Las claves del crimen de Lugones

Pilar Campo LUGONES (SIERO)

COMARCAS

Portal del número 6 de la calle Río Sella de Lugones (Siero) donde una joven ha asesinado a su novio
Portal del número 6 de la calle Río Sella de Lugones (Siero) donde una joven ha asesinado a su novio J.L.Cereijido

Belén Hevia asegura que la presunta homicida de Lugones sufría unos celos presuntamente patológicos, mientras continúa la búsqueda del arma blanca

18 jul 2018 . Actualizado a las 12:53 h.

A los celos presuntamente patológicos que sufría Ana María García Hevia, de 28 años, atribuye su madre, Belén Hevia, el crimen pasional que, la pasada madrugada, llevaron al parecer a la joven a apuñalar con un arma blanca hasta la muerte a Miguel Ángel Suárez, conocido por el sobrenombre de Michel, de 56 años, en el domicilio familiar del número 6 de la calle Río Sella, de Lugones (Siero).

«N

o quería que estuviera con la otra señora», es el argumento que Belén Hevia esgrime para explicar las razones que su hija le dijo, minutos después de consumar el crimen, para justificar qué se le había pasado por la cabeza para apuñalarle presuntamente tras entablar con él una discusión. «Me dijo que había matado a Michel», asegura la madre que le comentó, todavía conmocionada, la presunta homicida.

Los conflictos y las relaciones sentimentales

Michel Suárez y Ana María García Hevia llevaban varios meses como pareja sentimental y su relación no pasaba desapercibida en Lugones, donde la joven era conocida «porque había estado antes que con él, que era payo, con un gitano y había tenido muchos conflictos. Incluso tenía pendiente un problema judicial por la quema de unos contenedores, pero ahora parecía que estaba más tranquila», coinciden en señalar comerciantes y hosteleros.

La estabilidad sentimental que ambos aparentaban, a pesar de la diferencia de edad, no era, sin embargo, tan real como apreciaba su entorno, ya que Ana María no llevaba bien que su pareja mantuviera relación con otras amistades femeninas. «Empezaron a discutir y él dijo que se quería ir, al final que se quedaba y los dos se fueron a la cama. No supe más hasta que mi hija me despertó. Dijo que ni p’a ella, ni p’a mí», relató la madre sobre la versión facilitada por Ana María sobre el posible móvil del crimen.

Belén Hevia insiste en que, pese a los celos que manifestaba su hija y que incluso llegó a mostrar públicamente en alguna ocasión en la que coincidió con antiguas novias de la víctima, «jamás creí que fuera capaz de hacer algo así» y cree que Ana María tuvo que haber sufrido un arrebato para acabar con la vida de su pareja sentimental cuando ambos se encontraban en una habitación cerca de su propio dormitorio, en el domicilio familiar.

Los padres de la joven fueron los que, alarmados por el relato de la hija, avisaron inmediatamente a los servicios de emergencia para que asistieran a la víctima, pero cuando la ambulancia llegó a la vivienda, nada se pudo hacer por ella, ya que, al parecer murió desangrada.

El arma homicida

La Policía no ha facilitado datos sobre las características del arma blanca con el que presuntamente se cometió el crimen y si ha podido ser recuperada. Efectivos de la Policía Judicial y Policía Científica han realizado una inspección ocular en el domicilio de la calle Río Sella y han buscado indicios y pruebas que permitan esclarecer por completo las circunstancias que han rodeado la muerte de Michel Suárez.

Los vecinos aún no se han repuesto del impacto que ha supuesto para ellos saber que «la hija de Belén pudo haber matado a Michel» mientras coinciden en señalar que «la madre ha hecho todo lo posible por ella. Belén es muy apreciada en Lugones, pero las malas compañías de la hija son las que le han perdido».

Ana María García Hevia permanece detenida en los calabozos de la comisaría de Siero y no pasará a disposición judicial hasta que se terminen de completar las investigaciones policiales, según ha confirmado un portavoz del Tribunal Superior de Justicia de Asturias (TSJA).

El titular del Juzgado de Instrucción número 4 de Siero, ordenó el levantamiento del cadáver y su traslado al Instituto de Medicina Legal, para la práctica de la autopsia. Los informes de los médicos forenses sobre la trayectoria de las puñaladas infligidas, así como el número de lesiones producidas y a qué órganos vitales iban dirigidas serán claves en la investigación.