Este establecimiento de Taramundi se convirtió en la primera Casona Asturiana
21 may 2017 . Actualizado a las 05:00 h.
Hace más de tres décadas, el Principado decidió premiar lo rural y potenciar el turismo en localidades como Taramundi. Fue en esa época cuando el Hotel La Rectoral abrió sus puertas por primera vez, convirtiéndose en el primero de toda España. 31 años después, este establecimiento sigue siendo uno de los mayores referentes a nivel nacional. El hotel superó todas las expectativas y se convirtió en el primero con el sello de Casonas Asturianas. Es por ello que los que se acercan a Taramundi no solo pueden disfrutar de su estancia en uno de los refugios rurales más emblemáticos de Asturias, sino también de uno de los concejos con mayor encanto de toda la región.
Un referente turístico
La historia de La Rectoral se remonta a hace 31 años, cuando el Principado decidió dar un paso más y apostar por varios proyectos rurales. Entre esos proyectos se encontraba potenciar el turismo en una localidad como Taramundi. Para ello construyó allí un hotel de cuatro estrellas que se convirtió en una auténtica revolución no solo en España, sino también en toda España. «Llevó sus años de acoplamiento, pero finalmente en los años 90 cuajó y se convirtió en un auténtico referente», comenta el actual responsable del hotel, Jesús Mier.
Tal fue el impacto y la referencia que marcó en la región que el Sello de Casonas Asturianas nació a partir de este hotel. «Es uno de los proyectos más especiales que conozco. A pesar de la gran oferta de establecimiento rurales que existe en la actualidad, intentamos seguir ahí», comenta Mier.
Un hotel con encanto
La Rectoral es sin duda un hotel de ensueño del siglo XVIII en un entorno rural con vistas increíbles. Dispone de 18 habitaciones -algunas de ellas con terraza-, en las que la madera es la gran protagonista. El hotel cuenta también con una biblioteca y un salón en el que poder descansar y relajarse. En el exterior destaca un antiguo hórreo que hace las delicias de los que deciden hospedarse en este pequeño refugio.
La gastronomía y los productos locales son los dos puntos fuertes del restaurante de este hotel. Si por algo es conocido también Taramundi es por sus guisos, sus quesos y como no, sus platos de cuchara. La fabada, los quesos de la tierra, la ternera asturiana o los pescados de la ría del Eo forman parte también de la carta. «No queremos hacer ni florituras ni experimentos porque es la comida casera la que triunfa», asegura Mier
Un emplazamiento de lujo
Taramundi se ha convertido en uno de los destinos preferidos para los amantes del turismo rural. El municipio se caracteriza por su gran oferta cultural y es que cuenta con cinco museos. Entre ellos destaca el Conjunto Etnográfico Teixois, un caserío que se encuentra a unos 4 kilómetros del pueblo y que muestra casas de arquitectura tradicional rodeada de complementos hidráulicos, todos ellos en perfecto estado de conservación. Otros centros interesantes son el Museo de los molinos de Mazonovo, el museo de la Cuchillería, el Museo Etnográfico de Esquíos, la Casa de las Aguas, el Museo del Telar o el centro de Artesanía de Bres. Además, este municipio del occidente asturiano es el lugar perfecto para los senderistas que decidan hacer muchas de las rutas de las que dispone. «Es una oferta ideal para pasar tres día y que la gente se quede absorta con los recursos de la zona», afirma Mier.
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