José Manuel Fernández pudo haber sufrido un resbalón y caer al mar
19 ene 2018 . Actualizado a las 17:27 h.Ayer por la mañana se confirmaron los peores presagios. El temporal Evi, supuestamente, se había cobrado una víctima mortal a su paso por la comarca asturgalaica. Se trata de un vecino de Tapia, José Manuel Fernández, de 63 años de edad, cuya desaparición fue denunciada el miércoles. El caso es que se sospecha que el accidente que le habría costado la vida cuando pescaba o se dirigía a pescar pudo haber ocurrido el martes por la tarde, cuando ya estaba decretada la alerta naranja en todo el litoral.
Apenas quince horas después de denunciarse su desaparición, los efectivos de la Guardia Civil encontraban el cadáver. Su cuerpo fue hallado poco después de las nueve de la mañana de ayer, en un pedrero de la costa de Salave, el mismo lugar donde se encontraron varios instrumentos de pesca de la víctima. A ese lugar podría haber bajado a pescar, una de sus aficiones favoritas y que practicaba muy habitualmente.
La alerta
La voz de alerta la dio sobre las seis de la tarde del miércoles una auxiliar de ayuda a domicilio que acudía a diario a atender al fallecido, que vivía solo. Manolo del Sereno, como lo conocían sus amigos, no estaba en casa y, además, había indicios de que tampoco había dormido esa noche en el inmueble.
Inmediatamente se alertó a la Guardia Civil, que puso en marcha un operativo por tierra rastreando las zonas cercanas a su casa, en las inmediaciones del Cortaficio.
La noticia no tardó en llegar a los vecinos. Fue, precisamente, uno de ellos, Francisco García, quien facilitó la mejor pista a los agentes de la Guardia Civil. Les explicó que cuando paseaba a primera hora por el Ribeiro del Figo se encontró una bolsa y una pala. En ese momento no le dio importancia, pero tras conocer la desaparición de José Manuel informó de ello y los familiares identificaron esos útiles como propiedad del fallecido.
Durante toda la madrugada permanecieron en la zona varias patrullas de la Guardia Civil, aunque no fue hasta las 8,30 de la mañana cuando, al amanecer, se intensificó el rastreo con más efectivos.
Al ser una zona de difícil acceso, con la ayuda de un helicóptero de la Guardia Civil todo fue más sencillo. A los pocos minutos hallaban el cuerpo, sobre las piedras de la playa.
«Se conoce que el mar estuvo batiendo hacia arriba y dejó el cuerpo de nuevo en el pedrero. Ha sido un alivio encontrarlo tan pronto, sobre todo para la familia», manifestó Carlos Bello, Capitán de la Comandancia de la Guardia Civil de Valdés.
Una vez localizado el cadáver hubo que esperar a la llegada del forense y de la autoridad judicial, que ordenó su levantamiento. Para recuperar el cuerpo se recurrió al helicóptero, ya que el acceso a la cala presenta un desnivel importante y es muy resbaladizo.
Hasta el lugar se acercaron varios familiares del fallecido para recibir información de los agentes, siendo un sobrino el encargado de bajar a la playa para identificar el cuerpo. Amigos y familiares no se explican las causas de un suceso que pudo haber tenido lugar a consecuencia de un despiste o una fatalidad. «Mucha gente viene a ese lugar a pescar. Es muy conocido. Yo arreglé las escaleras hace un tiempo y ahora se bajaba muy bien». manifestó Francisco García, vecino de la zona.