estas cosas es que si a veces los políticos decimos disparates públicamente, imaginaros lo que podemos decir en privado», ha añadido el portavoz socialista.
En relación con ese asunto, Adrián Barbón aseguró el pasado sábado que, con la publicación de unas conversaciones privadas, «se vulnera todo límite en el debate público» en el que, advirtió, «no todo vale» antes de rechazar pronunciarse sobre su contenido.