El cadáver del animal fue hallado por dos excursionistas, se trata de un ejemplar adulto que presentaba serias mutilaciones
08 ene 2017 . Actualizado a las 15:00 h.El cadáver de un ejemplar adulto de oso pardo ha sido hallado en la localidad de Moal, en el municipio de Cangas del Narcea, en mal estado de conservación, puesto que parcialmente había sido devorado por otros animales, según informa el Fondo para la Protección de los Animales Salvajes (Fapas).
La organización conservacionista informa que a las 15:00 horas de ayer recibió en su sede una llamada telefónica que alertaba de la posible presencia del cadáver de un oso pardo en Moal, donde dos excursionistas de Cantabria aguardaron la llegada de miembros del Fapas para acceder al lugar donde habían encontraban los restos del animal muerto.
En ese momento, se comunica el hallazgo al Servicio de Protección de la Naturaleza de la Comandancia de Oviedo y al Servicio de Biodiversidad del Gobierno del Principado de Asturias.
El cadáver del oso, pese a presentar serias mutilaciones, posee la cabeza bastante intacta así como los pies, lo que permite comprobar que se trata de un ejemplar adulto con potente dentadura, añade Fapas.
Los restos del animal, en los que se aprecian vísceras, evidencia también que su muerte se ha debido de producir de manera relativamente reciente, si bien el frío del entorno ha contribuido a la conservación de los mismos, abunda la organización.
El oso, aparece en una pedriza, a unos 10 metros del camino transitado por turistas para acceder a una de las áreas de recreo y vistas del entorno de Muniellos.
Fapas subraya que el cuerpo del oso «literalmente se encuentra a la puerta de uno de los espacios más emblemáticos de la naturaleza ibérica y que posee el mayor grado de protección posible, reserva integral».
Además, apunta que «se da la circunstancia» de que en ese mismo entorno el pasado mes de septiembre ya fue localizado el cadáver de otro oso, aparecido muerto también en un camino, y al que en el transcurso de la necropsia se le descubrió una bala al caer al suelo del estanque donde se manipulaba el cadáver que evidenciaba una muerte violenta, cuando «ya la Administración valoraba la muerte de este animal como un vulgar accidente».
Este segundo oso muerto en la misma localidad y en un entorno de aproximación de apenas unos cientos de metros, agrega Fapas, «pone sobre la mesa la verdadera situación» por la que atraviesa la conservación del oso pardo en Asturias, después de varias décadas de protección de la especie y lucha eficaz contra el furtivismo.
El colectivo conservacionista anuncia que permanecerá atento y exigirá de la Administración de Asturias la «máxima diligencia» para esclarecer estos casos de muertes de osos, manteniendo su «crítica total» al manejo que se hace de estos animales muertos al proceder a necropsias que «no garantizan técnicamente» la posibilidad de esclarecer las causas reales de muerte.
También «ocultando la realidad, o simplemente, echando cortinas de humo para confundir a la opinión pública», evitando que sobre la Administración «recaiga ningún tipo de responsabilidad».