El desarrollismo y un incipiente bienestar económico de la clase media en Asturias no pueden ocultar las reivindicaciones mineras y las «huelgonas»
28 abr 2023 . Actualizado a las 18:42 h.El desarrollismo de los años 60 generó una naciente clase media que aspiraba a mejorar su calidad de vida, a consumir y a subir peldaños en la escala social. Eso se nota en el creciente número de anuncios que el periódico recoge con todo tipo de artículos. Sin embargo, la cara más oscura del régimen seguía ahí, detrás de cualquier intento de movilización obrera.
De hecho, el aperturismo hacia las potencias democráticas occidentales es, en muchos aspectos, una fachada. La muerte en el exilio del ovetense Indalecio Prieto, quien fuera uno de los cargos socialistas más destacados de la República, aparece en páginas interiores, en una columna, por abajo y reducido a dos párrafos. Se contaba que «al entierro asistieron reducido número de personas (sic)», tras su muerte a los 79 años por un ataque al corazón. Franco no perdonaba en modo alguno a sus adversarios.
También fueron silenciadas las huelgas de 1962, (7 abril a 1 agosto) aunque en algún momento se pudo hacer veladas referencias a la movilización de la minería asturiana que se propagó a otras industrias. Las autoridades seguían temerosas de levantamientos y reclamaciones que terminaran en revuelta.
El 8 de agosto de 1963 llegaba la primera edición de la FIDMA, en Gijón, y aunque LA VOZ reflejaba algo, todavía vivía un poco volcada más en Oviedo y solo ocasionalmente daba especial relevancia a noticias del resto de la región. También ocurre en estos años, el 17 de septiembre de 1965, la muerte del dramaturgo Alejandro Casona, que no había sido afín al régimen y por lo tanto no mereció -seguramente a juicio de la censura- una mención en portada.
Y de repente, el color
Unas páginas especiales de 1968 se dedicaban a las Fiestas del Bollu de Avilés, con una importante novedad: hay una explosión de color rojo, una técnica novedosa que se había introducido recientemente y permitía elegir en determinadas páginas un determinado tono para acompañar a la tinta negra. Así comienzan a usarse ese rojo que acabará tiñendo la cabecera durante muchas décadas, pero también elementos en naranja, azul o turquesa que dan mucho juego a los diseñadores, que decididamente comienzan a ilustrar las páginas del diario.
En estas fechas, el 10 de abril de 1968 se publica un especial por el 45º cumpleaños de LA VOZ, precisamente con la cabecera en fondo rojo. Abrían las páginas especiales con una foto del fundador, José Tartiere (fallecido en 1927). La portada del ejemplar que contiene este suplemento es un tanto caótica pero estéticamente mucho más moderna: incluye muchas imágenes y elementos gráficos que la hacen muy llamativa. El director aparece también bajo la cabecera: José Díaz Jácome, y el precio subía ya a tres pesetas. Ese mismo número contaba el entierro de Martin Luther King y la guerra de Vietnam.
El 21 de abril de 1968, hace justo 55 años, la portada recogía la visita de Serrat a Oviedo bajo el patrocinio de LA VOZ, y con bastante menor importancia se hablaba de la próxima inauguración del aeropuerto de Asturias.
La innovación gráfica y la inmediatez marcan el estilo (y contenido) de los ejemplares de finales de los años 60. Por ejemplo, se cuenta el asesinato del segundo Kennedy, Bob, al día siguiente de ocurrir el hecho y con un gran retrato del político. El diario era consciente de la importancia de este acontecimiento histórico.
Un anuncio en portada daba una muestra de la sociedad española emergente: un anuncio de SEAT con un dibujo del modelo 850, que vendían Ribaya e hijos en su concesionario. Las familias que podían accedían al vehículo privado, modesto, pero a menudo aún inalcanzable para la mayoría de las economías domésticas.
Franco acudió a Asturias el 15 de junio de 1969 para inaugurar de una tacada el aeropuerto y una ampliación de Ensidesa, al tiempo que presidía «una gran concentración patriótica» en Avilés. También se recogen ecos del mayo del 68, que sigue produciendo cierta inquietud en el panorama político francés.