En una sesión abierta al público y que duró hora y cuarto, el Real Oviedo trabajó varios de los conceptos fundamentales de los equipos de Cervera. El técnico contó con tres bajas
22 feb 2023 . Actualizado a las 12:31 h.El último día festivo para los más pequeños por carnaval fue aprovechado por muchos de ellos para acercarse a El Requexón y ver de cerca a los jugadores del Real Oviedo. Y Álvaro Cervera, al ver tantos niños y niñas con la camiseta azul, y teniendo en cuenta también que estamos a martes y el partido frente al Albacete cae de domingo (Carlos Tartiere, 21:00 horas), no cerró el portón de la ciudad deportiva y los aficionados -también los periodistas- pudieron ver la sesión completa.
Fue un entrenamiento muy intenso y que duró poco más de hora y cuarto-antes hubo sesión de gimnasio-, y en el que se trabajaron varios de los conceptos más primordiales de los equipos de Cervera. El técnico, activo desde el minuto uno, fue exigente con los suyos y no se cortó a la hora de parar la sesión cada vez que lo veía necesario. En el apartado de bajas, Jimmy y Mangel pudieron trabajar sin problemas tras no hacerlo el lunes, mientras que Javi Mier, Pomares y Borja Bastón fueron los únicos que no entrenaron con el grupo. Los tres lesionados, eso sí, se ejercitaron en el campo nº5 y, en el caso del delantero, a una intensidad notable.
Después del calentamiento, el cuerpo técnico separó a la plantilla en dos grupos: unos hicieron finalización en el campo nº5, mientras que otros jugaban bajo las normas de Álvaro Cervera. En este segundo ejercicio, se disputaba un cuatro contra cuatro en espacio reducido, siempre con dos comodines en cada banda. El técnico oviedista insistió en la defensa individual a alta intensidad y, ya en el ataque, obligaba a los suyos a progresar por las bandas y a tirar continuos desmarques de ruptura. Esta última consigna iba dirigida, sobre todo, a los delanteros: Sergi Enrich, Leo Sequeira, Manu Vallejo y un Masca al que Cervera estuvo muy atento. «El balón tiene que ir a un espacio que es defendible, pero no atacable», repetía una y otra vez el entrenador del Oviedo en referencia a evitar situaciones que pudiesen acabar en un contraataque.
Después de casi media hora con este ejercicio, la sesión finalizó con unos partidos reducidos en los que ya no había normas pero que, de igual manera, el cuerpo técnico buscaba poner en práctica los conceptos antes ensayados. Dejó buenas sensaciones el portero del filial Marco Suárez, que junto al nigeriano Victor Egboh -cedido en el Lenense y en dinámica del Vetusta- formaron parte de la sesión uniéndose a Tomeu Nadal y Braat. El Oviedo no descansará durante la semana y entrenará miércoles, jueves, viernes y sábado antes del partido del domingo.