El conductor del 4x4 atrapado durante 8 horas con otras seis personas critica la falta de ayuda y «la burla» del 112. El SEPA asegura que actuó según los protocolos, aunque reconoce que «alguna de las expresiones utilizadas no fueron las más adecuadas»
08 ene 2018 . Actualizado a las 21:36 h.No era la primera vez que H.C.R. salía con su 4x4 y sus amigos a hacer una ruta por la nieve, pero en la madrugada del sábado al domingo el temporal le pilló desprevenido a él y a sus seis acompañantes cuando trataban de acceder a la cima del Angliru y durante ocho horas se quedaron atrapados con el vehículo atravesado «entre la valla y el talud» de la carretera al tratar de dar la vuelta ante la imposibilidad de continuar el ascenso. A la tensión de estar en pleno monte, de noche cerrada y con una fuerte nevada, se les sumó «la falta de ayuda del 112» y «la burla, que es lo que mas molesta», y es que el conductor del todoterreno critica las contestaciones que recibió del Servicio de Emergencias del Principado en una de las llamadas que realizó durante la noche cuando todavía tres personas continuaban en el vehículo, puesto que las otras cuatro habían decidido bajar caminando para buscar ayuda. En la conversación, grabada por H.C.R., el jefe de sala del 112 le dijo que «somos mayorinos ya para saber lo que hacemos» a modo de crítica por haber subido al Angliru cuando la alerta de temporal ya estaba dada, por lo cual desde el SEPA se decidió no enviar «a nadie», en vista también que la Guardia Civil ya estaba al tanto del incidente.
Ante la falta de ayuda, y puesto que la grúa no pudo acceder por la nevada hasta donde estaba el vehículo, el conductor del 4x4 decidió ponerse en contacto con gente del grupo Mitsubishi Asturias con los que suele realizar rutas de montaña. «Nos rescatamos organizándonos nosotros solos», comenta H.C.R., quien no obstante reconoce que en esas ocho horas él y sus acompañantes vivieron «momentos de tensión y desesperación» que ahora cuentan con la tranquilidad de estar a salvo y que todo se haya quedado en un susto y con el malestar por todos los comentarios que su historia está generando en las redes sociales, aunque considera que injustificadas porque «cometimos un error, pues sí, pero ahora se nos achaca que parece que matamos a alguien, y no es así». Además, lamenta que se estén diciendo cosas que no son ciertas como que el vehículo no tenía seguro o que era de cinco plazas e iban siete.
Para tratar de dejar claro como sucedió todo, H. C. R. explica que todo comenzó cuando en la noche del sábado se les ocurrió hacer una ruta nocturna al Angliru para ver la nieve. Asegura que cuando empezaron a subir apenas había nieve en la carretera y que continuaron el ascenso porque su 4x4 lleva ruedas especiales para la nieve. Sin embargo, en la subida el temporal les pilló «desprevenidos» y al intentar dar la vuelta, el coche se quedó atravesado en la carretera «entre la valla y el talud». El conductor comenta que temió seguir moviendo el coche por si perdía el control de este y se iban por el precipicio, por lo que decidió pararlo. Eran en torno a las dos de la madrugada y el coche estaba «trabado» en un desnivel del 23%. Sobre las cuatro de la madrugada llamaron por primera vez al 112 ante la imposibilidad de la grúa de llegar hasta ellos pero ante la falta de ayuda, dos de los siete ocupantes del 4x4 decidieron bajar caminando para ver cómo podían ayudar a los atrapados. La Guardia Civil estaba al corriente del incidente y se ponía en contacto con H. C. R. cada hora para comprobar si seguían bien. A las siete menos veinte de la mañana fue cuando se produjo la tensa conversación con el 112, y a las nueve de la mañana otros dos ocupantes decidieron abandonar el coche y bajar del Angliru caminando, con lo que en el coche se quedó el conductor con otros dos acompañantes.
Ya de día, H.C.R. dio aviso de su situación a algunos compañero del grupo Mitsubishi Asturias, que precisamente estaban preparados para salir a hacer una ruta a Pajares, y fue un integrante de dicho grupo el que acudió con su vehículo al rescate de los que aún permanecían en la subida a la mítica cima de Riosa aunque para entonces el Ayuntamiento ya se había preparado un vehículo con una pala quitanieves para llegar hasta ellos. «Es triste que tenga que venir un chaval para rescatarnos», manifestaba H. C. R., que señala que si los tres que quedaron en el coche no bajaron caminando es porque habían dado toda su ropa de abrigo a los cuatro que se habían ido caminando de madrugada. «Los tres que quedábamos estábamos sin ropa porque se la dejamos a los que habían bajado, pero no es que fuéramos sin ropa de abrigo como se dice», matiza el conductor del 4x4, que añade que su preocupación más que por él durante esas horas era por sus acompañantes «porque ya nos poníamos nerviosos y nos estábamos agobiando».
«Mi mayor preocupación es que con la tensión les diera un ataque de ansiedad», y reconoce también que la imaginación puede ser muy traicionera porque «pensaba que se podía producir un alud o desprenderse una roca». Por eso dice que no quiso abandonar el coche hasta el último momento y mientras quedara gente dentro.
A las diez y media de la mañana del domingo siete de enero se encontraban a salvo ya a la altura del puesto de la Guardia Civil, pero a H. C. R. y a sus acompañantes les quedaba el resquemor de que no hubieran sido atendidos por el 112. «Si nos hubieran dicho, mirar no os podemos ayudar, pues vale, pero la burla es lo que molesta», manifiesta el conductor del 4x4, que no descarta presentar denuncia contra el Servicios de Emergencias y contra el jefe de sala con el que habló en la conversación grabada por sus malas contestaciones. En cambio, el mismo destaca que «la Guardia Civil se portó genial, nos llamaban cada hora para ver cómo estábamos». «El 112 al menos podía haber puesto una ambulancia en Viapará por si alguno de los que bajaba se encontraba mal, pero no fue así», lamenta.
«La conversación está totalmente descontextualizada», dice el SEPA
Ante este incidente y la repercusión que ha tenido la difusión de una de las conversaciones que mantuvo el conductor del 4x4 con el 112, desde el Servicio de Emergencias del Principado de Asturias (SEPA) han emitido un comunicado en el que se asegura que el SEPA actuó según los protocolos establecidos. Según explican desde este servicio, la Sala del 112 Asturias recibió el aviso, a través del 112 de Cataluña, a las 04.34 horas. Desde el servicio de emergencias catalán explicaron que habían recibido una llamada de la aplicación RACC Asistencia donde un asegurado solicitaba una grúa porque se había quedado atascado con el vehículo en la nieve. Paralelamente uno de los implicados estaba llamando al 112 para explicar la situación.
Desde el SEPA, según los procedimientos establecidos, se comunicó lo sucedido a la Guardia Civil y se informó a los implicados de las gestiones realizadas. «En todo momento indicaron que se encontraban en perfecto estado y que el único problema es que no llevaban ropa adecuada. Unos minutos más tarde, a las 04.58 horas, uno de los implicados explicó que él y otro compañero estaban bajando caminando. Dijo que era más positivo que el compañero con el que habían hablado antes. Iba a llamar a alguien con un todoterreno con tacos y que ya lo solucionaba él. Señaló que no nos preocupásemos, que no era para tanto y que su compañero era un poco exagerado», indica el SEPA en el comunicado.
En el mismo se añade que, no obstante, desde el SEPA, además de con la Guardia Civil, se contacta con el Ayuntamiento de Riosa cuya alcaldesa localizó a uno de sus operarios para intentar acoplar una cuña a un vehículo y subir hasta donde se encontraban. Según traslada el SEPA, fue «durante todas estas gestiones cuando se produce la grabación facilitada a los medios de comunicación por parte de los implicados».
«Aunque alguna de las expresiones utilizadas no fueron las más adecuadas cabe señalar que la conversación está totalmente descontextualizada ya que se registraron más de 40 llamadas, entrantes y salientes, durante todo el incidente», aclaran desde el Servicio de Emergencias ante la gran repercusión que ha tomado el suceso.