De la Hoz en el Real Oviedo de Calleja: contexto, roles y lectura del cambio de piezas

Pablo Fernández OVIEDO

AZUL CARBAYÓN

César de la Hoz, ante Jirka, durante el Oviedo-Almería de la 21/22
César de la Hoz, ante Jirka, durante el Oviedo-Almería de la 21/22 Real Oviedo

Analizamos el primer fichaje de invierno del Real Oviedo, su encaje en el equipo oviedista y el proyecto del club azul de cara a esta segunda vuelta

17 ene 2025 . Actualizado a las 15:10 h.

Hagamos balance. Transcurrida la primera vuelta y un partido de la segunda, el Real Oviedo suma 36 puntos. Los azules son séptimos, están empatados con el sexto y el quinto y el segundo puesto tan solo está a tres puntos. Es decir, todo está abierto en la lucha por el ascenso a Primera División. En lo futbolístico, el Oviedo ha pegado cinco petardazos -porque perder en Cádiz en un partido plomizo puede pasar-, alcanzó su mejor nivel de juego entre finales de septiembre y finales de octubre y entre muchas dudas posteriores sobre el aprovechamiento de su potencial ha ganado partidos gracias al potencial de sus atacantes. Ahora, vayamos con el cambio de cromos en el centro del campo.

Pivote por pivote

Lo que ha pasado con Del Moral entraba dentro de lo previsto. Es decir, no entraba dentro de lo previsto que el toledano no encontrase su mejor juego en Oviedo y que llegase a enero como un jugador residual, pero sí entraba dentro de lo previsto que a algún jugador de la plantilla le pasase esto mismo. ¿Por qué? Porque el Real Oviedo comenzó el curso con Santi Cazorla, Santi Colombatto y Jaime Seoane y desde el principio Javi Calleja mostró su intención de jugar con tres en el centro del campo. Cuatro centrocampistas se quedaban fuera: Dotor, Del Moral, Sibo y Alex Cardero. Hay muchos partidos, existen los cinco cambios por encuentro y están las lesiones y las sanciones, sí, pero ningún equipo tiene a siete centrocampistas integrados en la rotación durante una primera vuelta. Ninguno. 

Pasó con Del Moral y el Real Oviedo salió al mercado a buscar un jugador de dicho perfil. ¿Qué perfil es ese? Mediocentro posicional, muchas veces llamado pivote defensivo. El oviedismo lee pivote defensivo y se imagina a Luismi, pero la decisión de no renovar al gaditano y de fichar a Del Moral ya demostró que la dirección deportiva quería otra cosa. Del Moral, aunque no haya funcionado en esta primera vuelta, es un jugador menos agresivo y contundente que Luismi, pero más aseado en lo técnico. César de la Hoz, que sí ha ganado duelos a lo largo de su carrera y es ordenado en lo táctico, aporta más en salida de balón y en la circulación de balón que sus dos antecesores. Independientemente de su estado de forma actual, que habrá que verlo, el cántabro casa con lo que necesita este Oviedo. 

El rol de De la Hoz y el de sus compañeros

Que César de la Hoz haya sido una pieza útil en equipos que basaban su potencial en tener balón como el Almería de Rubi o el Valladolid de Pezzolano puede llegar a explicar qué tipo de mediocentro es el cántabro. En Almería, incluso, fue muy importante en el ascenso. Era habitual verle incrustado entre centrales, hasta casi recibiendo el balón del portero e iniciar de esa manera el juego de su equipo. Además, en ataques posicionales con el rival defendiendo cerca de su área, es capaz de jugar en largo desde el carril central y buscar la diagonal para el extremo/lateral.

¿En qué va a repercutir en el Oviedo actual? Si De la Hoz funciona, entre otras muchas cosas, cambiará el rol de Santiago Colombatto. Con Del Moral no rindiendo por unas cosas o por otras, el argentino se convirtió en el pivote del Real Oviedo. Ojo, también porque demostró que podía hacerlo. Eso sí, su presencia en alturas más adelantadas y cerca del área rival se perdió. Kwasi Sibo, que sí ha aportado saltando a la presión y robando en campo rival y también como cazador de segundas jugadas, ha sufrido más cuando le ha tocado participar en los inicios de juego y, sobre todo, recibiendo de espaldas.

Calleja necesitaba algo ahí para dar vuelo al resto de sus centrocampistas y, además, ganar certezas en salida de balón. Ese algo podría ser De la Hoz. Incluso, y aunque haya sido un aspecto de su juego más residual, el ya exjugador del Valladolid ha sabido aportar en transiciones ofensivas, mostrándose agresivo en el pase y siendo capaz de buscar la espalda de la defensa rival. Todo esto está condicionado por el momento de forma del futbolista, evidentemente, pero es el riesgo de siempre cuando se ficha en enero. 

Una obsesión: seguir siendo la misma plantilla

Dicho todo esto, se puede llegar a la conclusión que, contando con que los lesionados -salvo Lemos- vuelvan pronto, Javi Calleja sigue teniendo a 17 de enero los mismos recursos que tenía el 1 de septiembre. Al menos en número, porque la calidad es algo que dictaminarán los partidos. Incluso más, porque hay que contar la llegada de Francisco Portillo en noviembre. Aquel fichaje y el de De la Hoz ahora -por edad y años de contrato- demuestran que ascender esta temporada es una obsesión para el Grupo Pachuca y el Real Oviedo y que no se está escastimando en recursos. 

El cortoplacismo es una realidad y se pudo ver cuando Carlos Dotor aterrizó en la capital del Principado, cedido, con una competencia enorme y cobrando un salario importante en la categoría. Los recursos, mejor que sobren a que falten. Ahora Dotor sobra, pero ya está Portillo. Con el contrato de De la Hoz, la plantilla azul de la temporada que viene juntará a tres centrocampistas posicionales: el cántabro, Del Moral y un Yayo que lo está haciendo muy bien en su cesión en Lugo. Eso será un problema en junio, pero si en junio el Real Oviedo está en Primera, para los mandatarios -y seguramente para todo el mundo- habrá merecido la pena. Veremos qué pasa en junio.