







Los usuarios de la estación Valgrande-Pajares destacan la calidad de la nieve aunque los esperos son un poco justos. Apenas se han registrado colas en el remonte de Brañillín
22 ene 2017 . Actualizado a las 20:29 h.La estación invernal Valgrande-Pajares se ha entrenado con unas «buenas condiciones» para la práctica del esquí en el primer fin de semana de campaña: buena calidad de nieve, cielos despejados o con pocas nubes, ausencia de viento y agilidad en la cola del remonte de Brañillín pese a la gran afluencia de usuarios. El único pero que ponían algunos consultados por LA VOZ tenía que ver con los espesores de nieve, que consideraban «justos» en algunas zonas. No obstante, la mayoría han visto el importante trabajo realizado por el personal de la estación, que este domingo llegaba a ofrecer 14 kilómetros esquiables con el circuito de fondo, kilómetros que han aprovechado cientos de esquiadores desde primera hora de la mañana. De hecho, a eso de las diez y media empezaba a complicarse aparcar y quienes llegaban después de esa hora tenían que caminar un trecho desde el coche hasta las taquillas antes de comenzar la jornada de esquí.
Unos de los madrugadores fueron Víctor Alonso y su hija, procedentes de Gijón, que a las nueve de la mañana estaban ya en la estación de Pajares dispuestos a aprovechar al máximo el día porque, aunque en su opinión la estación lenense aún tiene «poca nieve», matiza que «la poca que hay está bien». Además, ambos aseguraban que el acceso al remonte del Brañillín había sido rápido y que no tuvieron que soportar una gran cola como se podía pensar por el cierre de Cuitu Negru. «La gente si protesta es por protestar, porque no hay grandes colas», señalaba este usuario que se declara más asiduo de Pajares por una cuestión de distancia.
«La nieve está fenomenal. Se nota que han trabajado mucho». Era la primera reacción de Julia María Fernández, de Oviedo, quien ha puesto como único pero el que de espesores Valgrande estuviera un poco justa, ya que estos oscilaban entre los 25 y los 75 centímetros, según la zona. En cuanto al acceso a los remontes ha asegurado que había sido rápido. En su opinión, este primer fin de semana de apertura de Valgrande-Pajares no ha sido tan multitudinario «como otros fines de semana en los que la estación está intransitable» y de los que ha visto muchos porque comenzó a esquiar a los cuatro años, los mismos que tiene ahora su hija que comenzaba los cursillos de esquí. Desde su punto de vista, quizá mucha gente no se acercó a la estación en la jornada de este domingo por temor a que hubiera demasiada afluencia al ser el primero de la temporada.
Con ella coincidía José Fernández Vázquez, integrante del Pajares Ski Club, quien manifestaba sobre el estado del complejo invernal que «de nieve está un poco justa pero muy bien trabajada», reconociendo así el esfuerzo realizado por el personal de la estación. Él mismo ha explicado que ha podido disfrutar de la nieve las dos jornadas del fin de semana y que ambos días se encontró las pistas «muy bien pisadas». En cuanto al acceso a los remontes, el mismo ha señalado que no había visto grandes colas ni el sábado ni el domingo. Y aunque considera que el remonte del Brañillín puede dar respuesta por ahora a los usuarios de Valgrande-Pajares, el mismo sí considera necesario que en la estación se haga «una inversión muy necesaria, que sería la instalación de una silla desembragable para seis, ocho o diez personas». «Sería fantástico, pero la situación económica no es la más favorable ni en este país ni en la región», ha comentado José Fernández, quien lleva esquiando 42 años superando retos como el de aprender hace ocho años a esquiar de nuevo en una silla de esquí adaptada.
Otra asidua de Pajares es Marta Suárez, de La Fresneda, que pudo disfrutar del esquí en la estación tanto el sábado como el domingo, jornadas en las que pudo comprobar «el buen trabajo del esquipo de la estación» por los espesores de nieve conseguidos pese a lo poco que había caído. «Para la cantidad de nieve que hay las pistas están muy bien», ha manifestado la misma.
Marta Rodríguez y Diego Ferreiro fueron otros que aprovecharon todo el fin de semana la apertura de Valgrande-Pajares, aunque para el gusto de ambos aún «hay poca nieve». En su caso, sí echan en falta que no funcione el remonte de Cuitu Negru y señalaban que la primera vez que accedieron a las pistas sí tuvieron que esperar un poco de cola en el de Brañillín. Sin embargo, Alejandra Sánchez, de 14 años, aseguraba que ella y su amiga no habían encontrado colas para acceder a los remontes, aunque echaba en falta que no hubiera más pistas abiertas.
Cogiendo fuerzas en la cafetería estaban Marta Castro y su grupo de amigas, quienes este domingo se decidieron a acercarse a Pajares pero no para esquiar, sino «para hacer raquetas» y pasar el día disfrutando por los alrededores de una estación que ofrece muchas alternativas.