El Real Oviedo junta a siete de sus pichichis en un acto único en la historia azul
AZUL CARBAYÓN
«Lo único que nos puede diferenciar de los grandes equipos es generar este sentimiento de pertenencia tan brutal que tiene el Real Oviedo», dijo Diego Cervero
18 may 2023 . Actualizado a las 09:03 h.Más de 600 goles -622 en total- del Real Oviedo estuvieron presentes este miércoles en el Carlos Tartiere. En un acto único en la historia del club azul, la entidad juntó en el antepalco del estadio ovetense a Lalo (59 goles con la camiseta azul), Galán (136), Marianín (65), Carlos (133), Diego Cervero (141), Miguel Linares (56) y Borja Bastón (32). Todos ellos, pichichis con el Real Oviedo en alguna etapa de su carrera deportiva, charlaron en un antepalco del Tartiere abarrotado de oviedistas.
«Ser jugador del Real Oviedo y viajar con el Real Oviedo era una felicidad, no pensábamos en que estuviésemos muchas horas en el autobús», recordaba Lalo, el más veterano de todos a sus 87 años. A Diego Cervero no le tembló el pulso para asumir el papel de voz del oviedismo y afirmó que «lo único que nos puede diferenciar de los grandes equipos es generar este sentimiento de pertenencia tan brutal. Actos como este lo demuestran». El delantero, ahora médico en el Atlético Sanluqueño, se emocionó al ver a su padre en el acto y defendió sin tapujos la figura de Borja Bastón, al que instó varias veces -siempre entre risas- a que se quedase en el Oviedo.
«He estado en muchos clubes y esta es la primera vez que estoy dos años seguidos en un mismo club. Mi hija ha nacido aquí. Me ha picado el bicho azul y hoy, más que como pichichi, vengo como aficionado del Real Oviedo», explicó Bastón para después ser ovacionado por los presentes. Otro que estaba presente era Miguel Linares, héroe del ascenso en 2015. «He estado en muchos equipos y es difícil que uno cale tanto como este. Venir a Oviedo fue la mejor decisión de mi carrera, no sé si tendré vida para agradecer tanto cariño», explicó.
Entre pregunta y pregunta, los pichichis compartieron confidencias entre ellos, aunque con el micrófono en la mano Lalo, Marianín y Galán fueron de los que menos reparos tuvieron para contar anécdotas al repasar su etapa en la capital del Principado. «Este acto es único e irrepetible», cerró Diego Cervero.