Los azules, en un partido igualado y en el que no estuvieron demasiado lúcidos, vuelven a ganar (2-1) tras un gol en propia del Málaga en el tiempo de descuento
31 mar 2025 . Actualizado a las 09:55 h.Las grandes historias comienzan así. O igual no, pero hay que aprovechar cuando se gana para ponerse poético. El Real Oviedo, que no está bien y jugó un partido basado en chispazos individuales, superó al Málaga en el descuento gracias a un gol en propia. Tres puntos fundamentales que cortan una racha complicadísima que se llevó por delante a Javi Calleja y que le dan la bienvenida más dulce posible a Veljko Paunovic. El Oviedo es quinto, a seis puntos del ascenso directo.
Un Oviedo sin ninguna chispa
Primera suplencia de la temporada para Alemao, Fede Viñas como titular y Cazorla acompañando a Sibo y Colombatto en el centro del campo. Así se estrenó el Real Oviedo de Veljko Paunovic en el Carlos Tartiere. El partido arrancó y en los primeros minutos ni los azules ni el Málaga se hicieron con el control del mismo. Balones divididos, pocas circulaciones con criterio, un disparo tímido de Ilyas Chaira y dos intentos del Málaga en acciones a balón parado. Minuto diez ya y como si nada. Paunovic, en la banda, trataba de matizar el juego de los azules charlando con Nacho Vidal.
El ritmo era bajísimo y el juego trabado, así que las áreas eran terreno sin explorar. En un primer día, como lo era este domingo para el Oviedo de Paunovic, hay que intentar que tu rival no esté cómodo y a partir de ahí conseguir que el balón esté más cerca de su portero que del tuyo. Y para eso tampoco hace falta un juego excelso. Los azules no lo estaban consiguiendo, el Málaga agarró el balón y el escenario se puso más cuesta arriba para el Oviedo. La presión no funcionaba, robar se convertía en un dolor de muelas y cuando el esférico le llegaba a uno de azul solo Cazorla ponía criterio. Además, las imprecisiones eran una constante, y si no que se lo digan a Pomares y a Ilyas Chaira.
Las únicas dos acciones en las que el Oviedo encontró soluciones fue en banda derecha, con Hassan recibiendo en ventaja, conduciendo hacia dentro y sacando dos tiros tímidos que Alfonso Herrero atrapó sin pestañear. Chupe, de cabeza a centro de Puga, permitía a Aarón Escandell tocar el balón con las manos. No pasaba mucho más. De la nada, de un córner a favor del Málaga, Cazorla robaba, activaba a Hassan y córner regalado para los carbayones. Calvo cabeceó alto. El primer tiempo se esfumaba y los Manu Molina, Luismi o Larrubia seguían cómodos con balón. Descanso y la sensación de que si Calleja siguiese en el banquillo la pitada hubiese sido considerable.
De la euforia al bajón y vuelta a la euforia
Después de un descanso atípico, con todos los integrantes del banquillo calentando al ritmo del preparador físico Alberto Martínez, el partido se reanudó. Y el Málaga encerró al Oviedo. Así, sin matices. Los de Pellicer, que tampoco estaban haciendo un fútbol excelso, tiraron del balón parado para atosigar el área de Aarón Escandell durante más de cinco minutos. En ese tiempo hubo tres saques de esquina, un cabezazo de Chupe que se fue por poco y un remate claro de Antoñito a centro de Larrubia que Escandell paró sin mayores problemas. Un minuto después, el Real Oviedo respondió con su ocasión más clara del partido. Tras un error de Víctor García en un despeje, Hassan recibió, esperó y vio a Ilyas romper al espacio: el extremo definió bien ante la salida de Alfonso, pero el balón se fue al palo.
A partir de dicha jugada, todo lo que hacía el Oviedo salía de Hassan. Todas menos una, la que robó Ilyas Chaira, corrió al espacio y cuando cedió atrás Fede Viñas no supo que hacer. Disparo de Hassan a las manos de Alfonso Herrero y, la siguiente, otra clara en la que participó el extremo, que no fue capaz de definir entre los tres palos un buen centro de Viñas. Para rematar estos minutos agresivos del equipo carbayón, Hassan volvió a generar otra y ni Viñas ni Ilyas Chaira fueron capaces de sacar centro. Ocasión clara y triple cambio de Paunovic: fuera Cazorla, Ilyas y Viñas, dentro Seoane, Paulino y Alemao. Estaba claro que era el momento del Real Oviedo y se confirmó. Falta lateral en el perfil izquierdo, muy similar a la que acabó con el gol de Alemao en la ida del playoff del curso pasado. Precisamente Seoane la volvió a poner, el Málaga despejó como pudo y el balón le quedó muerto delante de Colombatto, que fusiló con la zurda a Alfonso Herrero. Buen gol. 1-0 y el Tartiere respiraba.
Después de diez minutos sin que pasase nada, con los cambios azules aportando, el Málaga apareció. Vaya si apareció. Hassan no siguió su marca, el despeje de Vidal fue directo a un jugador visitante y Kevin Medina levantó la cabeza para ceder atrás y que Dioni definiese a la escuadra. Bofetón al Oviedo. Alemao mostraba un desquicie que no era normal y todo lo que tocaba se iba al limbo, pero el brasileño apareció en la acción definitiva. En una transición que iniciaron Seoane y Paulino, Nacho Vidal centró desde la esquina derecha del área y Alemao cabeceó para volver a meter el balón en el corazón del área. Inexplicablemente, Manu Molina despejó a su portería y marcó un golazo por la escuadra que desataba el delirio en el Tartiere. El Oviedo de Paunovic, por lo civil o por lo criminal.
Ficha técnica
Real Oviedo: Aarón Escandell; Nacho Vidal, Luengo, Dani Calvo, Pomares; Sibo, Colombatto; Hassan (Sebas Moyano, min 86), Cazorla (Seoane, min 69), Ilyas Chaira (Paulino, min 69); Fede Viñas (Alemao, min 69).
Málaga: Alfonso Herrero; Carlos Puga, Nelson Monte, Galilea, Víctor García; Larrubia (Aarón Ochoa, min 78), Manu Molina, Luismi (Dioni, min 78) Sánchez, Antonio Cordero (Kevin Medina, min 69); Lobete (Rafa, min 88) y Chupete (Yannis, min 88).
Goles: 1-0 Colombatto (min 74); 1-1 Dioni (min 85); 2-1 Manu Molina, pp (min 90+3)
Árbitro: Huerta de Aza (comité tinerfeño). Amonestó a los locales Luengo (12’) y a los visitantes
Incidencias: Estadio Carlos Tartiere (Oviedo). 21.815 espectadores.