Los azules caen por la mínima y de penalti un partido que tuvieron controlado muchos minutos. Poquísima presencia ofensiva y una recta final de encuentro preocupante
19 sep 2023 . Actualizado a las 12:35 h.Cuando pierdes por incercia. Ese es el momento en el que todo equipo debe preocuparse. Y el Real Oviedo atraviesa ese momento. La falta de juego en todos los sentidos es evidente y tardar tanto en ganar hace que la mochila pese más semana a semana, pero si pierdes hasta cuando haces un partido que no merece derrota, peligro. Mucho peligro. Un resbalón de Seoane le dio el triunfo al Andorra (1-0), ni más ni menos. El Oviedo es ahora mismo un equipo muy tocado.
Oviedo cómodo, pero insuficiente
Empezó el partido y todo el mundo veía sobre el césped lo que sabía que iba a ver cuando el calendario dictaminó que Andorra y Real Oviedo se verían las caras en la jornada 6. Los locales llevaban el peso del partido a través del balón, desplegando sobre el césped del Estadi Nacional todos esos automatismos ofensivos en el ataque posicional que llevan mostrando desde la temporada pasada: laterales por dentro, múltiples líneas de pase para avanzar e interiores cayendo al espacio para hacer dudar a la defensa rival. El caso es que el Real Oviedo no dudaba.
Los azules, cómodos en su papel, esperaban en el centro del campo y no daban opción al Andorra. Al equipo de Eder Sarabia no le quedaba más remedio que mirar a las espaldas de los carrileros azules -esta noche de rosa-, sobre todo a las de un Viti que sufría cuando la jugada le exigía un esfuerzo defensivo. Pero poco más. Con Bastón a la cabeza, el Oviedo orientaba la presión de tal manera que cuando Diego González (central izquierdo) la tenía, no podía dársela a Alende (central derecho). Pase con portero o pase hacia adelante, donde girar parecía misión imposible para cualquier jugador del Andorra. El problema del Oviedo llegaba cuando robaba el esférico, claro. Los de Cervera no eran capaces de encontrar un compañero en el primer pase y asentarse con balón se volvía imposible. Solo cuando participaba Seoane, y de cara a la portería rival, el panorama se aclaraba. Mientras, a través del juego directo, la solución no era mucho mejor.
Aun así, las llegadas del Oviedo eran mayoría y un par de centros de Bretones metieron el miedo en el cuerpo al Andorra. Moyano no estaba fino en las acciones técnicas y si Bastón se alejaba del área para recoger esos balones largos, el ataque se quedaba corto. El propio capitán fue víctima de un penalti clarísimo por agarrón de Diego González que De la Fuente Ramos ni vio ni le dijeron nada para que lo viese en la pantalla. Sin ocasiones, pero el Oviedo acababa mejor el primer tiempo que un Andorra que empezó a hacer lo que un equipo de sus características no puede hacer nunca: dudar.
Tocados y hundidos
Tras el descanso, esa inercia que le daba al Oviedo un punto más de control sobre el Andorra no se mantuvo. Los de Eder Sarabia, a través del balón, recuperaron el pulso y, aunque seguían sin crear peligro a Leo Román, se defendían con el esférico. Y eso era suficiente. Un susto de Leal sacando a Dani Calvo de posición fue el único recurso de los locales en este tramo de partido, que dio un vuelco cuando Scheilder sacó el codo a pasear. El brazo del delantero del Andorra impactó en la cara de Costas y De la Fuente Ramos no dudó en mostrarle la roja.
Ante el nuevo escenario, Cervera pasó a defensa de cuatro con Oier Luengo de lateral, aunque las variaciones no se vieron en el juego. Desde el banquillo, nada. Como sucedía en el primer tiempo, Jaime Seoane era el único que le daba algo diferente al cuadro oviedista. Tras 15 minutos sin que pasase nada en superioridad numérica, el partido se igualó: Luismi, que llegó tarde en muchas de sus acciones, fue penalizado en la última y le expulsaron por doble amarilla. Tarjeta discutible, pero se dio en un contexto que el propio jugador carbayón no tendría que haber permitido.
La desgracia fue total casi en la siguiente jugada. Lobete recibió en izquierda vigilado por Luengo y Seoane, que llegaba para realizar la ayuda, resbaló dentro del área y barrió al atacante del Andorra. El colmo de todos los colmos. El propio Lobete, desde los once metros, marcó el 1-0. El horror. Cervera movió el banquillo a pocos minutos del final, con un triple cambio que dio entrada a Jimmy, Paulino y Masca. Nada cambió sobre el césped del Estadi Nacional, con un cabezazo de Paulino en un balón parado como única llegada a blaón parado.
Ficha técnica
FC Andorra: Dani Martín; Leal, Alende (Arroyo, min 88), Diego González, Pampín; Semper (Orellana, min 88), Iván Gil (Lobete, min 71), Molina; Iker Benito (Nieto, min 71), Scheilder y Shabani (Álex Calvo, min 63).
Real Oviedo: Leo Román; Viti (Mario Sesé, min 90+5), Luengo, Costas, Dani Calvo (Jimmy, min 86), Abel Bretones; Luismi, Colombatto (Álex Cardero, min 90+5); Seoane (Paulino de la Fuente, min 86), Sebas Moyano (Masca, min 86) y Borja Bastón.
Goles: 1-0 Lobete, de penalti (min 82).
Árbitro: Óliver de la Fuente Ramos, comité castellanoleonés. Amonestó a los locales Álex Calvo (min 90+5) y a los visitantes Sebas Moyano (min 28), Luismi (min 35) y Luengo (min 90+2). Expulsó por roja directa a Scheilder (min 64) y por doble amarilla a Luismi (min 79).
Estadio: Estadi Nacional (Andorra). 1.820 espectadores.