El local ha funcionado durante casi tres décadas como centro del ocio nocturno y cultural de la villa
05 mar 2017 . Actualizado a las 21:04 h.A César y Valentín Loredo nunca les ha gustado hacer demasiado ruido, los artificios. Lo suyo ha sido siempre otra cosa, un trabajo de ganarse la clientela día a día. O más bien, noche a noche. Así se labraron un nombre que ha trascendido las calles de Pola de Siero. Nadie que se precie de conocer las fiestas polesas, no ha pasado horas en su barra o en su estrecho pasillo. Casi tres décadas de copas, música y extenuantes conversaciones dan fe de ello, de pequeños conciertos en directo para promocionar grupos, de lecturas poéticas, presentaciones de libros o fiestas de la peña ciclista de Chechu Rubiera. Además de un bar clásico, siempre ha sido un dinamizador de la vida cultural polesa y un lugar de encuentro. Hoy cierra el Abre César. También de forma discreta. Los hermanos Loredo lo han mantenido en secreto casi hasta el último momento.
La noticia ha corrido como un reguero de pólvora por Pola de Siero, donde se creía que el Abre César era eterno. Así lo había demostrado, sorteando todo tipo de crisis y vaivenes de los gustos nocturnos, sumando entre su clientela incluso a varias generaciones de la misma familia. La incredulidad inicial ha dado paso a mensajes nostálgicos. Muchos ya lo echan de menos.
Era habitual la broma con el nombre del local y de sus propietarios: Abre César y cierra Valentín. Hoy Cesar y Valentín bajan la persiana.