Analizamos al equipo de Paco Fernández, que ganó este domingo el derbi en Mareo y lidera su grupo de División de Honor junto al Celta. El miércoles conocerá su rival en la Copa del Rey
18 dic 2023 . Actualizado a las 15:28 h.En los últimos años, solo el Real Oviedo Vetusta había puesto a El Requexón en el foco nacional. El filial azul, que ascendió y se mantuvo en Segunda RFEF con uno de los equipos más jóvenes del país -el tercero con más juveniles sobre el césped-, ha estado en boca de muchas secretarías técnicas del fútbol nacional. Este año, el juvenil A oviedista no se ha quedado atrás. Los de Paco Fernández colideran el grupo I junto al Celta -uno de los mejores clubes del país en cuanto a potencial juvenil se refiere- y, siete años después, han devuelto a la cantera del Real Oviedo a la Copa del Rey.
El contexto
Sin hacer mucho ruido, la generación nacida en 2005 ha ido escalando por El Requexón a base de triunfos. Mientras que la generación de 2004 de los Yayo, Charbel, Osky, Marco, Nacho Estrada, Mario Fuente y compañía se llevaban muchos elogios, los Dieguito, Cheli, Pelayo, Adri Fernández, Vicente y los hermanos Lopes eran menos conocidos, pero ganaban lo mismo o más. Y así hasta llegar a la temporada 21/22, cuando de la mano de Paco Fernández se hicieron con el título de Liga Nacional jugando en el juvenil B. La 22/23 fue la del salto al División de Honor y esta ha sido la del despegue. Eso sí, con los refuerzos nacidos en 2006 y 2007 jugando un papel clave.
Como ya ocurrió en los últimos años, la planificación del juvenil A se vio afectada por la política del club respecto al Vetusta. La dirección deportiva quiere -y así está siendo- que el Vetusta sea un equipo muy joven, donde haya espacio para que juveniles de tercer e, incluso, segundo año puedan asomar la cabeza. Y así fue esta temporada desde el principio. Marco Esteban (2006) arrancó la pretemporada siendo un central más del Vetusta y, desde verano, Jaime Álvarez apostó por Diego Menéndez, Dieguito (2005) y por Jaime Vázquez (2006). Además, Cheli (2005) y Adri Fernández (2005) están en dinámica del filial, pero sí son jugadores del División de Honor. A pesar de esto, el club tan solo realizó dos fichajes este verano.
Antonio Rivas, director de cantera, firmó al lateral izquierdo Martín Lavilla (2006, procedente del Astur) y al delantero Óscar de la Hera (2005, procedente del Urraca). Sergio Neira puso rumbo al Valladolid y, por último, Denzel (2005) regresó al Oviedo. El caso central, ahora indiscutible para Paco aunque fue baja en el último derbi por una lesión de tobillo, es curioso. Denzel, zaguero de altas dimensiones que siempre destacó por su físico, estuvo toda la vida en las categorías inferiores del Oviedo. El pasado curso salió cedido al Llano 2000 y en enero de este mismo año decidió dejar el fútbol. El club le llamó en verano para realizar la pretemporada cuando otros clubes asturianos de División de Honor ya le estaban tentando y, finalmente, entró en los planes del cuerpo técnico.
No se puede no nombrar el caso de Pelayo García (2005). El extremo zurdo fue una de las grandes sensaciones del verano de 2022 y solo una grave lesión de rodilla le pudo frenar. Ahora, ya recuperado, está demostrando que la categoría se le queda pequeña. Acompañando a esa generación del 2005 llegó la savia nueva procedente el Liga Nacional. Dicha competición la dominó el curso pasado el juvenil B de Carlos Menéndez de la mano, principalmente, de dos atacantes llamados a dar mucho que hablar en la cantera del Real Oviedo: Jaime Coballes (2006) y Pablo Agudín (2007). El primero marcó 17 goles en su primer año como juvenil, mientras que el segundo, siendo todavía cadete, se instaló en el once titular y fue convocado por la selección española Sub-16.
El Oviedo de Paco
Un equipo, a lo largo de una temporada, deberá enfrentarse a todos sus rivales. Por ello, los calendarios suelen ser una anécdota del verano que sirven, únicamente, para saber dónde empiezas y dónde finalizas el curso. Eso sí, el calendario del juvenil A del Real Oviedo 23/24 escondía su aquel. Los azules no se enfrentarían a sus cuatro grandes rivales -Celta, Racing, Deportivo y Sporting- hasta las últimas cinco jornadas de cada vuelta. Y aunque la misión era harto complicada, el Oviedo lo aprovechó: llegó líder junto al Celta a esa recta final de vuelta tras sumar 8 victorias, 2 empates y 1 sola derrota -en la casa del Choco- en 11 jornadas.
Esa confianza que dieron los triunfos sumados cada fin de semana, unido al crecimiento de juego tanto colectivo e individual, hicieron que el juvenil A de Paco Fernández llegase lanzado a la fecha clave de la temporada y con la plaza en la Copa del Rey casi atada. Ya metidos de lleno en los duelos directos, los azules dieron un paso adelante y, a diferencia de los últimos años, compitieron de tú a tú con todos. Empate en El Requexón ante el Racing y empate en Vigo ante el todopoderoso Celta; victorias holgadas en El Requexón ante el Deportivo y en Mareo ante el Sporting. El reto, superado con nota.
Ya entrando en lo futbolístico, el juvenil A del Real Oviedo es uno de los equipos que mejor definen la carrera en los banquillos de Paco Fernández. Y esto podía no ser así, ya que al fin y al cabo, el fútbol base y el profesional son dos mundos completamente diferentes. El sello de Paco se nota en la competitividad defensiva del equipo: los azules muerden cuando tienen que morder y, sobre todo, defienden bien cerca de su área. Luego, en ataque, el equipo no es que tenga un patrón claro y los delanteros tienen mucha libertad para asociarse y transitar. Y ahí, estos están siendo diferenciales en la categoría.
Jaime Coballes, 10 goles. Pelayo García, 8. Óscar de la Hera, 4. Pablo Agudín, 4. Al Oviedo no le hace falta dominar a través del balón -y no lo hace en muchas jornadas- porque, a la mínima que tenga arriba, gana partidos sin que el rival se haya dado cuenta. Todo este potencial ofensivo está acompañado del nivel superior a la media de Cheli en el centro del campo y Adri Fernández desde el lateral izquierdo, cuyo salto al filial en ambos casos llegará más pronto que tarde. Además, los hermanos Lopes son fundamentales gracias a su competitividad, mientras que los Vicente, Denzel, Pedro y compañía le dan un poso a la plantilla muy considerable. ¿El próximo reto? La Copa del Rey.
Plantilla 23/24 del juvenil A del Real Oviedo
Porteros: Pelayo Calleja (2005) y Mateo Vallina (2006).
Defensa: Adri Fernández (2005), Adrian Lopes (2005), Marcos Lopes (2005), Mateo Vallaure (2006), Romeo (2006), Denzel (2005), Illán (2006) y Martín (2006).
Centrocampistas: Pedro (2006), Adrián del Oso (2006), José Luís Pereda, Cheli (2005), Vicente Antuña (2005) y Borja S (2006).
Atacantes: Pelayo García (2005), Pablo Agudín (2007), Alex Muñiz (2006), Óscar de la Hera (2005), Jaime Coballes (2006).