La contaminación de las ciudades eleva el riesgo de alzhéimer y demencia
CONTAMINACIÓN
Una investigación estadounidense observa un vínculo entre el aumento de nanopartículas en el aire y estas enfermedades
27 dic 2022 . Actualizado a las 15:28 h.Investigadores de la Universidad de Emory (Atlanta, Estados Unidos) han encontrado relación entre la contaminación atmosférica y el riesgo de padecer demencia y alzhéimer. «La creciente evidencia indica que la exposición, específicamente, a las partículas finas (PM2.5) juega un papel crucial en la patogénesis del alzhéimer y otras demencias relacionadas», destaca el texto hecho público esta semana.
«La evidencia científica está revelando que estas partículas PM2,5 tienen efectos más severos sobre la salud que las más grandes, PM10», revela Ecologistas en Acción en un informe. El aire de las ciudades está compuesto por numerosos gases entre ellos oxígeno, dióxido de carbono, nitrógeno, monóxido de carbono, metano, dióxido de azufre y mucho material particulado que pasa desapercibido a los ojos de los ciudadanos, pero que se deja notar en el cuerpo humano.
Son micropartículas presentes en forma sólida o líquida provenientes del polvo, de cenizas, de hollín, de partículas metálicas o de cemento, entre otras. Según su tamaño, estas se pueden dividir en dos grupos: las más grandes que son iguales o inferiores a los 10 µm o 10 micrómetros denominadas PM10 y las más pequeñas, las PM2.5, inferiores o iguales a 2,5 micrómetros, «100 veces más delgadas que un cabello humano», apuntan los expertos.
Hasta la fecha, la mortalidad de estas últimas estaba relacionadas «con causas cardiorespiratorias» asociadas al carbono negro y también al orgánico. Ahora, los datos incorporan distintos trastornos del cerebro. «La importancia y trascendencia de este estudio son no solo el enorme tamaño de la muestra poblacional, que incluye millones de personas de todo Estados Unidos, sino que analiza de manera individual el efecto de sus principales componentes químicos; entre ellos destacan el carbono negro, la materia orgánica, los sulfatos y el amonio inorgánicos como aquellos con mayor riesgo asociado a estas enfermedades neurodegenerativas», señala Víctor Briz, investigador posdoctoral sénior especialista en neurociencia en el Centro de Biología Molecular Severo Ochoa, UAM-CSIC, en declaraciones recogidas por Science Media Centre España.
En sus conclusiones, los investigadores se muestran contundentes: «La exposición a largo plazo a las partículas PM2.5 se asocia significativamente con una incidencia elevada de demencia o alzhéimer». «Este estudio refuerza trabajos epidemiológicos previos sobre el riesgo significativo de desarrollo de demencia y alzhéimer tras la exposición continuada a la polución ambiental», añade Briz.
Contaminación coches
En el estudio firmado por los investigadores de Emory ponen el foco en las micropartículas de carbono negro, nitrógeno, sulfatos y amonio. Sin embargo, el más perjudicial tanto para el sistema respiratorio como para el cerebro son las partículas procedentes de la quema de combustibles fósiles, también conocido como carbono negro. «Por cada aumento de 1 microgramo por metro cúbico, los niveles de riesgo de demencia fueron 1,123», revela la investigación.
Como contaminante del aire, el carbono negro también se asocia a problemas de salud como las enfermedades respiratorias, las cardiovasculares y el cáncer. Según la OMS, se calcula que 4,2 millones de muertes al año están relacionadas con la contaminación del aire exterior.
Precisamente, la Organización Mundial de la Salud reveló el pasado 2021 que un 90 % de las muertes relacionadas con las partículas PM 2.5 pueden evitarse si se adoptan las nuevas guías. Por ello, hace doce meses el organismo presidido por Tedros Adhanom Ghebreyesus endureció los límites recomendados sobre los niveles de contaminación.
Es el caso de las partículas en suspensión con un diámetro inferior a 2,5 micras (PM 2.5), considerados el contaminante más peligroso para el ser humano: hasta ahora recomendaba menos de 25 microgramos por metro cúbico de aire en un día, mientras que baja el nivel óptimo a 15 microgramos. Por su parte, las PM10 pasan de 50 microgramos a 45 por metro cúbico de aire.